Moss

El sitio es lo que llama pero no lo recomiendo, al menos para el café. Como es tan usual en Sevilla, una persona para veinte mesas. Resultado: servicio pésimo. No tiene Wifi y no tienen ganas de agradar. Las mesas son pequeñas y las vistas no compensan. Yo desde luego no volveré y probaré otras opciones en el entorno de «las Setas».

Son varias veces las que he pasado por Moss ya, será por su situación, pues me pilla cerquita de casa, o ambiente, tranquilo en donde poder tomarte una copa y charlar con amigos, que se ha convertido en una de mis primeras opciones a la hora de responder a la pregunta de «¿dónde vamos?» después de una comida o una cena, o simplemente tomarte algo por la tarde.
A pesar de que dentro del local se permita fumar, normalmente no tiene un ambiente cargado ni te vas con el rastro de olor a tabaco como en otros sitios, con lo cual mola tanto para los más fumadores, como para los que no lo somos.
De precio lo normal en este tipo de bares, entre 6 o 7 € la copa. La atención buena, nunca he tenido ningún tipo de problema y se permite pagar con tarjeta.

Local de copas justo debajo de las setas con buen ambiente (público de unos 30 años de edad) y buenas copas. Estuve hace no mucho y la verdad es que se está muy a gusto, la música no está excesivamente alta, las copas están bastante bien y con precios bastante buenos para la zona en la que se encuentran (tienen flyers con los que se te quedan a 5 €).
Para mi, la gran pega que tiene es que en el local se puede fumar en su interior ya que no está completamente cerrado y se adaptan bien a la normativa.

Música en directo.
Terraza agradable.
Precios competitivos.
Gran variedad de cócteles, en falta los sin alcohol.
A pie de calle y buen servicio.
Seguro que estará de moda en época de buen tiempo.

Buenas copas, buen ambiente y buen enclave.
Es uno de esos sitios con terraza en los que tomarse una copa mientras disfrutas de estar sentado en pleno centro de Sevilla.
Quizás uno de sus inconvenientes sea la falta de aire acondicionado en el interior. Esto, debido a la cantidad de plantas que tienen, hacen que la atmósfera esté bastante cargada y no se pueda estar del todo a gusto.

Una auténtica decepción. Pensaba que encontraría un bar con buenos cócteles para disfrutar de una buena combinación bien preparada. Sin embargo la carta de cócteles es bastante normalita, sin salirse mucho de algunos de los típicos, que no los clásicos. Los cócteles, además, no están bien preparados, y es que hacer un cóctel es un arte que hay que saber hacer bien y no lo puede hacer la primera persona que esté en la barra. Tengo que decir en favor de la camarera que era un encanto y muy atenta, pero no tenía formación de coctelería, simplemente.
El espacio, debajo de las Setas no es demasiado atractivo, aunque supongo que a algún guiri le gustará. La decoración no está especialmente bien y con algo de mala suerte puede. Esaparse olores del mercado.
Intentaré darle una oportunidad más esperando que mejoren ya que tienen un sitio muy frecuentado por mucha gente.

Si decimos que hay una coctelería en pleno centro de sevilla, justo en la plaza de la Encarnación, suena bastante bien. Sobre todo en una ciudad donde no abunda este tipo de negocios, claro que podemos encontrar cócteles en muchos establecimientos pero no ofertas específicas. Sin embargo la propuesta de Moss es bastante decepcionante.
Ya hemos visto como la aceptación de los negocios en el complejo Metropol-​Parasol es bastante irregular, y aunque la plaza se ha reactivado (principalmente porque ha dejado de estar en vallada después de más de treinta años) los negocios mas ordinarios están teniendo éxito, mientras que las propuestas que podrían ser distintas acaban no consiguiéndolo y llenándose de clientes accidentales.
El Moss es uno de esos negocios que ha intentado ofrecer algo especial. Situado en la planta baja, a la altura del mercado, bajo las escaleras mecánicas que dan acceso a la plaza elevada el espacio donde se ubica no deja de tener aspecto residual, como de recoveco aprovechado. La decoración no consigue mejorar esta imagen en la que la presencia del falso techo acompañando el pliegue del forjado resulta imposible de mitigar. Unos sofás poco cómodos y unas mesitas poco acertadas se complementan con unos horribles maceteros donde crecen olivos enanos. Por si fuera poco una iluminación exagerada y pasada de moda completa la propuesta. La música tampoco ayuda, aunque baja de volumen, suena más a fiesta electrónica que a bar.
Aunque evidentemente lo más importante de una coctelería son los cócteles. En este caso tampoco consiguen el aprobado, una escuetísima carta que ni siquiera incorpora cócteles con base de whisky o bourbon. Pude probar el Long Island y el Cosmopolitan y ninguno de los dos mereció la pena, sabían a cóctel pre-​preparado sin nada que ofrecer. Además son caros.
En medio de todo esto, destaca el servicio, toda el establecimiento estaba a cargo de una chica simpatiquísima y empeñada, que a pesar de su voluntad no puede atender un local tan grande con velocidad, ella sola para barra y servicio en mesa. Posiblemente si el negocio contara con un barman en plantilla y servicio de mesas aparte todo sería distinto.
Solo espero que la oferta se reformule para mejorar, porque soy un gran aficionado a los cócteles y me encantaría contar con una buena oferta en la ciudad además de los bares de los hoteles.

Ya sabemos que bares y sitios para tomar copas en Sevilla hay a patadas, pero ahora viene lo que diferencia a este de los demás: Se puede fumar (eso para los fumadores, para el esto se que no es una gran noticia pero también tiene su aquel). Aunque esté permitido, no te vas a encontrar el típico sitio atestado de humo, ya que esta abierto y por lo tanto está oxigenado.
La decoración es estupenda, y tienes varias zonas según gustos: terraza, mesas altas con taburetes, un gran olivo con una maceta/​barra o mullidos sofás, y todo ellos rodeado por infinidad de plantas que dan el contrapunto a estructuras metálicas que recuerdan a naves industriales. ¡Y todo esto en pleno centro de Sevilla! Si sabes donde están las famosas setas no te costará trabajo encontrarlo ya que está justo debajo de la gran escalera.
Su carta es bastante extensa y tienes desde cafés y tés con tartas, hasta infinidad de marcas de bebidas pasando por variados cócteles (reseñables la caipimiel, la caipiblack y el daiquiri de fresas naturales… mmmm!), los cuales preparan con todo su amor Valeria, Cristiano o Rafa: Olé por ellos!
Y ya no os cuento más, si queréis saber de lo que estoy hablando pasaros por allí y ya descubriréis que más podéis encontrar…