Tengo una boda

¿Tienes una boda?. Yo estoy en esa edad en la que los amigos de mi pareja comienzan a casarse, porque los que son los míos, de momento sólo uno. Cuando me refiero a esta edad, me refiero a este año, cuando tuvimos tres bodas en el mes de junio y tres bodas en el mes de septiembre, y ya tenemos en vista tres más para el año próximo.
Estar en esta edad, es decir, tener seis bodas al año y no tener un duro, significa hipotecar gran parte de tu salario de joven trabajador, es decir, tu salario de pobre, no únicamente en el regalo que hagas o dejes de hacer. Sino en las otras cosas que suponen ir a seis bodas y no saber que ponerte en la quinta o no saber combinar lo que te pusiste en las cuatro anteriores. Todo tiene un límite y las combinaciones de ropa y complementos, sobretodo cuando son escasos, pues un límite aún mayor.
Tengo una boda es una tienda en la que por una cantidad razonable puedes comprarte un algo con lo que darte un toque diferente en la sexta boda, una vez que tu creatividad ha quedado machacada por la inercia matrimonial de tus amigos.
A la sexta boda ya creí oportuno gastarme algo de dinero en un tocado, tan de moda ahora. Tenía otro de una boda de varios años anteriores que me había comprado en el centro tras mucho buscar, pero no tenía ni ganas ni tiempo para meterme en la vorágine que es el viernes por la tarde en el centro de Sevilla, así que me di la vuelta y puse rumbo a Nervión. A medio camino me encontré con la tienda.
En tengo una boda puedes encontrar tocados bonitos, y recalco la palabra bonitos, porque algunos tocados carecen de estética ninguna. Y todo sin gastarte la mitad de tu sueldo.