Entrecalles

El nombre le viene que ni pintado. Lo normal será que entres en él por la puerta que da a Ximénez de Enciso, la que está justo pegada a Las Teresas, pero irás profundizando en las estrechez, para hacerte un hueco en su larga barra, y seguro que terminas saliendo por Lope de Rueda; eso sí, con varias copas de más.
Junto con El Pasaje, es uno de mis lugares favoritos para tomar un cubata por el barrio de Santa Cruz. Unos botellines y unos montaditos en casa de Alvarito y un par de copitas en el Entrecalles son un plan perfecto para cualquier viernes. Es un bar con buen ambiente, música de fondo, pero en el que a la vez puede mantenerse una conversación amena entre amigos sin tener que hacerlo a grito limpio.
Cuando trabajaba para los periódicos del Grupo Casco Antiguo, me enviaron a hacerles un reportaje y me atendieron fenomenal. Uno de los encargados me comentó que, desde hace un tiempo, tienen tapas; ya se sabe, estamos en zona turística y hay que ir a por todas. Yo, en cualquier caso, sigo apostando por la noche.

El Entrecalles. ¡Qué tiempos!
Dos puertas. Dos calles. Una, la calle Lope de Rueda, genuina calle estrecha con recovecos made in Barrio de Santa Cruz. La otra, Ximénez de Enciso, más anchita, donde se ubican los veladores –en la estrechita, si se ubica una persona, ya hay atasco, así que ni veladó, ni velatré-​.
Es un bar de copas que, como otros muchos bares de copas, se ha ido reciclando en bar de tapas más o menos industriales y/​o comerciales, al amor de ese turista hambriento a cualquier hora que no para ni para respirar un momento. ¡Ojú, que cansinos son algunos!
Pero fundamentalmente es bar de copas. Copas de media tarde o de noche y media, porque ya no hay horas específicas para tomarse unas copas con los amigos. Bar de copas que acoge a mucho público turista, y también a mucho producto autóctono que va en busca de esos visitantes con el ánimo de hacerles más grata la visita.
Menudas juergas he vivido yo allí, de risas e improvisados encuentros, con improvisada música en vivo y en directo, tratando de hacer más gratas la visita a las forasteras…

El Entrecalles está a 3 minutos de mi casa, por lo que no es de extrañar que más de una vez caiga por allí y me tome algún café o algún cubata.
Cuenta con 2 entradas, de ahí viene el nombre del bar, una de ellas da a una calle muy estrecha, pero la otra desemboca en una pequeña plaza donde tienen 3 ó 4 mesitas para el que prefiera estar en el exterior. Cuando se podía fumar nos rifábamos estas mesitas, puesto que el interior parecía un submarino, al ser un bar estrecho y alargado el humo se acumulaba en el ambiente. Ahora da más igual, pues en el interior también tiene mesitas en ambas entradas.
Nos hemos encontrado más de una vez a personajes famosos por allí, principalmente actores a causa de algún rodaje por el Barrio Santa Cruz, que les ha llevado a relajarse a este pub nocturno.
Los sábados por la tarde es muy habitual encontrar grupos de amigos palmeando en el interior, vienen de tomarse unos vinitos y se arrancan en este local como si de su casa se tratase. Si en ese momento estás en el interior, al menos te animan la sobremesa.