esta cafetería es pequeña, pero tiene una buena clientela, y se puede comer comidas caseras piza pastas y menú del dia .y pir supuesto un buen café que ya en pocos sitios te saben poner un café bien bueno, y pir supuesto en semana santa no se puede nientrar de gente, me gusta mucho!!!
Jesus v.
Tu valoración: 4 Sevilla
Es la cafetería desconocida de la campana, esta justo al lado de ella, pero muy pocas persona sabe que existe, el escaparate me llama la atención siempre lleno de muñequitos de pequeño tamaño, desde pequeño siempre me he parado para ver el escaparate. Muchas veces me he parado en el bar para tomar café, me encanta sentarme en las mesitas que tienen dentro, estas como en casa con esos manteles de vichi blanco y azul, los pasteles están muy buenos y muy frescos. Tambien se come pero yo nunca he comido allí. El bar esta muy desfasado en la decoración, con la barra de acero inoxidable y los espejos, tiene una decoración de los años ochenta. El café me gusta bastante es Soto, no lo venden en muchos sitios, pero me encanta el sabor. Me sirve siempre un señor de mediana edad, que es bastante agradable.
Felipe r.
Tu valoración: 3 Sevilla
Rara vez había visto esta cafetería llena si no es en Semana Santa, nunca me había dado por entrar pero un día que llovía mucho me metí en ella hasta que dejara de llover un poco, me pedí un café y me enamore del sitio, no por lo bonito, no, ni mucho menos, me recordó a los bares de almuerzo de Lisboa, mismos manteles, mismo alicatado hasta el techo, misma distribución del local… solo faltaba el dependiente despachando vestido de traje de chaqueta. Aquel día comprobé que los empleados del Corte Ingles que viven lejos y trabajan a turno partido vienen a comer aquí, tiene buena carta de comida casera, platos combinados y freiduría variada. Para el café pocos pasteles finos y mucha bollería, cuñas, caracolas, cañas, napolitanas y poco mas. Para un apuro puedes comprar algunas cosillas de alimentación o cajas de bombones para regalo. El local es pequeño y con pocas mesas y sillas pero eso no lo hace agobiante, lo contrario, le da al lugar un aire acogedor que gusta… y transporta.