Lo primero que ahora mismo llama la atención nada más entrar en esta tintorería-lavandería es el enorme y precioso Belén que tienen montado justo al lado de la puerta de entrada, junto al escaparate. Tiene un montón de figuras, puentes, troncos de árbol, piedras, casitas… ¡Y, por supuesto, su estrella brillante de Oriente! Por lo demás, como he dicho, se trata de una lavandería normal y corriente, con buenos servicios, al igual que otras muchas de las que hay en Valencia. ¡Desde luego, no hay opción ni excusa para que las prendas delicadas o los tejidos especiales se queden sucios en nuestras casas! Aquí te ofrecen también la opción de un lavado individual de mantas y edredones, además de servicios de limpieza de tapizados a domicilio. El local no es muy grande, pero sí está lleno de perchas con prendas ya lavadas y etiquetadas, dispuestas a ser recogidas por sus dueños. La atención del hombre que está situado tras el mostrador y delante de una lavadora grande que queda a nuestra vista también es buena.