La Bodega de Alfalfa

Can’t beat the prices for decent food. Yes they have plastic menus in English (combined with German!) but we had traveled all day and were starving so this fit the bill. huge list to choose from so sure to find something to hit the spot. Sat and the bar and had good, friendly service. Speaking a little Spanish seemed to go a long way. Wine was only € 1,70 for a decent pour so can’t get enough of that! Gambas al ajillo was the most expensive thing we chose-​a plato for € 10,50 but they came out sizzling hot with a nice kick of garlic and hot pepper. Great to soak up the oil with the breads. Other selections were tapas portions all € 2,50. Spinach and grabanzos hot and fresh, croquetas con bacalao decent and red shrimp croquetas ok but only a little shrimp flavor. Lamb skewer was decent.

Not great. The menu is unimaginative and the meat overcooked. The fish was reasonably good, though.

I’m studying abroad for a semester in Spain, and these were the best croquetas I’ve had. Took my girlfriend here twice in one week! Friendly service, local atmosphere, and very fair prices.

Tous les guides (lonely, routard voir Hachette) vont vous envoyer vers le bar «alfalfa».
Mais dans cette même rue il y a beaucoup mieux: La bodega de la Alfa !!!
Un lieu magique comme uniquement l’Espagne sait le faire: du monde, du bruits, de la foule, une vraie ambiance !!!
Frayez vous un passage au bar et la profitez du spectacle.
Excellentes tapas, super plats à base de riz (façon paella) et des prix très doux.
À recommander vivement, l’un des meilleurs bars de Seville que j’ai pu tester.

Place is often crowded, a good sign. We had to wait to have a table with the kids. Good tapas, good quality at affordable price. Waiters don’t wait, they hurry all the time but still friendly. Orders are taken at tables. Or live orders at the bar and for high tables.

El queso estaba espectacular. Las coquinas y el solomillo al wisky de categoría! Buen ambiente y excelente servicio.

Es un bar de tapas que me gusto, tienen buenas tapas, tienen variedad, y buen servicio, y el precio es aceptable, estuve ha gusto volveré a pasar por allí

We decided to go here recommended by someone from Sevilla. This place has a lot to pick from. We ordered 2 plates and 2 tapas and everything we ordered was delicious. The waiter was attentive and also recommended some tapas! I would definitely recommend this place to friends and family. We also ordered a carafe of sangria. Portions are good and prices are great!

We came here after a day of sightseeing but honestly we were both a little disappointed. The place was way more touristy than I would have liked. They even have English menus. Not that that’s terrible per se but the tapas itself were not that great and more expensive. We ordered a handful of dishes and none really stood out. The bacalao was good and it seems like that’s what all the reviews talk about. The dessert we ordered was also really good. But in comparison, La Taberna was definitely so much better and for fancier tapas Mechela was also at a different level than this place. My recommendation? Stay away from this place and find a more authentic taperia.

Très bon tapas traditionnels. Un vrai resto à l’espagnol. Choix varié et peu chèr.

Hace relativamente poco, la famosa y tradicional «Bodeguita Alfalfa» sufrió una remodelación. Algunos la defenderán y otros no, pero para mí esa reforma se ha llevado consigo gran parte de la famosa bodega.

¿Dónde han quedado los montaditos expuestos en la vitrina de la barra que te gritaban «¡Cómeme!», y que te calentaban unos minutos para que quedaran crujientes y perfectos? Algunos siguen en la carta, otros no (entre ellos el que era mi favorito, el «picoso»). El resto de la carta sigue más o menos igual, compuesta por tapas y platos tradicionales como la carrillada, solomillo a las diferentes salsas… entre las que cabe destacar a mi juicio el mambrú (queso de cabra gratinado con cebolla caramelizada).
La remodelación ha quitado los típicos barriles, añadido mesas bajas en el local, y ha cambiado esa distribución tan rara (y propia) que tenía, pero a cambio ya no puedes tomarte la tapa en la barra, ahora estás obligado a sentarte en una de las mesas del local (tarea difícil debido a la afluencia del bar). Y eso sí, lo que la reforma no se ha llevado consigo es ese permanente tono guasón y a veces cara dura del cuerpo de camareros.
Concluyendo, La Bodega de Alfalfa era de mis bares favoritos, un sitio por el que merecíà la pena desviarse o andar un rato con tal de tomar unas buenas tapas y disfrutar de su ambiente… Ahora simplemente es un bar del montón que ha perdido gran parte de su carisma, tradición, y sabor.

