El Pilar

Esta tarde a las 20.35 hemos llegado tres personas, las camareras en la barra, vacío de gentes, no nos atiende nadie, procedo a ir a decirle lo que queremos y van a tirar la basura, caso omiso.... vuelvo a dirigirme a una de ellas y me dicen a las 20,45 que cierran a las 21 h y que ya no nos atienden y de malas formas. Suelo ser asidua de este bar pero ya tengo claro que no volveré más.

No me gusta nada ni este bar ni su hermano de la calle Imagen. Me da exactamante igual que los precios sean muy baratos (desayunas por 2 € o 3 € y hay un menú de 7 € bastante completo), porque la peste a friturilla y a aceite reutilizado mil novecientas dos veces no me atrae absolutamente nada.
No voy a negar que haya tomado café en este bar (varias veces antes de entrar en el médico con mi madre) o churros (cuando vuelvo de la Feria y el autobús me deja justo al lado) o desayunos (cuando iba a estudiar a la biblioteca de Bellas Artes), pero lo que me ha hecho repetir tristemente ha sido la necesidad de gastar poco dinero ante el hecho de tener un hambre atroz.
El bar siempre está lleno, sobre todo de señoras, algo que le da un toque especial al bar, porque no puedo evitar que me llamen la antención los bares que están repletitos de los de siempre.

…churros a todas horas!
Bar de viejos donde los haya (con todo el mejor sentido) no faltaran a cualquier hora para tomar churros con café o chocolate.
No es una churrería a la usanza, pero como una gran cantidad de bares en Sevilla, ofrecen esta especialidad.
Según mi suegra las tapas están bastante buenas y el arroz de la paella que suelen hacer los domingos está genial.
Y es que yo aquí sólo he tomado café y alguna cervecilla. No es un sitio que me guste porque es que huele a frito que te mueres, y si antes salías de los bares apestando a humo de tabaco ahora sales oliendo a fritanga (el pelo, la ropa, puaj que asco me dá!)
Gracias a Dios puedes sentarte en las mesas de fuera y tener la suerte que te pida otro para no entrar (atienden en barra, no en mesa)
Decir que el café está muy bueno, o por lo menos las veces que he ido me lo han puesto rico.

Frente a la fachada lateral del ambulatorio de María Auxiliadora, está El Pilar, un bar en movimiento constante desde primera hora de la mañana. Aquí para el que se baja del autobús justo en la puerta, el que acaba de salir del médico, el que necesita un café con urgencia…
Un olor a frito, más intenso de la cuenta, anuncia su presencia a varios metros y también que aquí los churros mandan. Aunque algo aceitosos, no están malos y quizá en eso, y en que es barato, radique gran parte del éxito de este popular negocio. Aún recuerdo su peculiar ambiente la madrugada, ya casi mañana, de un 1 de enero en el que llovía a mares; lo mejor de cada casa se daba cita allí. Unos comíamos churros, otros tostadas, los había que seguían tomando copas…
Hace no mucho han abierto un establecimiento hermano en los soportales de Imagen, a solo unos pasos del Spala, al que ya le echa el pulso con visos de vencerle. Desde luego, sin ser esto una maravilla, no hay color, al menos en cuanto a desayunos.

Este es un bar de los que llamamos «a la cañona» es un bar donde los camareros cuando te atienden no te pueden ni mirar a la cara dado el gran numero de clientes que tienen que atender y el estress se palpa en el ambiente. La decoración muy maña-​sevillana, fotos de imágenes de la Semana Santa sevillana mezcladas con las de la Virgen del Pilar de Zaragoza.
Tienen churros por las mañanas que están buenisimos, como el ambulatorio de Maria Auxiliadora esta en frente siempre que vayas por la mañana estará llenos el bar de personas mayores que aprovechan la visita del medico para poner al día el colesterol. La carta es mas de lo mismo, las típicas tapas sevillanas, algún día a la semana paella y poco mas. Me suelo parar en este bar a veces porque me pilla en el recorrido para ir a mi trabajo y es bastante cómodo para meterme con la moto.

Churros, que buenos… Normalmente no los como porque me resulta muy pesados para lo delicado de mi estomago, pero de vez en cuando se me apetece mucho. La forma mía de comerlo es muy fuerte mojados en azúcar.
Que mejor sitio para comerlos que en el Pilar, un bar de toda la vida, que hace unos churros de escándalo. El desayuno allí esta muy concurrido, siempre hay mucha gente, pero si pruebas los churros sabrás el porque.
La comida es la típica sevillana, desde solomillo al whisky, calamares fritos, revueltos de la casa, ensaladilla o croquetas caseras. Además tiene menús muy baratos a 6,50 euros y unos platos combinados muy ricos y de muy bien de precio.
El bar es el típico de batalla sevillano, muchas mesas, mucha gente sobre todo mayor y los tubos fluorescente en los techos, con mucha luz, todo para que se coma rápido y no tengas ganas de quedarte un rato. También hay terraza, pero la zona es muy de paso de los coches, hay demasiado ruido.