El de las Aceitunas

Este puesto lleva en esa esquina 20 años, así que ya ese es su sitio por derecho. Todo el mundo conoce a Pepe, a Carlos o a Susana, que son los que están allí cada día ofreciéndonos aceitunas de todos los tipos, aliños y sabores que te puedas imaginar. Mientras estás allí esperando a que te toque el turno (siempre suele haber bastante gente), no paran de sacarte cazos con todo lo que tienen allí para que los vayas probando mientras esperas. Al final sales con el aperitivo tomado y con las manos llenas de bolsas.
Recomendables (si os gustan las cosas con mucho vinagre) las mazorquitas de maíz, que es de lo primero que se acaban, las cebollitas y la coliflor.
Pepe es todo un personaje, el cual al minuto uno de estar allí ya te habla con la confianza del que te conoce de toda la vida. Al final de tu compra siempre te coge una bolsa, te la llena con lo que a él le parece y te dice que la tapa del día te la regala él.
Hazte con botes de cristal, para cuando llegues meter todas tus compras en ellos. Es mucho más barato que comprarlas en el súper y están infinitamente más buenas.