Helas

We come here late in the evening, and we only understand English! Although there is no English Manu available, the people here try to explain it in English, even bring the real eggplant:) When the dish is coming, it is really delicious.

El restaurante Helas una vez probado os tengo que decir que si lo tuviera que puntuar le daria un aprobado alto. Como bien sabeis es un restaurante griego en donde se te ofrece una gran variedad de platos originarios de ese pais. La calidad y elaboracion de los productos los considere que estaba bastante bien y si a esto lo acompañamos de un vino de la zona griega y un buen servicio imaginaros el resultado. El local no esta nada mal destacando su decoracion totalmente griega. Calidad-​Precio corresponde. Lo recomiendo.

Este es el único restaurante griego de la ciudad (que yo conozca) y tengo la suerte de que me pilla bastante cerca de casa y lo he visitado con bastante frecuencia.
El restaurante cuenta con un salón interior ambientado en la Grecia insular que todos conocemos y con una pequeña terraza en la parte exterior del local.
Su carta ofrece platos típicos de la cocina griega entre los que destacan los platos con queso, verdura y carne. Todo cocinado a fuego lento y con un sabor muy casero. De entre los entrantes, no tengo ninguna duda y mi palto favorito son las Dolmadaika, hojas de parra rellenas de arroz con especias, increíbles! Además, los platos que tiene queso: feta o de otro tipo también son bastantes recomendables, entre ellos uno del que no recuerdo el nombre que consiste en queso frito al limón. Entre los platos principales, todos están muy ricos y te recomiendo explorar un poco más allá de la típica mousaka porque acertarás seguro.
Recientemente han incorporado las tapas en la terraza por lo que ahora puedes pedir la comida en formato tapa o en formato plato, según el hambre que tengas y la cantidad de cosas que quieras probar!
100% recomendado: cocina griega auténtica!

Llevaba años, pero años queriendo ir a este sitio, pero como me pilla un poco a desmano y nunca me acuerdo pues aun no había ido, pero sin duda volveré.
Fuera tiene unas cuantas mesas y la noche de domingo estaba muy tranquilo. Pedimos mussaka, pastichio y un hojaldre relleno de espinacas y queso feta. Excelente todo, comimos hasta hartarnos y pagamos unos 30 € entre los dos.
Pienso volver en cuanto pueda a probar mas cosas. Además si no quieres un plato siempre tienes opción de pedir una de sus tapas (sobre 3 o 4 €).
Lo recomiendo 100%! Aunque espero probar también más griegos en Sevilla!

La musaka que probé muy buena. El postre que pedí era parecido al arroz con leche que se hace aquí. Pero le faltaba azúcar o no se di es que este postre es así.

Helas es un restaurante que refleja muy bien la cultura griega, tanto por su comida como por la decoración. Hay cuadros de obras de la Grecia clásica, pinturas de pared (al fondo hay un mural muy bonito), fotografías de las típicas islas griegas… incluso la música está muy cuidada.
El local es muy amplio, con muchas mesas, y entre las 14:30 y las 15:30 de un sábado, el que fui yo, casi que llegó a llenarse. Yo fui con reserva. Las dos personas que nos atendieron fueron amabilísimas en todo momento. Por supuesto, ganan en trato cuando hay menos gente en el restaurante.
De beber me pedí cerveza, por supuesto, griega. Esta Mythos estaba muy suave, a mí me gustó mucho, y en un griego tampoco me iba a pedir cruzcampo. La gastronomía griega es muy láctea, y de alguna manera, el queso y el yogur están presentes en la mayor parte de la carta. Lo cual no es malo, porque se nota que es la especialidad y es lo que marca la diferencia. Como entrante, probamos el kefalotiri (queso curado griego frito al limón) al que le añadimos pan de pita. Era un plato generoso, suave y riquísimo, el típico queso cocinado que suelta aceitillo. Recomiendo pedirlo con la torta, gana mucho. Mi plato principal fue el pastichio, que sabía como una lasaña normal salvando, por supuesto, el queso, que es lo que le daba el «toque». Mención especial del yogur griego, fuertecito pero suavizado con la miel y las nueces. Un contraste muy acertado.
Resultado: un entrante, dos platos, una cerveza, dos botellas de agua y un postre: 38 €. Pagados con gusto, volveré.

