Lorca

Estás haciendo algo importante, y cuando menos te lo esperas… se queda el bolígrafo sin tinta. ¿A quién no le ha pasado eso alguna vez? A mí me ha pasado esta misma mañana. Y es que soy un maniático, no me gusta apuntar las cosas en móvil. Por eso siempre llevo una libretita y un boli encima, por si tengo que apuntar algo (un número de teléfono, una dirección, un mandado…).
Como iba diciendo, esta mañana mi bolígrafo dijo «hasta aquí hemos llegado». Andaba por la zona de La Macarena, así que tampoco me preocupé mucho. He jugado mil veces al fútbol en las pistas del Instituto Macarena, y me consta que por allí hay muchísimas papelerías (no obstante, la facultad de Medicina está al lado justo). Ésta fue la primera que vi, así que, para adentro.
El local es enorme, pero está oscuro. Pese a lo grande del local, el espacio para los clientes es poco. La mayor parte está ocupado por la trastienda, en la que se amontona cantidad de material, y algunas fotocopiadoras. Tras el mostrador, una mujer de aspecto agradable, que me pregunta qué quiero. Le pido un bolígrafo, «el más barato que tenga». Así que me trajo un Bic de los azules, los de toda la vida.
Cuando fui a pagar, el suelto que llevaba no me alcanzaba, así que saqué de la cartera un billete de 10. La buena mujer me dijo que andaba regular de cambio, que si no tenía algo de suelto. Saqué el suelto, todo en chatarra, y, efectivamente, me faltaban seis o siete céntimos. Con toda amabilidad, la mujer me dijo que me los perdonaba. Le di las gracias, no sin cierto rubor. Sé que puede parecer una chorrada, pero soy de los que piensa que seis céntimos son dinero, y no me gusta ir de gorrón por la vida.
Así que, la amable mujer, me arregló la mañana. A costa de perder cierto margen de ganancia. Con la que está cayendo, no en todos los establecimientos hacen eso. Así que mi aplauso para la Papelería Lorca y su maravillosa encargada.

En esta copistería del barrio de La Macarena van bien las cosas desde que abrio a principio de los años 90.
Por aquellos entonces era la única junto al instituto Macarena, y a la chica y su madre las traíamos locas con tanto chavalerío por allí y tanta fotocopia, pero sobrevivieron a eso y a la apertura de varias copisterías más en la zona, alguna incluso en la misma calle, pero para nada han perdido clientela pues las nuevas facultades que han trasladado del centro de la ciudad al barrio han beneficiado sin duda a ésta y a las demás papelerías del barrio, incluso me atrevo a decir que si hubiera alguina más por la zona también le iría bien la cosa.
Esta chica y su mami de la papelería Lorca están hechas ya unas auténticas profesionales del sector y ya te hacen hasta revelado de fotos, a muy buen precio por cierto, 0,15 euros por foto. Me gusta tener mis fotos en papel y hacer distintos álbumes de cada viaje que hago, cuando tengo más de 100 fotos listas me paso por Lorca que me pilla al lado de casa de mis padres.

Papelería copisteria de barrio regentado por Encarni, una chica muy maja que lleva trabajando allí al menos 15 años. Sus padres que a veces aparecen por la papelería eran los encargados de la cafetería del Instituto Macarena al lado de la copisteria, y hacían unos bocadillos de tortilla de patatas que quitaban el sentío.
Encarni gestiona muy bien la papelería y tiene material escolar y artículos de imprenta. Tienen mucho trabajo porque a parte de las copias para el instituto también tramitan las copias de la facultad de medicina y a veces de la de odontología.