El Nómada

La pizza London es muy recomendable, así como otra, que no recuerdo el nombre, pero que lleva foie, rúcula y mermelada. La mezcla es espectacular, hacedme caso, eso sí, creo que es la más cara de la carta, pero merece mucho la pena.

He ido una vez y creo que lo mejor que tienen que son las vistas no las pude disfrutar ya que era de noche y hacía frío como para estar fuera.
Eramos tres, tuvimos que esperar un poco ya que estaba lleno el local.
Yo me decidí por mitad London y mitad Tijuana, no tardaron demasiado en servirnos.
La pizza estaba rica, no es la mejor que me he comido, quizá la típica masa un poco sosa y fina, no demasiado (menos mal), pero el precio me parece caro para la pizza que es.
Volvería a ir, pero no con asiduidad por la relación precio/​calidad.

Parece más de lo que es, aunque la experiencia no ha sido mala. Caro. La ubicación, buenísima. ¡Quillo, vaya peaso terraza!
En plena plaza de san Marcos, y con una terracita que vale su peso en oro, encontramos este bar que intenta parecerse a un restaurante (sobre todo en los precios) pero que, en mi opinión, se queda un poco corto.
Tiene veladores fuera en los que se puede disfrutar de una buena cervecita fresquita. Las mesas y sillas, las típicas de bar. Nada extraordinario (ni cómodo). Pero solo por la ubicación, ya merece la pena. Confirmo que desde una de estas, cerveza en mano, una reunión de amigos puede solucionar los problemas de formación de gobierno. No seríà la primera vez que pasa en Sevilla.
En la primera planta hay varias mesas, y aunque la decoración es un poco destartalada, el ambiente no es malo. Sí lo estropea el hecho de que en esa misma planta tienen el almacén, el cual dejan abierto, y lo «acotan» con una barra portátil de las de propaganda (sí, las de plástico y barra metálica). Choca bastante, y hace que la zona en sí pierda bastante. Una pena. Me di una hostia con una lámpara, pero me suelen pasar cosas así, lo que demuestra que soy inmortal. Tonto, pero inmortal.
El trato con el cliente se ve bueno en general, aunque la primera impresión que tuvimos no fue la que esperábamos, ya que hicimos una reserva previa, pero allí nadie tenía ni idea de nada; en la planta baja, nos dijeron que preguntáramos por no sé quién, con un tono un poco en plan «no es mi problema», y arriba tampoco sabían nada, así que nos sentaron en una mesa cualquiera. «Ah, sí, vale… Sentaos aquí mismo» (textual). Me da la impresión de que si llegamos un poco más tarde, nos quedamos sin cenar.
Después de un rato esperando a que nos atendieran, pedimos una botella de vino blanco (muy bueno, aunque no entiendo de vinos. O me gusta, o no, y este me gustaba; no me preguntes el nombre). La cosa fue que cuando pedimos la segunda botella, en lugar de cambiarnos la botella y la cubierta, nos sacaron la vacía y nos echaron la otra en la misma, con el hielo derretido ya. No es por ser mijita, pero coño, que ma’mojao de agua toa la pizza al echarme el vino…
Sin embargo, el resto de la noche el trato fue bastante bueno. Supongo que un Sábado Santo en un bar del centro de Sevilla no puedes pedir más. Totalmente entendible, porque después de una semana como esta, ya no les pueden quedar energías.
La comida está buena, eso sí, pero tampoco es nada del otro mundo, y es que hay que ser muy muy torpe para hacer una pizza que esté mala. Recomiendo una con foie y la Al-​Andalus con alcaparras. Sí, qué pasa, me gusta la pizza co. Alcaparras. Es un mecanismo que desarrollé para que nadie me pidiera nunca un cacho y comérmela yo solo, en plan ansia. Lo cierto es que no se cortan echando ingredientes, y son frescos. La tapa de provolone que pedimos, también muy rica, acompañada de tostas caseras. El resto de la carta tenía bastante buena pinta.
Aprovechando que pasaba una cofradía, subimos a la azotea (preciosa) para verla. No nos pusieron ningún tipo de problema en subir a verla, pero cuando volvimos a bajar, nos habían recogido la mesa, aunque todavía nos quedaban un par de porciones en algún plato. Bueno, no pasa nada. También es verdad que yo de pequeño me caí en la marmita del apetito mágico, y siempre tengo hambre.
En los precios se cuelan un poco… Un poco bastante. Vale que un local en la plaza de san Marcos hay que pagarlo, y que está genial y tal, pero una pizza normalita a 9,50 € tampoco, churra. Si fueran las mejores pizzas de Sevilla (o al menos de la zona), venga, pero ni de lejos. Y el resto de la carta, más o menos igual. Para el nivel que tienen en general, tela de caro.
¿Volvería? Pues sí, pero probablemente no a corto plazo. ¡Ah, y creo que reparten a domicilio!

