Nunca sé muy bien cómo definir el estilo de estas tiendas, que están proliferando últimamente por nuestra ciudad. Son espacios diáfanos, con una mezcla de decoración moderna y vintage. La ropa me recuerda a la moda nórdica, colores suaves, tejidos vaporosos… y notablemente distinguida… Es algo diferente a las tiendas corrientes a las que estamos acostumbradas, es original a la vez que elegante. Abrieron Sandra Bas en la primavera pasada, una semana antes de la boda mi cuñada y desde que vi el montaje supe que me gustaría, pero claro, ¿una semana antes no podía esperar?, o seguramente sí, a veces nos exigimos demasiado. Al final recurrí a la confección de mi madre, buena diseñadora y modista, y el vestido me quedó estupendo. Sin embargo, cada vez que paso por Sandra Bas me quedo encantada de algo, pero no puedo: este tipo de exclusividad hay que pagarla y yo siempre ¡no puedorrr!