En algunos descansos de mi curso de diseño, cuando no decía a nadie dónde iba, solía ir a este papelería. Tenía mono de chuches, que le vamos a hacer. O si no me compraba algún flash que para eso estábamos en verano y eran las 6 de la tarde. La tienda está muy bien, porque aparte de chucherías varias tiene productos típicos de una papelería(pegamento, tijeras, folios, bolis,…) y además, te hacen fotocopias. Pero yo creo que la estrella de la casa son el repertorio de publicaciones que cubren una de las paredes al completo. Cuando iba a esta tienda solía fijarme en las cabeceras de las revistas y algunas de ellas nunca las había visto en ningún otro sitio. Yo llegué a la conclusión de que: revista que no apareciera en esta gran estantería, poca repercusión tiene. La dependienta es muy amable.