¡Exquisito! No tiene otra posibilidad de denominar la comida que te sirven.
El lugar tiene el encanto de un asador típico, la decoración no está demasiado cuidada pero el ambiente es cálido y recogido, silencioso hasta el extremo.
Después está la carta, se ve algo anticuado en general, tanto en la forma de las cartas como en los dibujos del fondo, pero pasando de estas historias, ya que no comemos de lo que vemos, vamos a la comida.
La carta es extensísima, platos exóticos y sugerentes te acechan detrás de cada página, la verdad que llega un momento en que no sabes qué elegir.
Cuando te decantas por algo, aprovecha y pide algunos aperitivos o entrantes antes, no te vas a arrepentir.
Yo te recomiendo la Musaka, deliciosa con una bechamel ligera y un sabor insuperable.
¡Déjate sorprender ya que ellos te aconsejan poco, pero pruebes lo que pruebes vas a salir emocionado!

The dolmas are amazing, a must order. The svulaki Helas should be missed, because its a shishkabab of four different meats, and while the lamb was great, the chicken, pork and steak was overcooked. Overall for Seville its a good option for an international fare, very quaint dinning room and attentive wait staff… Mandarin post-​meal shot is a winner…

#Lunesdereseña en @YelpSevilla
En dos ocasiones he pisado este restaurante griego, y en ambas he salido encantada.
Para empezar, diré que el trato que he recibido siempre ha sido perfecto. La dueña, y mujer del cocinero, es la que suele atender y, aparte de ser una señora muy maja, te aconseja y te explica los platos cuando es necesario, e incluso respecto a las cantidades de comida a pedir.
La ambientación no deja de ser curiosa, con las paredes con una especie de «gotelé» basto (seguro que la técnica tiene nombre pero lo desconozco), y en una de las paredes tienen pintado un paisaje griego. La decoración me parece bonita y muy ambientada en Grecia, como no podía ser de otro modo (sólo me falta ir allí para comprobar que sea así de verdad).
Pasemos a la verdadera experiencia que se vive allí. Comer comida griega. Las dos veces que he ido he disfrutado como una enana. He de decir que el tzatziki me encanta, y el queso feta no se queda atrás. La primera vez que fui eramos 3, y pedimos un plato de entrantes con una pita cada una. Los entrantes son como «patés», y los tres están realmente buenos (tzatziki, uno de berenjena y otro de huevas), además incluye queso feta y arroz envuelto en hoja de parra con hierbabuena, que quizás sea lo que menos me gustó (y no es que estuviera malo). Además tomamos varios platos para compartir, entre ellos el Bistek Helas, que madre mía…¡¡cómo está!! Es carne a la barbacoa rellena de queso y pimientos y me pareció un plato muy muy bueno. Tanto, que en mi segunda experiencia allí repetí. Esta segunda vez fuimos ocho personas, reservando previamente, aunque no suele haber problema de falta de sitio (por desgracia para ellos). Esta vez pedimos también entrantes para el centro, un plato para compartir, y cada uno pidió un plato distinto (pitas rellenas, bistek, musaka, y otros platos que no recuerdo el nombre). Todo de diez, en serio.
También nos atrevimos con los postres, probé el yogur griego con miel y nueces, exquisito, y dos postres más, una especie de bizcocho de sémola, que me pareció un poco empalagoso para mi gusto, y un hojalde relleno de frutos secos que no probé.
Se me olvidaba comentar los vinos. He podido probar el blanco y el tinto de la casa (griegos, por supuesto) y los dos me han gustado mucho. Ah, y la cerveza griega muy rica y suavita.
Respecto al precio, es cierto que no es para ir todos los días, pero para disfrutar de vez en cuando de otro tipo de gastronomía en el que las cosas están de vicio, no está nada mal. La primera vez que fui creo recordar que nos salió alrededor de 15 € por cabeza (2 platos, plato de entrantes, 3 pitas, cerveza, media jarra de vino blanco griego). En la segunda ocasión, el precio fue de 20 € por persona, habiendo pedido un plato de entrantes para seis, 8 pitas, 8 o 9 bebidas, media jarra de vino tinto, 9 platos y 5 postres. Sacad vuestras propias conclusiones :) Sólo diré que los platos no son precisamente pequeños, y que salí llena.
Por último, decir que sirven en terraza y barra tapas y maxitapas que seguramente salgan más baratas que comerse platazos, aunque no las he probado, pero ahora que empieza el buen tiempo seguro me acerco algún día a la terraza al solecito a probarlas.
No dejéis de ir ;)

