Sala Custom

A pesar de haber asistido en numerosas ocasiones a esta sala (Vetusta Morla, Quique González, Crystal Fighters entre otros), el sonido nunca me ha terminado de convencer (y la distribución alargada tampoco). Pero «desgraciadamente» algunos cantantes o grupos sólo han venido a esta sala, por lo que es donde he tenido ocasión de verlos.
En primer lugar, la localización es un poco mala, puesto que está en un polígono alejado de sitios donde puedas tomar una cerveza y tapa pre-​concierto, o para salir después del concierto. Además hay que desplazarse en coche hasta allí.
En segundo lugar, los precios de la cerveza son un poco caros, 2’50 € por un vaso de plástico de cerveza o tinto de verano «Latino» me parece excesivo (en otras salas los precios también suelen ser altos, pero menos).
En lo que respecta al sonido, nunca ha sido una sala que me gustara especialmente en este apartado, pero es que la última experiencia en el concierto de Zahara ya ha sido el remate. Los bajos estaban muy altos, haciendo que hubiera un zumbido unido a la batería y al bajista, y que encima la voz de Zahara no se escuchara bien del todo. Si bien es cierto que estaba desplazada a un lado del escenario, creo que la acústica debería ser buena en la mayor parte de la sala, y no desastrosa en algunos puntos.
Por último, pero no menos importante, el personal de seguridad nos trató muy mal la última vez que estuve allí, echándonos de la sala por estar esperando a que les firmaran el disco a unas amigas… «Esperad fuera, fuera de aquí». Lo cierto que nunca había tenido malas experiencias con guardas de seguridad, y la impotencia que sientes cuando esta gentuza se cree por encima del bien y del mal es muy desagradable.
Desde luego, para que vuelva a pisar la antigua sala Q y ahora sala Custom, tendría que venir alguien que no haya visto previamente en concierto y que tenga muchas muchas ganas de ver, porque sino…

Lo mejor que tiene la Sala Custom es el cartel, por el que pasan grupos, artistas, bandas y actuaciones de buen nivel y que suponen un aliciente en la agenda cultural de la ciudad.
Y ya está. El resto en la Sala Custom sirve para hacer que tu experiencia allí vaya empeorando por momentos. Para empezar, la ubicación, pues está en un polígono oscuro, en medio de la nada, sin apenas servicios alrededor, con gorrillas esperando a que llegues para aparcar. Una vez entras, ves que la sala amplia, pero carece de un elemento clave en este tipo de locales: el sonido. El sonido es nefasto, la acústica es muy pobre y el precio que has pagado por la entrada (que no suele ser barato) no merece la pena para la calidad de sonido que te están ofreciendo. Es una nave de un polígono, no un auditorio. No esperes calidad.
Sin embargo, lo peor de la sala es el personal de seguridad. A mí han llegado a expulsarme de allí por estar haciendo cola para que me firmen un disco tras un concierto. Todo de muy malos modos, sin respeto ninguno y con una actitud chula y repugnante. La denuncia está en camino.
Suerte en el futuro, pues con esta trayectoria dudo que el negocio vaya a ir muy bien a corto o largo plazo.

#LunesdeReseña
La Sala Custom, antes conocida por Sala Q es una de las salas de conciertos más famosa y grande de Sevilla.
Por ella han pasado infinidad de grupos musicales de cualquier estilo, pequeños, como mis amigos de 2 Seconds Late, hasta artistas muy conocidos del panorama musical español e internacional, como Warcry, Steve Vai, Andres Calamaro… Por lo que el buen sonido y la gran variedad musical que alberga cada fin de semana, puede conseguir que vayas tantas veces como quieras, y salgas con la sensación de haber acudido a un gran concierto.
Aparte de la música, cabe indicar que los precios de las cervezas y las copas me parecen un tanto desorbitados. Además, en mis últimas visitas me prohibían salir y volver a entrar en la sala, algo que no me gustaba nada e incluso me molesta. Eso sí, tienes una zona vallada donde puedes fumar o tomar un poco el aire.
Por otra parte, su ubicación no me gusta demasiado, ya que se encuentra en el Polígono Calonge, y esto te obliga a coger el coche para desplazarte a ella, y a su alrededor apenas puedes encontrar algún bar y poco ambiente.
Aún así, disfrutar de música en directo de calidad en esta ciudad tiene nombre, y este es Sala Custom.

