Bar Congo

Hace unas noches fuimos a cenar. Creía que no reservaban y luego resultó que sí .
Nos acomodamos en la barra del medio del local.
Había una mesa,(la mejor del local), ocupada por dos personas charlando con sendas claras de cerveza en pleno horario de cena y que se lo tomaron con calma. Eso es joder y lo demás tontería.Cuando fueron a pagar aún parecía que abonaban un banquete de bodas.
Pedimos calamares, sepia y dos bocadillos: el congo y el de brascada.
Los calamares son a la andaluza y no a la romana pero estaban buenos. La sepia me pareció un poco gomosa. Los bocatas estaban buenos sobre todo el Congo. Me parece un buen sitio para almorzar o para ese bocadillo antes de ir al cine.
El local limpio,(esta vez no había que pasar el paño por la mesa como la otra noche), y el servicio muy atento y rápido.

No conocía este pequeño bar-​restaurante, tiene muy buena pinta todo lo que tienen en la barra, los calamares están de rechupete y dicen:“cómeme”.
Otra cosa que me llamó la atención fue que estaba muy bien decorado el local, se veía muy hipster.
Es bueno el ver locales que aún están regentados por españoles. La verdad es que se agradece.
Sin duda creo que repitiré la experiencia. Es un lugar donde sin duda podríamos hacer una Unilocal kdada.

This was the very last restaurant my girlfriend and I visited in Valencia for a final bite before heading to Granada. I took a Salmon Bocadillo and my girlfriend the pasta salad, without tuna.
WARNING TO VEGETARIANS: the «vegetable sandwich» contains tuna! The staff were very nice about replacing this with the pasta salad once we received that plate, though. Hence the «4-​star-​rating». Tasty foods. Thanks for the treat, Congo Bar!
Fun vibes.
WiFi pass: congo1962

Un clásico de almuerzo y picadas en el Ensanche. Calidad, servicio y buen ambiente tras la necesaria reforma.
Aconsejables los calamares y la sepia, la ensaladilla rusa y los bocatas.

Un poco caro y mucha calor. Me tomé un café y tardaron la leche, cortado. Además tienen una terraza bastante molesta. Lo mejor el servicio, muy agradable.

Bocadillos y tapas de buena calidad y bien presentadas.
Un local muy limpio con una buena variedad de tapas frías y calientes y un abanico de bocadillos bastante amplio.
Los camareros son muy majos y el local es muy bonito.
Consejo: Te sale más a cuenta pedir dos medios bocatas que uno entero ;)

Me encantan los almuerzos en Congo! Es ya un lugar clásico para ir con mis amigos de almuercito los domingos.
La ubicación es genial, ya que estás pegadito al centro, pero separado de todo el mogollon. Tienen terracita en la mediana de Antiguo Reino y se está de lujo los dias de solete.
La comida está muy bien, tienen gran variedad de bocadillos (picadillo, tortilla de patata, mmmmmm) y tapitas (bravas, ensaladilla) y algo muy simple que yo disfruto un montón:tostaditas con tomate natural! todo está bueno, fresco, del día y generalmente bien en servido, aunque en epocas de estres como en navidades, los camareros van más locos y el servicio se resiente.
Nunca he ido a comer o cenar, pero por los comentarios que leo y mi buena experiencia con los almuerzos, le daré una oportunidad!

Este bar ha ganado muchísimo después de la reforma que recientemente le han hecho. Además, si hace buen tiempo tienen la terraza en pleno paseo de la Avd del Antiguo Reino. Recomendable para almorzar, tomar algo e incluso cenar, ya que tienen algunos platos apetecibles pero sencillos y a buen precio.