La excusa que tanto estaba esperando para ir a Helas llegó con un evento de la comunidad Unilocal,y es que había oído muchas críticas diferentes sobre este restaurante, así que me decidí ir a probarlo en persona.
El local no es de los que se exhiben o invitan a entrar, desde fuera parece un restaurante de poca monta, sin ventanas ni cristaleras que te sirvan para descubrir el interior. Pero lo cierto es que no es así, Helas tiene un local muy curioso, pues el comedor está decorado a modo de una plaza de Santorini o cualquier isla griega: paredes blancas con relieve, un mural que emula una bahía del mar Egeo, fotos de Gregia por todas partes… curioso cuanto menos. El comedor no es grande y no tiene demasiadas mesas, pero en la terraza hay varias más (y en primavera y verano se está genial allí sentado). El servicio es muy atento y formal, en especial Carmen (creo que se llamaba así, jeje), la propietaria mujer del cocinero jefe.
De la carta de Helas poco vas a entender, pues las recetas tienen nombres griegos, de hecho seguramente necesites la ayuda de los camareros para terminar de saber qué es lo que te vas a pedir. La oferta gastronómica está compuesta por entrantes típicos griegos, gyros (kebab versión greca), carnes, pitas rellenas, y pasta. Nosotros probamos el solomillo a la salsa de orégano (exquisito), la famosa musaka, la pita vegetal y los entrantes. Todos los platos estaban llenos de sabor y mimo, pero lo que más me sorprendió fue el surtido de entrantes a base de cremas griegas y «canelones» en hoja de parra para untar en el pan de pita, muy bueno y diferente. Además tienen un amplio surtido de vinos griegos, que según dicen los enófilos merecen la pena. El precio es acorde a lo que comes: un plato, entrante (a compartir), postre y una bebida suman unos 20 €.
En definitiva, Helas es una opción atractiva e interesante para una cena formal en la que quieres sorprender a tus acompañantes, allí encontraras sabor por todas partes y un trato muy atento. Ah, y aprovecha la oferta Unilocaler para rematar la cena con un buen chupito.

La mejor calidad-​precio en lo que se refiere a restaurantes especializados…
La Musaka excepcional!!!

Creo que hay dos cosas a destacar con diferencia en este lugar:
Una es que consigue transportarte sin salir de la ciudad. Su decoración es extraña pero bastante curiosa e intenta transportarte a Grecia.
La segunda es la atención. La dueña es muy atenta y además de explicarte todo y ayudarte en la elección con recomendaciones, está siempre atenta a lo que puedas necesitar. Algo que se agradece (y mucho)
La comida tengo que admitir que era mi primer griego y que la comida estaba bastante rica aunque si es cierto que a precio normal me hubiera parecido algo cara la cena.
La comida me sorprendió por los sabores y por conocer platos que no tenía ni idea que eran típicos en esta cultura, como las gambas gratinadas. Pero es verdad que no apuntaríà la griega como mi comida preferida.
Resaltando lo bueno, los vinos griegos que probé estaban todos muy ricos y las cremas — patés de berenjena, la de yougurt y la de huevas de bacalao estaban tremendamente ricas y el postre igual: probé una tarta muy esponjosa y un yogur griego con miel y nueces muy muy rico.
Lo que menos me gustó de la comida, fue la hoja de parra, no porque estuviera mal si no porque no es un sabor que a mi me gustara (a mis compañeros sí) y la mousaka que era lo único que yo conocía y por tanto esperaba más. Estaba rica pero no me moló el toque de canela que tenía y que se notaba bastante.
Por lo que nos contaron, el cocinero es griego, de ahí e bar… por lo que eso sí, nada de imitaciones. Si vas, vas a comer auténticas recetas griegas.

