Auf unserem Besuch in Sevilla haben wir im Picalagartos eine Pause eingelegt. Das Ambiente ist toll; einfach und authentisch. Negativ kann vielleicht auffallen, dass aufgrund der Lage in der schmalen Gasse gelegentlich Abgasgeruch ins Innere dringt. Die Bedienung war sehr freundlich und schnell(ebenso die Küche). Wir entschieden uns für folgende Tapas: einen Mini-Hamburger, ein Sandwich mit Serrano-Schinken und Iberischem Schwein sowie einen Spanischen Kartoffelsalat. Alles hat uns hervorragend geschmeckt, war schön angerichtet und frisch zubereitet. Zusammen mit drei Softdrinks haben wir lediglich 13 Euro gezahlt. Wir waren rundherum zufrieden mit unserem Besuch. Anmerkung am Rande: Es gab auch Speisekarten auf Englisch — für diejenigen, für die das eine Entscheidungshilfe darstellt.
José I.
Tu valoración: 5 San Juan de Aznalfarache, Sevilla
Tan típico y anclado a Sevilla, tan bohemia su ventana a la calle, que he decidido iniciar aquí mi próximo libro.
Irene G.
Tu valoración: 4 Sevilla
Siempre me ha gustado mucho este sitio. Porque es de toda la vida, porque me encanta su decoración y su ambiente, y porque la verdad me trae muy buenos recuerdos. Yo diría que es una de mis«cafeterías» preferidas del centro. Es un sitio peculiar, pero tranquilo y un poquito añejo. No le falta de nada! Tiene un par de mesitas en la entrada para los que prefieran aire fresco. Dentro, y dispuestas en planta baja y planta superior, tienen bastantes mesitas, pero tranquilos, que es un sitio que no suele tener muchos clientes. Me encanta que tienen prensa, y sobre todo tableros de oca, parchis y ajedrez disponibles para los clientes. Más de una partidita al parchís me he echado yo en esas mesas… Tienen una carta de tes muy buena, cafelitos, copas… También varios tipos de rooibos(estoy enganchada…) pero sorpresa la mía cuando he visto que ahora también ofrecen tapitas! No es una gran variedad, pero me ha parecido interesante. No he probado nada porque ibamos solo a tomar algo, pero ahí dejamos esta novedad… La verdad hacía bastante que no iba, tal vez ya lleve tiempo… Recomendadisimo.
Virginia C.
Tu valoración: 5 Macarena, Sevilla
Picalagartos, es de esos lugares que encandila desde que lo ves desde fuera(con sus mesitas colocadas dentro de un espacio que bien parece un balconcito con vistas a una calle con mucho encanto), y que cuando entras te enamoras: de su azulejería, su ambiente, su música… Un sitio que frecuento muy amenudo y sobre todo para hacer tareas: aclarar dudas de los estudios, o mi punto de encuentro fiel con mi intercambio inglesa del año pasado, la cual también adoraba este lugar. Escogí este, y no otro, porque al fondo del todo y a la derecha, dispone de una pequeña sala muy apartada del ruido, yo creo destinada para ese uso, donde encima se estaba fresquito cuando ya se acercaba la calor en Sevilla. Es un lugar para tomar algo, desde refrescos, cervezas o cubatas, a un precio razonable y acompañado por frutos secos, por lo que suele estar lleno, aunque entre semana está menos frecuentado. Incluso en Navidades es de eso sitios de visita obligada, porque muchos grupos de amigos sevillanos se reúnen allí para cantar y tomar vinito, haciendo de esas fechas una época más entrañable y todo un atractivo para esos turistas que nos visitan.
Alejandro P.
Tu valoración: 4 Dos Hermanas, Sevilla
Uno de los sitios donde entras a tomarte un café/cerveza/copa y cuando te has dado cuenta han volado las horas. Un lugar muy acogedor.
José A.
Tu valoración: 4 Graz, Austria
Ya ha pasado mucho tiempo desde la última vez que estuve por aquí. Pero mantiene esa esencia que siempre te invita a volver y pasar la tarde. Disfrutando con los amigos de un buen café con un trozo de alguna de sus deliciosas tartas caseras, o algún cubata, según tengas el cuerpo preparado. Pero ese aroma especial que tiene este local de lo da su decoración. Su fantástica música de fondo y esa fantástica oportunidad que te dan pocos locales de pasar las horas con tu bebida jugando algún juego de mesa o a las cartas con los amigos.
Arantxa S.
Tu valoración: 4 Sevilla
¡El Picalagartos! Un bar mítico en Sevilla, se agradece su punto bohemio en pleno casco histórico, lleno de bares de tapas más típicos. Tiene ese aura acogedora de café-tertulia con encanto. Para mí es además un lugar muy especial, pues en ese bar se gestó el nombre de mi compañía de teatro: unos amigos, una pasión artística, unas cervezas y zas: Cuatro Gatos Teatro apareció de la nada en la atmósfera tranquila y cálida de la parte de arriba.
