En Noviembre de 2009, tuve un arrebato de generosidad y quise compartir con mis amigos, una de las mayores aficiones y amores de mi vida que es el Jamón Ibérico de Bellota. Compré una paletilla para comérnosla en mi casa el día de mi cumpleaños. Y vaya compra! Lo anecdótico, es que a pesar de la oferta de invitar a jamón sin límites a todo el que viniese, no se crean que vino mucha gente, dio la casualidad de que muchos amigos tenían cosas que hacer y otros estaban fuera, total, mucho no importó porque cupimos a mas jamón por cabeza. Pero vamos, a partir de entonces, invito a un cutre botellón y pista, les aseguro que viene mas gente, paradojas de la vida, no se si todo el mundo estará jarto de jamón en estos tiempos. Lo pasamos genial, tuvimos una sobredosis de jamón y vino tinto cuyos efectos duraron días. Lo bueno fue que la paletilla aguantó una temporadita en casa. Todos los días, en alguna comida había un platito del rojizo manjar, eran tiempos felices para los míos y para mi. Recuerdo cuando la compré en esta tienda, el hombre que me atendió la trató con un cariño inmenso, incluso cuando la abrió y me la dio a probar, no he vuelto a comprar una, cuando voy a casa, de vez en cuando hay suerte y hay alguna. Se que si no estoy en Extremadura, cuando vuelva a querer comprar una, lo haré en este establecimiento. Espero que para esa paletilla venga mas gente, invitados quedáis.