El DonJuán

Para mí ir hasta el Palacio de Congresos es cruzar a tierra desconocida, por lo que cualquier local de la «contornà» era descubrir nuevos lugares.
Entramos a El DonJuán porque, sinceramente, tiene muy buena pinta. Un local modernete pero si la pijería minimalista que te hace sentir en la sala de examen de Will Smith en la primera peli de Men In Black.
Pedimos el menú de mediodía (9,90 sin bebida, 12,50 en total). La verdad es que abruma un poco la cantidad de platos que puedes pedir. Hay como 8 primeros y 8 segundos. Luego descubrimos porqué… y es que allí lo casero no abunda precisamente.
De primero, unos daditos de camembert con mermelada de arándanos y tomate. Crujientes, recién hechos y ricos (congelados, pero ricos) Vi también la tosta de foie y la ensalada de pollo. La tosta un trocito de pan con foie (o paté, no sabría decir muy bien), algo escasa para ser un primer plato, pero bueno… Y la ensalada, correcta, bien.
De segundo creo que fui la que más acertó. Una hamburguesa con queso brie y berenjena. El pan de la hamburguesa, pan pan, nada de pan bimbo, que no cuesta nada mejorar una hamburguesa con algo de pan en condiciones. La carne quizá un pelín seca, pero el queso derretido la mejoraba. La berenjena (una rodaja) estaba tostadita por fuera, pero bastante dura por dentro, así que acabé quitándola.
El resto pidió arroz al horno, una cazuela con bastante buena pinta, pero quizá con poca cantidad. Y los que pidieron lasagna de pollo, fail total. En la cocina no se esmeraron en que pareciera lasagna casera, tenía forma de envase de plástico y una de ellas tuvo que ser devuelta a la cocina para que la calentaran un poquito más, ya que el centro estaba totalmente frío…
El servicio fue bastante lento pese a que el local no tenía mucha gente y se olvidaron varias veces de los cafés y los postres. Así, a grandes rasgos, les faltaba agilidad, porque ya que los platos solo hay que «calentarlos», qué menos que se sirvan de manera rápida, no?