Creo que mis abuelos ya iban al bar Congo, o eso me decía mi padre que ha vivido por el barrio muchos años. Antes de la acertada reforma integral que vivió el año pasado había curioseado por allí pero nunca me había atrevido a sentarme; era auténtico pero le hacia falta una manita de muchas cosas… Y ahora está que reluce, entonces me he lanzado. Tienen tapas y raciones de gran calidad, además de platos combinados. Recuerdo una ensaladilla rusa suprema y una sepia fresca y en su punto (no me gusta que las sepias se estén dando un baño de aceite en el plato ni que se ahoguen en ajo y perejil, pobrecitas). Además de la reina del Congo, que es la Sra Tortilla de Patatas.
El caso es que pedimos al centro, todo para compartir, y estuvo muy bien el picoteo. A pesar de ser invierno estuvimos en la terraza que montan en los jardines del centro de Antic Regne y se estaba genial (con chaquetita, claro). La camarera, muy joven, fue agradable y nos atendió rápido. No sé cómo sería el servicio antes del «cambio radical», pero ahora es un sitio muy recomendable.
Además, y esto para mi son ya casi las 5 estrellas… ¡hay jazz en directo algunas noches! Se ponen en la misma puerta del bar a tocar y es una delicia para clientes, vecinos y transeúntes.
¡Viva la música en directo en los bares de Valencia! Quiero más, quiero más…

El Congo antes era un bar de barrio frecuentado por clientes de lo más variopinto. Ahora, aparentemente tras un cambio de dueños y una reforma –no radical, no estaría bien perder la autenticidad del local– se ha convertido en uno de los sitios de moda de la noche valenciana. Y mérito no le falta, la comida, el ambiente y el precio son estupendos.
Lo más recomendable si vas viernes o sábado noche es reservar las tapas que quieres tomar, porque es posible que llegues y ya no les queden, lo que ya te permite hacerte una idea de lo buenas que están.
La ensaladilla rusa es superior, con todos los ingredientes caseros y la cocción perfecta de las patatas. La sepia también buena, los mejillones a la plancha exquisitos ¡y enormes! y la tortilla de patata te la sirven entera si la encargas. Vamos, las tapas de toda la vida con la buena calidad que ha caracterizado siempre a los bares tradicionales de barrio. Y los bocadillos…¡recomiendo el chivito y la brascada! te los sacan calentitos y con el pan crujiente. Todo ello aderezado por tercios bebidos directamente de la botella, lo que me encanta.
A partir de cierta hora bajan las luces, ponen música y sirven copas, con un ambiente muy muy animado y auténtico. Tengo entendido que hay un cliente idéntico a Julián Muñoz que va todas las noches a bailar, yo sólo he ido un día y lo he visto, ¡muy divertido!
Es un local que todavía no se ha visto pervertido por la moda, convirtiéndose en uno de esos bares a los que la gente va a mirarse. Un bar donde se come bien y muy barato –cena y copa por 16 euros — y en el que respira muy buen ambiente.
Para repetir muy a menudo.

Un animado bar en el que puedes comer entre semana, suele estar siempre lleno, tanto la parte interior como la terraza. A mi hay una cosa que no me gusta: la decoración en blanco y negro… pero vaya, la puedo soportar cuando a cambio me dan bien de comer, me sirve una camarera de lo más simpática y al mismo tiempo puedo tomar el solecito de Valencia, todo ello por 9,90 € con todo incluido. Hacen un menú semanal cuyo plato principal varía cada día: lunes lentejas, martes macarrones, miercoles… vamos, como en casa de mi madre, no falla.
Me gusta el punto y me gusta el sitio, para que sea perfecto sólo le falta cambiar la decoración, horrenda para mi gusto.

El Congo era un clásico destartalado bar de barrio español especializado en sabrosos pinchos de tortilla y servir cerveza a una heterogénea clientela sin término medio: señores mayores amantes de la cerveza y jóvenes también amantes de la… cerveza.
Un reciente cambio de propiedad transformó la filosofía del local. Con respeto a los puntos fuertes del Congo –el pincho de tortilla y su bonita barra de mármol– se renovó el local (preciosos los taburetes redondos de la barra dentro de un uso general de la madera y el acero)-, se mejoró el servicio (camareros elegantemente vestidos) y se amplió la oferta.
Ahora mismo, el Congo sirve desde desayunos hasta cenas. Tiene un menú con un plato de cuchara diferente cada día a 9.90 € y trabaja el alcohol con gracia. En fin, un giro copernicano: del pincho de tortilla y la barra a servir desayunos, aperitivos, sándwiches, granizados y cocktailes.