Es uno de esos oasis de Sevilla en el que puedes disfrutar de manera asidua de interesantes conciertos.
Su ubicación está bastante bien comunicada, a pesar de encontrarse en un polígono

Sala de conciertos bastante amplia.
Dispone de servicio de bar a unos precios un tanto elevados, ya que cuando vas a un concierto ya pagas una entrada, no es necesario cobrar las consumiciones a percio de oro.
La sala no está bien comunicada con transporte público, a la salida es muy complicado encontrar un taxi.
A su favor, decir que la agenda de conciertos es de lo mejorcito de Sevilla, todas las semanas tienen un concierto bueno.

Bueno, la sala me pareció muy correcta. Amplia, oredenada para entrar y salir, buerna ventilación y buena acústica. amos, lo mínimo que se le debe pedir a una sala de conciertos.
Que me cobraran tres leruitos por un refresco después de pagar una entrada de 20 me pareción un atraco a mano armada pero en mayúsculas.

Sala de conciertos situada en el polígono Calonge, de las pocas de estas características que por desgracia van quedando en Sevilla. No suelo frecuentarla mucho, pero he venido un par de veces a conciertos de blues y el pasado sábado volví con motivo del concierto de Love of Lesbian.
Es una sala amplia y cómoda con el escenario al fondo, de tal manera que, si lo deseas, puedes librarte de las aglomeraciones y ver a tu grupo favorito cerveza en mano desde la retaguardia, que fue la opción elegida el sábado.
Buena acústica y cervecitas a precio asequible mientras escuchas buena música… como diría George Clooney, ‘What else?’ ;)

La Sala Custom rescata lo que anteriormente se conocía como Sala Q. Tras cerrar ésta pasaron unos meses antes de que la Custom se inaugurara con un concierto de Andrés Calamaro. Es la sala de conciertos más grande de la ciudad y ha mejorado las deficiencias que teníà la anterior (más presupuesto = mejor sonido). Todos los fines de semana ofrece conciertos de estilo variado. Lo mismo un día toca David de María y al siguiente Reincidentes. Los precios de las bebidas no son caros, el precio de los conciertos depende del grupo que toque esa noche. Está en una zona apartada de la ciudad, el Polígono Calonge, pero el taxi al centro puede costarte entre 6 y 9 euros. En el exterior tiene un puesto ambulante de bocadillos, hamburguesas y perritos por si te ataca el hambre.

Esto es una recién decidida a preparar oposiciones que sale de su primera clase en la academia con una angustia en el estómago… y todo el tema ahí mismo, cual ladrillazo metío a presión. Una llamada, un coche que te recoge y un conciertazo.
Si de vez en cuando necesitas un chute de live music, porque si no, no funcionas, aquí encontrarás una programación ecléctica y por tanto seguro que te apuntas a algo. Y además, justo en frente hay un bar colombiano de cerveza barata, carne a la parrilla y alegría por doquier.
En el Polígono Calonge, o sea con coche y no callejees demasiado que se ven cosas raras ¡Ah! Los horarios de apertura en función de los conciertos programados.

Esta sala, la que fuera Sala Q, es la más grande de Sevilla. Ahora sigue siendo igual de grande pero sonando algo mejor.
Para los conciertos a los que se prevé gran afluencia de público es la mejor opción que tiene el grupo, desde luego.
La única pega, al menos para mi, se convierte también en una ventaja.
Está en el Polígono Calonge, lo cual casi «ogli