Tonight visited La Bodega and had a great meal. My husband had croquettes of shrimp, ham and bacon with a brava sauce. Excellent! I had a waiter recommendation of a brochettes of prawns, monkfish and peppers and onions. It came with a pretty good aioli sauce. We both really liked the dish. The prawns were perfectly cooked and the monkfish was mild and tender. Along with 3 tinto de veranas, our bill was about 22 €.

La reforma que le han hecho a la bodega ha hecho que gane bastante, siendo ahora un espacio mucho más acogedor. Al llegar, en vez de entrar y encontrarte con la barra de frente que tapaba gran parte del bar, la han puesto a la derecha y se ve mucho más espacioso y luminoso. Bien es verdad que ha perdido personalidad y ahora se parece a mil sitios.
Además de sus montaditos, que son lo que más tirón tiene en su carta, están muy ricas las cosas que tienen con bacalao o en general cualquier tapa, así que por muy ricos que estén los montaditos, tal vez te merezca la pena saltártelos y probar algo nuevo :)

Situado en plena plaza de la Alfalfa, es un buen sitio para tomar una cervecita bien fría con un montadito.
Actualmente han hecho una reforma del local, lo cual creo que le ha quitado solera y le hace tener aspecto de franquicia. No obstante, es verdad que le ha dado más amplitud y mejor distribución.
Recomiendo la tosta de boquerones con salmorejo, espectacular! o alguno de sus innumerables montaditos como el de pringá, magnífico!

My husband and I loved hanging out at this bodega while visiting Sevilla… and we visited it several times in the evening. As a matter of fact, now back at the states, we regularly mention how it would be ideal to have a place like this and enjoy afternoons there… we always remember this little hole in the wall with fond memories.
First off, it was convenient as it was within walking distance of our hotel (Abanico) and it always had a great local crowd mixed with some foreigners (heard Italian on a few occasions). There were young, old, couples, groups of friends, and people that were enjoying the afternoon solo (not something we noticed happened often in Spain… they are highly social and what seems to be communal people)… just about all kinds of people.
It was right off a small street, so it had a lot of people coming and going; the gentlemen behind the bar were always quick and helpful in answering questions we may have had. What I appreciated the most was that all the bocados and bocadillos, as well as the tapas, were on display under glass, so we were able to see what the dishes looked like… it also helped us try out new things once we asked «que es eso» and they’d explain what it was. They had both English and Spanish menus, for those visitors not familiar with Spanish.
We ate a variety of things (sorry, no pictures) but their bocadillos were great — filling, simple with just chorizo (or morcilla) and cheese, yet still flavorful and memorable when combined with the cañas we tossed back there. This place was very affordable and we always walked out full, happy and not broke.
We actually had some of our best ‘local’ experiences here, as crowded as it was. It felt true to local customs: simple and unpretentious, yet full of life, passion and energy (I’m sure that was because of the staff and the local crowd). also a great people-​watching spot as you stand & much and drink at the tall barrels in the bodega. you can relax, and watch as people go on about their lives. I’d happily return over and over to this place.

Hacía tiempo que no pasaba por La Bodega y he comprobado que no ha perdido en absoluto su esencia. Iba con un grupo de amigos que nunca habían estado, así que cuando vieron la carta, empezaron a apuntar en un papel algunas raciones que querían probar. Pero ahí estaba yo para decirles que ni hablar, que primero empezábamos por los montaditos. Se quedaron con una cara como diciendo «oye, que montaditos hay en todas partes, queremos otra cosa». Pero logré que me hicieran caso.
Resultado: caras satisfechas y barrigas llenas. Yo comí uno de pringá y otro de lomo con queso. Geniales como siempre. Otros que pedimos llevaban salmón, solomillo con roquefort,… Añadimos un plato de jamón que lo tenían de oferta a 5,50 euros. No ha sido el mejor de mi vida pero sí muy aceptable.
Me senté en la parte del fondo, junto a las botellas de vino, y tuve que aguantar un poco la guasa del camarero, pues era él quien me pedía que le suministrara los vinos como si yo fuera el sumiller (y ojo que lo hice ¿eh?). Así que fue una noche divertida, diferente y que seguramente volveremos a repetir.