Ana C.
Tu valoración: 4 Sevilla
Un café tranquilo, una tarta compartida, una tarde en la que decides trabajar con el portátil fuera de casa para despejarte, este es el bar perfecto. Un café al más puro estilo francés pero con la impronta andaluza en los azulejos y en el ambiente. Intelectuales leyendo, turistas consultando una guía acompañados de un té verde y arriba grupos de jóvenes jugando al parchís, al dominó o a las cartas. A la vez, sala de exposiciones fotográficas y de obras de pintores sevillanos del momento.
Julio L.
Tu valoración: 4 Sevilla
Hay sitios en los que tomarse un café rápido y otros que te invitan a quedarte más tiempo, en los que tienes ganas de echar la tarde. El Picalagartos es uno de esos sitios y no sé muy bien por qué. Se encuentra muy cerca de la catedral, por lo que siempre tiene guiris, pero eso no le quita algo auténtico y autóctono que hace que también vaya gente de la ciudad. Sus paredes son de azulejos sevillanos y le dan un punto bonito, de café antiguo para tener conversaciones interesantes sin que importe el tiempo que pase. No es que el resto de la decoración sea exquisita, porque las exposiciones que tienen a veces son un poco feas y hay otros elementos del bar que no concuerdan mucho, pero esos azulejos le dan un aire de que allí antes había señores que arreglaban la cultura de la ciudad. Sea como sea, es un clásico, un lugar con carisma. Tal vez, después de todo, lo que lo haga más acogedor es ver de vez en cuando a gente jugando al parchís, algo tan doméstico y pausado que habla de un sitio al que se puede ir sin prisas, todo lujo hoy en día.
IÑIGO j.
Tu valoración: 4 Sevilla
«El Picalagartos» es otro de los clásicos del centro. A mi igualmente me recuerda a las tardes lluviosas de facultad en las que, mejor que escuchar la charla dogmática del profesor-carcamal de turno que abundaba, en mis tiempos, en la hispalense, te ibas a tomarte un café o una Woldang con los compañeros y a echar una partida de ajedrez en la que seguramente ejercitarías mas el cerebro. Igualmente es adecuado para quedar con ese«intercambio» extranjero con el que quieres practicar otro idioma y de paso impresionarlo con un lugar que destila un aire tan histórico y bohemio. Yo soy mas de la planta superior.
Clara M.
Tu valoración: 4 Sevilla
Para mí, el único bar cercano a la Catedral que merece la pena. Cuando estés harto de bares de guiris y cartas en inglés y en alemán, el Picalagartos está ahí, con sus mesas construidas sobre máquinas de coser, sus sillas de madera y, lo más importante, los azulejos. No sé cuánto tiempo llevarán ahí, ni qué era el Picalagartos antes de ser bar, pero te aseguro que esos azulejos no se pusieron ayer. Es un local muy agradable para tomar un café por la tarde(o bien entrada la noche, no apagan la máquina). Tiene dos espacios, el de abajo, con unas mesitas cerca de la barra, y un salón más grande arriba(donde también se encuentran los servicios), más adecuado si vas con un grupo grande. Tienen juegos de mesa, así que un buen plan para una tarde lluviosa puede ser reclutar a algunos amigos y echar la tarde entre cafés y «tiro porque me toca». Aunque ya se sabe que numerosas amistades se han roto después de una partida de parchís, tú sabrás…
Patricia M.
Tu valoración: 4 Sevilla
Siendo nieta de modista no puedo dejar de tener predilección por este bar que tiene mesas de máquinas de coser. Y ahí estoy yo, dale que te pego al balancín, mientras degusto la infusión y me enamoro por momentos de la teterita roja. No es el más barato para café, tarta o copeo, pero merece la pena porque es un bar para estar. Vamos que es grande y amortizas el café, la copa o el refresco. Me parece un sitio ideal para conversaciones pendientes, o profundas. Y para encuentros navideños con gente que hace tiempo que no veo. Y allí también fue donde me reencontré con el gallego que fumaba negro y me dejó loquita a los 19. Hay WIFI y suele exponer obras de arte en sus paredes. Ambiente acogedor y agradable.
Lucía V.
Tu valoración: 4 Sevilla
Yo relaciono el Picalagartos a mi pandilla de la facultad, con la que iba y pasaba horas jugando a los juegos de mesa y bebiendo Cola Cao. Este bar es uno de esos sitios carismáticos y con muchos años y público a sus espaldas que te hace sentir especial sólo por estar allí. La clientela, además de variada, tiende a ser del tipo bohemia y amante de la charla: ya sabes, poetas, pintores y músicos de todas las edades, aunque a la gente mayor se le nota más eso de no haber adoptado una serie de convencionalismos(estéticos y de carácter). Quizás sea sólo apariencia, estén aborregados y se lo pasen bomba viendo la tele en su casa, pero no lo parece.