Había escuchado que esta pizzería contaba con una azotea preciosa con unas vistas espectaculares. Mi acompañante y yo disfrutamos de unas vistas muy buenas, perfecta postal de la mafia sevillana mientras disfrutamos de una pizza.
«El Nomada» hace pizzas en un horno de piedra, y son pizzas muy buenas. Probamos la pizza de foie con rucula, mermelada de tomate y queso. Una delicia única, muy recomendable. No todos los días se prueban pizzas con foie. Costó 12 €, es la pizza más cara del local, pero entre dos sale a 6 € por cabeza y te llenas de sobra, y más si también queréis un entrante para compartir, como las papás arrugás, también muy ricas y sabrosas.
Por 10 € por cabeza tienes un entrante genial, una pizza original y hecha con cariño en una azotea muy bonita, ideal para estar con la pareja en un local romántico.
El nómada es recomendable para esa comida especial.

They have a wood burning oven ready to introduce your pizza in. I feel sometimes like having spicy food, and it is not easy in Spanish restaurants. So I ordered the Mexican one (I don’t really remember the name, but it is the only Mexican one). It was perfect, it came fast, the fresh green jalapeños slices gave the right spice. It was the first time I enjoy pepperoni. They said that it is because they use real pepperoni and it is uncommon to do that.
They only have one size, which can be good for two people. This pizza was 9 €, which for 2 people is good price for what you get.

Me gustan mucho las pizzas de este sitio, y una de sus ventajas es que las tienen también para llevar. Así que si vives por el barrio, este lugar soluciona más de una cena. Eso sí, hay que llegarse a recoger la comida porque de momento no tienen servicio de reparto a domicilio. Una vez tuve un problema con una pizza y me hicieron otra sin problema
aceptan pedidos por teléfono.
En cuanto al sitio, tiene bastantes mesas distribuidas en terraza, planta baja, primera planta y azotea. Situado en plena plaza de San Marcos, El Nómada es (principalmente) una pizzería estupenda que utiliza horno de leña para cocinar sus pizzas, lo que les da un sabor muy peculiar.
Puedes ver cómo funciona la cocina desde la calle y también nada más entrar al restaurante. Son pizzas de masa fina, pero muy ricas. Mi favorita es la London, recomendable para los más carnívoros.
También tienen ensaladas, quesos y hamburguesas. Si tienes hueco, pide alguno de sus postres, el volcán de chocolate (coulant) está tremendo.
Si tengo que ponerle una pega es que la parte de arriba no siempre está disponible, además solo se puede acceder si vas en pareja, si somos tres o cuatro nos dicen que no podemos subir, aunque las vistas son estupendas.
Nota: Los precios de las pizzas están entre los 8 y los 12 €, puedes poner y quitar ingredientes y el precio se ajusta. Casi siempre voy a cenar y normalmente 2 pizzas para 4 personas está bien, si tenéis mucha hambre pedid algún entrante o una pizza más.

We ended up having dinner here one night when ConTenedor down the street was all booked. There’s something on the menu for everyone in the family. We had ordered a chicken burrito, the tuna burgers, another fish from the starter section, and a cheese pizza. Everything was good, but the burrito and tuna burgers were especially flavorful. The staff are friendly and accommodating. We would definitely eat here again for a nice family casual meal.
(Parking may be difficult to find, be prepared to walk)