Es uno de los bares más bulliciosos de mi barrio, de los que le da esa alegría que es uno de sus rasgos más característicos. Siempre tuvo su gracia, pero desde que cambió de dueños se tapea mucho mejor. La pena es que entonces perdió el gran cartel anunciador para los festejos a celebrar en la Maestranza que había junto a la puerta. Era algo que dotaba de mucha personalidad, no solo al negocio, sino a la propia Alfalfa.
Un arco abierto da paso a su barra, formada por múltiples barriles y con la cocina a la vista de la siempre numerosa clientela. Por derecha e izquierda se accede al interior, donde hay varias mesas para comer con más tranquilidad. Tiene un salón abierto, lleno de fotos cofradieras, que puede reservarse para comidas algo más concurridas.
La Bodega es el típico sitio donde elegir lo que quieres tomar supone un auténtico agobio: si quieres un montadito, hay de todos los tipos posibles; si una tapa de cocina más elaborada, no faltan los guisos clásicos junto a otras cosillas más innovadoras. Muy recomendable es su ensaladilla, suavita y con los ingredientes muy trituraditos. La cerveza y el vino son buenos y el ambiente y los camareros también. Para colmo de bienes, no cierra ningún día de la semana.

Este bar siempre esta lleno, por algo sera. A los camareros se les ve un poco estresados siempre. El bar no es muy comodo, porque no tienen muchos sitios donde sentarte, pero si te quieres tomar algo rapido y salir pitando es un sitio muy apropiado para eso.
Su cerveza esta muy fria y tienen buena carta de montaditos y tapas tipo abaceria, tienen tambien vinos y marisco.
El sitio es bonito y limpio, los camareros aun a pesar de no tener tiempo ni de mirarte arienden a cada cliente de una forma especial como si no hubiera nadie mas en el bar.
En Semana Santa es imposible de entrar, la gente se agolpa en su interior y en la puerta como si regalaran las cosas. Le falta terraza, una pena que la peatonalizacion de la Alfalfa se quedara a sus puertas.
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Este bar Se encuentra casi en la plaza de la alfalfa, un poco antes de llegar a ella desde la calle Águilas, es un bar típico sevillano, con barra muy larga, y poco sitio para sentarse, siempre esta lleno y a veces hay mas gente fuera que dentro, por la forma de su entrada un gran arco, no se sabe cuando estas dentro y cuando estas en la calle.
En semana santa es imposible tomarte algo allí, como sabéis es una zona muy de paso en semana santa.
Es un bar que siempre esta muy limpio por lo que te invita a comer, los langostinos no lo probé porque eran un poco caro para mi bolsillo, pero los montaitos riquísimos, el Rioja y la manzanilla muy buena.
Todo tiene muy buena pinta, y las aceitunas buenísimas
Me encanta para tomar una cerveza con un moniato rápido, pero no me gusta comer allí, yo y mis amigos somos de sentarnos tranquilo para comer.

La actividad no cesa en La Bodega de la Alfalfa, el grifo de cerveza apenas tiene tiempo de estar cerrado y sus camareros corren tras la barra para poder atender lo más rápido posible a sus clientes.
El encargado de este bar es mi gran amigo Fran, y llevo frecuentándolo desde hace ya siete años en los que me ha pasado casi de todo, ya que muchos días entre semana aguardaba el cierre del local para tomarnos la última en un ambiente más distendido y sin el local abarrotado.
En feria abren todos los días, incluso decoran el local con farolillos para ambientarlo mucho más, no va mucha gente y es el lugar perfecto para almorzar como Dios manda ande de marcharnos para el real. Es una recomendación muy váilda, porque muchas son las personas que demandan durante los días de feria sitios tranquilos en los que comer antes de desplazarse a Los Remedios.
Tienen unos langostinos de Sanlúcar riquísimos, y además os recomiendo su empanada de carne y su amplia gama de montaditos, destacando –a mi entender-​, el de chorizo picante y el jerezano. Su ensaladilla es exquisita y los panes de la casa son una delicia. Como remate, prueben su paté de cabracho con las tostaditas que ponen, para no parar de untar.
Si pasan por la Alfalfa deténganse ante su llamativo arco y tómense algo en su barra, seguro que repiten muchísimas veces.