Gracias a Unilocal tuve la oportunidad de probar un menú degustación en este restaurante.
Destacaríà la musaka omo plato principal y el yogurt con miel y nueces como postre, aunque en general toda la comida está muy buena, elaborada con productos de calidad y muy cuidada la presentación.
Todos los vinos y licores que se sirven en el local son griegos.
La decoración del local imita un entorno de las islas griegas, con las paredes encaladas y tonos azules en los detalles.
En cuanto al precio, no es un restaurante caro pero una cena con entrantes, plato principal, bebida y postre se puede poner alrededor de 25 € por persona.
Es un restaurante muy recomendable para una ocasión especial o simplemente para salir de la monotonía.

Mi segunda experiencia en un griego, y al igual que la primera, ha sido muy satisfactoria. Comentar, antes de nada, que la atención de la propietaria del establecimiento fue genial. Nos atendió y explico en cada momento del menú degustación.
Si hablamos de comida pues la cosa no queda atrás. Queso feta, y entrantes variados griegos. Todo riquísimo. Primera cazuela de pescado y gambas para tener un kilo de pan. Segunda de caerne y pasta para otro kilo más.
El postre, tanto el yogur griego como el pastel de nueces, para repetir varias veces. Vinos del país y chupitos para regarlo todo. Una experiencia agradable y un sitio para repetir.

Dicen que Helas es el mejor restaurante griego de España, y hace unos días comprobé que no exageran.
Platos con un sabor increíble que te transportan a la misma Grecia en el menú degustación, platos típicos y de excelente calidad.
Pero si el sólo sabor de la comida tradicional griega no fuera suficiente, sin duda el servicio invita a volver, agradables, eficaces, de buena conversación… Sin duda acompaña a la comida, un servicio de calidad para una comida de calidad.
El local engaña, quizá al verlo de frente puede evocar una sensación de ‘típico griego montado por españoles’, pero una vez entras descubres que la opinión que genera es equivocada, una sala amplia con varias mesas y suficiente espacio para que el servicio atienda sin problemas (que últimamente eso es de agradecer).
Por todo esto y por la experiencia tan agradable que pasé allí, sin duda, doy cinco estrellas a Helas.
Enhorabuena y que así sigan.

Por fin he conseguido probar un sitio realmente diferente a los habituales. Una grata sorpresa localizar este restaurante 100% griego en plena Sevilla. La mujer muy amable y servicial, no dejó cabo suelto. Aunque no pudimos ver a su marido, el cocinero y de origen griego, tiene que ser un artista en la cocina, porque todo lo que salía de allí estaba riquísimo.
Tengo que decir que a cada plato que salía me gustaba más: pastas verduras, tomate, queso, vinos… Una gran variedad que no pasó desapercibida.
Hasta la decoración y el mobiliario me gustó y me resultó acorde al país cuya gastronomía rendimos homenaje aquella noche.
Volveré para poder ponerle las 5 estrellas que creo que se merecen.
Eso sí, atrévete y prueba todo 100% griego, los vinos incluidos, para que experiencia sea completa.

Tenía grandísimos recuerdos de este restaurante griego en Sevilla de cuando venía de pequeño con mis padres. Recientemente tuve la oportunidad de volver con la tropa Unilocaler y la satisfacción es máxima. Nos tomamos el menú degustación para grupos (22 euros por cabeza que lo valen absolutamente) y acabamos llenos, nos atendieron maravillosamente y salimos más que satisfechos.
Por fuera no parece un restaurante muy grande, pues apenas tiene una mesa y algunos veladores en la terraza, pero en su interior esconde un salón muy coqueto, con buena capacidad y con una decoración muy simple y bonita.
El menú estaba delicioso y constaba de varios platos al centro para compartir, todos deliciosos pero ahora mismo soy incapaz de recordar los nombres. Incluso el postre, un yougur griego con miel, estaba delicioso.
Sin duda, una experiencia magnífica del que dicen que no sólo es el mejor restaurante griego de Sevilla, sino de toda España… Por algo será ;)