Sábado, 15 de agosto y el 90 por ciento de los bares de Sevilla cerrados. Pasamos por aquí paseando y estaban abriendo… ¡Qué alegría! Un sitio que hacía tiempo que queríamos probar y abre un día tan complicado como hoy. Vamos para adentro, que tienen una azotea con muy buena pinta.
Cuando entramos: «No os podemos dejar subir a menos que vayáis a comer». Bueno, no tenéis clientes aún, déjame subir y que me entre hambre, verás cómo pido algo. Nos sentamos en una mesa de la calle y la camarera nos dice que bueno, que si van a ser dos cervezas rápidas y nos vamos que sí que subamos. Gracias, ¿eh?
Así que subimos y disfrutamos de un buen par de cervezas cada uno con vistas a San Marcos. Se estaba muy a gusto. Aprovechando que el sitio tenía fama, pedimos un par de hamburguesitas de atún muy ricas y luego una pizza con foie que estaba bien, pero no era ningún espectáculo.
Creo que el servicio ofrecido pudo ser mejor y la pizza, el plato estrella de la casa, no merecía los 12 euros que pagamos por ella. Lo mejor, la Estrella Galicia, la azotea y las dos minihamburguesitas por 4,30 euros.

Existen tres tipos de pizzerias; las deliciosas franquicias tipo Domino’s, la de los restaurantes pseudo Italianos como Gino’s y las que pese a lo que exista dentro tienen un horno de Leña.
El nomada tiene un horno de leña que produce unas pizzas deliciosas, pero caras.
Es el tipico sitio donde llevas a tu novia o a la familia a cenar, no donde vas a ponerte hasta el culo de pizza o pasta, el tipico sitio digno de instagram y el hashtag #foodporn,
Pero tambien tengo que hacer una advertencia, es un sitio con un toque hipster que te cagas, y donde lo mismo hay hummus, que burritos, que pizzas con mermelada y cosas que al fin y al cabo no son pizzas pero se venden como tal, como si fueran Justin Bieber jurando que canta, pero al final sabes que no, y que ni de coña es una pizzeria, es el nomada, y como tal hace referencia a esas tribus que sin hogar fjo comian lo que pillaban en el camino; y si no es por eso, no me lo explico.
Mi recomendacion es que si teneis piernas vayais a una pizzeria cercana que se llama el gato azul, pero si al final de cuentas decidis entrar, abrais la mente y absorbais el concepto de este restaurante, y ya de paso disfrutar de un sitio bonito y bien ubicado.

Me habían hablado muy bien de esta pizzería y al estar por la zona, decidí entrar a probar y ver qué tal. Se trata de una casa reconvertida a restaurante en sus dos plantas, con mesas también en terraza. La decoración es muy sencilla, con paredes ‘limpias’ (término de edificación). No sé si por tratarse de Semana Santa o tienen bastante personal, cosa que es de agradecer, ya que te atendían rápido y bien, muy amables.
Centrándonos en la comida, optamos por ensalada especial a compartir, correcta y con el punto a favor de que marcaron el queso de cabra, que otorgaba otra textura.
De segundo, varias pizzas al centro, hechas en horno de piedra, de masa muy fina y bien horneada. Una de mezcla de quesos, otra con pepperoni, carne picada y berenjena. Una tercera pizza que no recuerdo sus ingredientes, pero que también estaba buena.
Al estar en una mesa cerca de la cocina abierta, pude ver que tienen hamburguesas caseras, con una pinta espectacular, y por 7’5 €, muy competitiva en la zona.
Tienen comida para llevar.
Con la bebida, salimos por algo más de diez euros cada uno. Para comer, sin acabar harto, está más que correcto.

Pizzas de masa fina, pero no crujiente. Ingredientes no muy cuantiosos pero de calidad. No es especialmente barato pero merece la pena ir.
Si os gusta el picante, recomiendo la «Tijuana», quizá la mejor picante que he probado tras el cierre de la pizzería Piccolina.
Eso sí, no sé si es que el horno de leña es algo traicionero, pero vigilad que no os carbonicen los bordes de la pizza.

Las mejores pizzas de Sevilla, sin duda. Es uno de nuestros sitios predilectos. El burrito es algo espectacular, y como postre, el volcán de chocolate te hace estallar. Creo que pocos postres mejores que este. Lo mejor es que el sitio es un lugar sin artificios ni tonterías, su personal muy agradable.

He ido varias veces, y mi experiencia ha sido excelente. Las pizzas son, sin duda, de las mejores que he probado en Sevilla. Lo que más me gusta es el humus, lapizza de paté con mermelada de tomate que está para morirse y, por supuesto, la pizza estrella para mí: cuatro quesos con cebolla caramelizada. En general, no soy un gran fan de las pizzas de queso, pero esta está tremenda, así que la recomiendo a todo el mundo.
Luego también tienen buenos postres, aunque no llegan al nivel de las pizzas.
Por último, está bastante bien de precio, por 15 – 16 euros pueden comer perfectamente dos personas. Totalmente recomendado.

