Llegamos al Ginger Sevilla a tomar una copa después de comer. Para empezar te ponen la cabeza como un bombo vendiéndote una tarjeta de socio para que las copas te salgan más baratas. Para seguir, tú eliges un gintonic de 9,50 según la carta(precio de «no socio») y cuando vas a pagar resulta que vale 10,50 €. Explicación: «la carta tiene más de un año y medio y no está actualizada»(perdón?!? Un tachoncito encima del precio podría valer, no? Es cutre pero al menos sé cuánto me va a costar lo que voy a pedir), «los precios los marca el ordenador cuando voy a cobrar»… … perdón, última actualización: «los precios de la carta son para días entre semana»(tampoco lo pone en ningún sitio) «los fines de semana suben todos los precios»(y dónde viene escrito eso? Más que nada para que el consumidor lo sepa. Vamos, digo yo) Menos mal que yo he pedido una café… mierda, voy a que me cambien la cuchara…
Cristina C.
Tu valoración: 3 Sevilla
Fui a este local con mis amigos en busca de pasar un buen rato, con buena música, buen ambiente… pero la realidad es que salimos un poco decepcionados. El local está genial, pero la música que ponen está un poco pasada de moda. Está bien que de vez en cuando pongan temas con los que tod@s hemos bailado miles de veces, pero cuando es como la regla principal… se hace un poco coñazo y terminamos yendo a otro sitio. No sé si fue casualidad o que siempre ocurre lo mismo, pero tardaré un poco en volver…
Carmen C.
Tu valoración: 3 Sanlúcar la Mayor, Sevilla
Otro nombre, otro dueño, otra decoración, otro enfoque, en definitiva, es otro este local y ha mejorado. Si te fijas, no es excesivamente grande, pero tiene muy bien aprovechado el espacio. Hay para todo. El diseño que tienen ahora es mucho más agradable, da sensación de calidez y eso en un bar de copas es difícil conseguirlo. Promociones, tienen invitación a copas, viernes y sábados de 23 a 1 y domingos de 17 a 19, es una buena forma de atraer clientes tal y como está la cosa. Llevan música en directo, publicitan los partidos de España, tardes de café, etc El marketing parece que lo mueven bien, aunque nunca he estado para comprobar que efecto surgen las ideas para llenar el negocio. Hasta ahora he pasado por allí días entre semana para tomarme un café a media tarde, la verdad es que con mucha gente no lo he visto, a lo mejor tiene más ambiente a otras horas. Una alfombra roja de la calle hacia la puerta de entrada, da la sensación de que es para darle un poco más de glamour al local, a mí personalmente no me gusta, con la nueva decoración no hacía falta ese detalle, es más, lo veo un poco cutre. El resto es más de lo mismo, quitando la decoración, el bar es bastante normalito. Copas, música, ambiente más o menos pijo y poco más.
ELISABETH L.
Tu valoración: 2 Espartinas, Sevilla
Bar de copas situado en una de las zonas de oficinas de Sevilla Este. Es un buen sitio para tomar copitas a media tarde. Rodeado de muchos bares de tapas y copas, se concentran los fines de semana por la noche, muchas personas que tienen esa zona como lugar de marcha. Tiene grandes zonas de parking, pero muy mal ambiente a ciertas horas de la noche, sobre todo cuando alguien está sobrado de muchas cosas. Por dentro podíamos decir que es un bar bastante oscuro, con una zona que usan de apartado para reuniones especiales. La primera vez que fui, era por la despedida de soltera de mi cuñada. Quedamos en El Monstruo de la Cerveza, un bareto un poco después de este bar. De allí nos fuimos al Ginger, unas compañeras de trabajo de mi cuñada habían reservado el rincón para celebrar allí la despedida. Tuvimos que poner unos 20 € por unas bandejas de tapas, las bebidas hasta las 3 de la mañana y la tarta especial, ah! y por unos juguetitos que le regalamos a la futura novia. Mi experiencia, fue buena, porque estaba bien eso de tener un bar con una zona vip independiente donde pudimos pasar unas horas buenas. Lo amargo de la noche fue que en repetidas ocasiones las asistentes a la despedida nos quedamos encerradas en el baño, el cual era bastante cutre y antihigiénico(o al menos esa noche) y nos tuvo que sacar una de las camareras haciendo palanca. A parte de eso, la música era buena, las bebidas eran de calidad y las camareras eran muy atentas con nosotras. Yo en particular me lo pasé muy bien, me pareció simpático el hecho de reservar ese espacio a la derecha de la barra para una fiesta particular.