Generaciones enteras desde los 60 han apoyado sus codos en la barra de zinc del Consolación(El Consola para abreviar). Dicen que cuando construyeron el barrio de los Remedios ya estaba este bar(aunque con otro nombre) y es donde acudían a tomarse su cerveza bien fría los obreros de la construcción. El binómio es simple: cerveza bien fría y tapas tradicionales sevillanas. Lo singular es que no están escritas por ningún lado, sino que se las tienes que preguntar al camarero y te las canta. Por supuesto, la cuenta a tiza en la zona de la barra en la que te has apostado. Buenos caracoles en temporada, buenos guisos del día y un ligerillo olor a fritanga que todo sitio tradicional que se precie tiene que tener…
Julio L.
Tu valoración: 4 Sevilla
Ando últimamente con nostalgia caracolera. Será la ola de frío que ha venido, que me ha hecho tener ganas de esas noches de caracoles al fresco de la primavera. Sí, fresco, y no frío como el de estos días. Sin duda, uno de los sitios de la ruta de caracoles de los Remedios es el Consola, como se le conoce popularmente. Este es un típico bar de barrio de siempre, sin ninguna modernez ni diseño que distraiga de lo que a aquí se ha venido: tomar una cerveza y una o varias tapas. Verdaderamente durante el año lo frecuento poco, y cuando voy en primavera casi me centro en los caracoles, porque son algo que me vuelve loco. Sin embargo, también son famosas su cola de toro y el menudo. Dos tapas bien contundentes y de cocina tradicional que seguro que también hacen que la visita con este frío merezca la pena… ¡te harán entrar en calor sin duda!
Pablo G.
Tu valoración: 4 Sevilla
Bar que nació con el barrio de Los Remedios. Local amplio, de amplias cristaleras y amplia barra, que suele quedarse corta debido a su amplia clientela que acude a disfrutar ampliamente de sus amplias tapas. El Consola, como le llamamos los amigos por aquello del ahorro del lenguaje, por su amplio nombre, es un bar de desayunos y tapas cuyo marketing consiste en el puro tapa-boca a boca-tapa. Me explico. Pides una TAPA, tienen tapas típicas y clásicas, te la llevas a la BOCA, la saboreas, la disfrutas, descubres sabores y texturas que no sabías que existían, y, al primer amigo que te cruzas, le dices con tu BOCA y una amplia sonrisa«ahí vengo del Consola de tomarme una TAPA de –por poner un poné– berenjenas fritas, que no te quiero decir ná». Tu amigo, raudo y veloz, va al Consola, se pide una TAPA, tienen tapas típicas y clásicas, se la lleva a la BOCA, la saborea, la disfruta, descubre sabores y texturas que no sabía que existían, y, al primer amigo que se cruza, le dice con su BOCA y una amplia sonrisa«ahí vengo del Consola de tomarme una TAPA de –por poner un poné– cola de toro, que no te quiero decir ná». Es un círculo vicioso. Y contagioso. Se amplía por segundos. Y de vicio, sus tapas, como la mencionada cola de toro, el menudo, los caracoles, los chícharos, el guisote del día que se tercie,…, tapas típicas y clásicas que te las llevas a la boca, las saboreas, las disfrutas… etcétera, etcétera, etcétera. ¡Ah! Y la cerveza, tirada como se debe tirar una cerveza: ¡Bien tirada! -¡Ojú, hoy no logro salir de los círculos viciosos! Creo que debo tener más amplitud de miras, ampliar mi universo, mi cerebro, no sé…