Excelentes pizzas.

Un lugar sencillo sin moderneces ni artificios, donde lo importante es la comida, sobre todo las pizzas que, para mi gusto, son sin duda las mejores de Sevilla.

Me gusta mucho cenar en el Nómada en noches de primavera para estar sentado en las mesas que tienen en la bonita plaza de San Marcos, con la iglesia mudéjar y de fondo la plaza de Santa Isabel. Es una situación privilegiada para disfrutar de unas riquísimas pizzas hechas en horno de leña.
Las pizzas están muy buenas, son de masa muy fina y con todo tipo de ingredientes. Tiene desde las pizzas clásicas a otras más especiales, sobre todo fuera de carta. Está muy rica la de jamón de pato, foie, mermelada de tomate y rúcola. También la serrana es muy recomendable. Tienen una ensalada con queso de cabra y jamón de pato que se convierte en la entrada perfecta, o incluso en plato único si no es compartida, porque es grande y llena mucho.
No tienen servicio a domicilio, pero sí puedes hacer un pedido por teléfono y pasar a recogerlo.

En la zona donde se encuentra el Nómada abundan las pizzerías: El Gato Azul, El Jueves, las muchas del entorno de la Alameda… Después de haber probado casi todas, creo que las mejores pizzas, en un radio cercano, son las de este restaurante de la plaza de San Marcos.
Ahora bien, como leo por aquí, falla el servicio y para mi gusto también el local, muy simple en su decoración y muy oscuro. Es una pena, porque no solo es que las pizzas estén buenas, sino que son muy variadas y adaptables a todos los gustos y necesidades. Por ejemplo, hay una, la «marinara», que es una especie de pan de ajo al que puedes añadirle los ingredientes que desees, ideal para aquellas personas que o no les gusta o no pueden tomar queso. Hay también pizzas blancas (sin tomate), vegetarianas… Por contra, ni los entrantes ni los postres ofrecen muchas posibilidades de elección.
En definitiva, una de cal y otra de arena. Estando buena la comida y siendo asequible el precio, como es el caso, siempre merece otra oportunidad. Habrá que probar esa terraza un mediodía de invierno de los que se aproximan.

La situación del Nómada es muy buena, en la emblemática plaza de San Marcos, enfrente de su bonita iglesia, digna del ambientazo que normalmente se vive en sus alrededores.
Las pizzas efectivamente están tremendamente buenas, el horno de leña tiene gran culpa de ello. Es verdad que el servicio deja que desear, pero quizás se deba a que el establecimiento, abierto recientemente, lo gestionan dos jóvenes que han juntado algo de dinero trabajando en sus respectivos oficios, uno ingeniero y otro educador social, y ante la falta de expectativas se han «tirado» al mundo de la hostelería, por lo que no tendrán fondos para contratar a los mejores profesionales. Así que les vendría bien contar con un poco de comprensión y paciencia por parte de los clientes, que no es nada fácil para la juventud abrirse paso ante esta terrible situación financiera.
Tienen una magnífica terraza que, si no me equivoco, aún está pendiente de la licencia para que la podamos disfrutar..

Cuando abrieron este local todo eran buenas críticas y la gente hablaba maravillas de sus pizzas al horno.
Y es verdad, tienen mucha variedad y además tienen varios tipos de masa.
Pero todo queda un poco ensombrecido por la atención de los camareros.
Tan solo la primera vez que fuimos nos atendieron bien.
Posteriormente hemos ido y los camareros parecen atenderte enfadados, sin tener tu la culpa de que tengan que trabajar.
El último episodio que tuvimos fue que por tres veces nos trajeron varias latas de coca-​cola caducadas, tres veces! creo que la camarera ni se molestó en mirar la primera vez si las demás también estabas caducadas.
Después se empeñó en decidir ella que comíamos cada uno, ya que ella nos asignaba los platos y ojito si protestabas.
Desde entonces no hemos vuelto, y es una pena porque las pizzas estaban muy muy buenas, y además tienen arriba una terraza para el verano perfecta para las cenas.