Ya habia probado la comida griega, pero nunca habia estado en un restaurante griego.
Debido a esta cabeza mia, no me acuerdo de los nombres de los platos de ayer para hoy, quitando la musaka, mundialmente conocida y el helado griego con nueces y miel.
La comida estuvo aceptable, con un buen servico por parte de los camareros… aunque eso si, le vi un poco de exceso en el uso del queso, no hubo plato que de una u otra forma no tuviera queso fundido.
Al ser una cena ya concertada, no pude ver el resto de platos que tenia la carta. Pero si todos estaban igual de buenos, esto hace totalmente recomendable este lugar.

Era mi primera experiencia en un restaurante griego, y espero repetir muchas veces: D
Recomiendo probar la cerveza Mythos y el vino Retsinas. Si es la primer vez que vais, quizá os interese el surtido de degustación, disponible de 2 a 5 personas.
No olvidéis preguntar si hay más platos de los que aparecen en la carta, los días de diario pretenden en el futuro proximo poner menú del día, así que atentos ;)

Llevo años leyendo en guías y portales de restaurantes que el Helas es el mejor griego de España. No es que haya visitado muchos, pero comparándolo con los demás que conozco, estoy completamente de acuerdo.
Cocina griega típica, de la conocida mussaka a platos que difícilmente se conocen fuera del triángulo heleno como la scordalia, para todo tipo de gustos. Además, tienen vinos de la zona, y recomiendo encarecidamente que nadie se vaya sin probar la Retsina, que tan feliz me hizo cuando por fin pude tomar una copa después de toda la vida leyendo lo fresca y agradable que es.
Si no tienes mucha idea de qué platos tomar, tienes menús degustación; pero de todos modos los camareros y, especialmente, el dueño, estarán encantados de ayudarte a decidir. Eso sí, el dueño es un señor griego típico que te acogerá como si fueras parte de la familia hasta el punto de regañarte si no te has acabado las delicias que te ha puesto en el plato.
Entrar en el Helas es poner un pie en Grecia, con sus maravillas y sus –también maravillosas– absurdeces, y no puedo estar más agradecida de tener un lugar así en mi ciudad.

Hace muuuuchos años preparé un viaje a Grecia pero no tenía ni idea de cómo era la gastronomía de aquel país. Por entonces había en el barrio del Arenal una pequeña taberna griega y allá que fui a probar.
Mi primer recuerdo es de un matrimonio muy amable, Stratos, natural de Grecia, y su mujer española. Me dijeron que Stratos había aprendido un español fluido en sólo 3 meses. ¡Madre mía! Bueno, a ver si se le da tan bien la comida… ¡Y vaya que sí!
Posteriormente se trasladaron a su ubicación actual, y conmigo tienen a un cliente fiel que piensa que éste es el mejor restaurante griego de Sevilla. Algo tan simple como una gyro pita la convierten en un manjar. Con ellos descubrí la moussaka, los souvlakis y la salsa tsatsiki. Y no saben cuánto se lo agradezco.

A este restaurante le pongo cinco estrellas sin necesidad de pensarlo dos veces. La comida tiene el auténtico sabor de la cocina griega, seguramente porque el propietario y chef es de Sparta, y la atención es excelente, siempre cordial y cercana.
Todo en el restaurante te recuerda a Grecia. Desde su fachada, pintada de azul y blanco con una imagen representativa en el lateral de la pared y estilo Partenon en la entrada principal; hasta su interior, decorado con cuadros de paisajes griegos y conservando los colores predominantes de la fachada en paredes y mesas.
Fui por primera vez con la intención de probar el yogourt griego con miel y nueces que ya tiene fama en este lugar (bien merecida), y descubrí otros platos dignos de resaltar como la musaka, el piperato, Garides Helas y el variado de entradas con queso feta. Simplemente ¡Delicioso!
Muy recomendable en calidad y precio.