Confitería La Campana

En toda La Campana, una de las confiterias más típicas de Sevilla. Depende de la época del año puedes probar las especialidades propias de la cultura gastronómica sevillana.
Posee una fabulosa terraza donde poder sentarse y vibrar con toda la energía que emana de este centro de la ciudad tan emblemático.
Cuidada decoración, no es que sea vintaje, es que es la misma desde su creación.

Très bien situé et surtout, pour déguster des gâteaux exceptionnels, tout en finesse, goûteux, accompagné de succulents cafés, si vous aimez les bonnes pâtisseries et petits fours, n’hésitez pas, installez vous et allez y;)

Cuando pienso en La Campana me viene a la cabeza más bien un recuerdo entrañable y familiar que otra cosa.
Recuerdo ir a merendar las tardes que pasaba con mi abuela, supongo que por ser de rancio abolengo y la confitería más sonada en la ciudad, o porque mi abuela vivía a poco menos de 15 metros de La Campana, que desde siempre fue su sitio favorito para tomar un dulce. Siempre pedíamos lo mismo, mi abuela un descafeinado de sobre en taza con la leche hirviendo y un petisú de vainilla, y yo un batido de chocolate y otro petisú pero de chocolate, que luego cortábamos en dos mitades y compartíamos. Ya al irnos solíamos llevarnos una bandeja de trufas para mí madre, sus favoritas.
Y la verdad es que recuerdo esos petisús y sus trufas como las mejores del mundo, pero para que nos vamos a engañar, nunca he llegado a probar más dulce de esta confitería a la que el propio rey Don Juan Carlos otorgó su fama que estos, sus petisús y sus trufas de chocolate, quizá algún pastelillo suelto o alguna pasta de mantequilla en alguna que otra bandeja surtida, pero nada más.
A día de hoy pienso en La Campana como lo que algún día fue, y es que ni sus dulces son tan artesanales como ellos nos quieren vender ni su producto tiene el mismo sabor y calidad de antaño, de echo, me produce mucha tristeza entrar allí, vale, que si, que siempre está lleno, pero de turistas y señoronas mayores que, como mi abuela, no conocen mejor opción que La Campana de Sevilla. Pero de verdad, me entristece profundamente ver como este sitio ha ido envejeciendo y viviendo del «cría fama…». Los mismos dulces, las mismas vitrinas viejas y aburridas, casi siempre a medio llenar y con los mismos dulces que ni te apetece pedir… Sus escaparates, taaaan ochenteros, intentando emular los de las grandes chocolaterías francesas… Y el servicio, LO PEOR! Ellos y ellas con sus mismos uniformes, lavados y relavados hasta la saciedad (inclusive me atrevería a decir que heredados de unos a otros…) y esa apatía al atenderte, tan desagradables que ni se esfuerzan en disimular, ni siquiera te miran a la cara cuando te atiende…

One of the most famous in Sevilla. A must go with a beautiful well served patio. We had Gelato and sweets. It finished off a nice dinner meal. Set us up really well for siesta.

A Little too sweet for me and the decoration is simple. The street view is NICE. You can have a GOOD afternoon there.

I got the palmera con huevos, which is a butterfly pastry with custard. Tips to order: if you’re sitting outside, first take a look at what you want then sit down at an available table, then the waiter will come to you.
There seems to polarizing views of service, but mine was terrible. I was confused because I didn’t follow my own advice and confused the waiter by ordering at the case then sitting down. No one spoke a lick of English. The waiter hated me and didn’t come back to give me change.
However, I would definitely come back because the dessert I had was great. The shortcomings were only due to miscommunication and cross culture — i would be prepared to speak some Spanish and know Spanish café etiquette!

Tras mucho ver sus pasteles en los expositores me decidí a entrar un día y probarlos… Menuda decepción. No he comido unos pasteles peores ni de los paquetes industriales. Es el claro ejemplo de una pastelería donde lo único que tiene bueno es el sitio donde está.
Aparte tampoco me gustó el trato que dan a los clientes. Si trabajas cara al público has de hacerlo siempre con una sonrisa, sean cuales sean tus problemas personales.

Cuando me hablan de Semana Santa, probablemente lo primero que se me viene a la cabeza es esta confitería. Y no sólo porque la Campana sea un enclave indispensable (y poco accesible) en estas fechas. También se trata del lugar típico al que vas a tomarte una torrija cuando empieza a oler a Semana Santa.
Sin duda, no es un sitio para ir durante esta semana, pero sí antes. No soy muy sevillana y solo estuve aquí una vez, precisamente para tomarme un café y una torrija. Algo que consideré más un homenaje que otra cosa, por cuestiones de precio. Pero es cierto que los pasteles de la Campana son conocidos, sobre todo por captar la atención de los viandantes que pasan cerca de su escaparate. Y tengo un claro ejemplo en mi madre, que de esto sabe.
Tengo que reconocer que el café me supo bastante normal y, aunque rica, la torrija me supo a poco. Será que estoy acostumbrada a las de casa.
A pesar de que el caballero te atienda de uniforme, tampoco es un sitio inaccesible para el público en general. Más de una vez me he pedido un café para llevar cuando trabajaba por la zona.
El resto del año, es un sitio de paso habitual y siempre encontrarás su terraza repleta de gente.

Sólo por el sabor que tiene el edificio, la paredes y su tradición, merece la pena entrar a La Campana. Y diréis ¿las paredes también se comen? bueno, casi. Llegué necesitada de café con azúcar y lo encontré, y delicioso. No sin antes recibir un par de codazos por parte de algunas señoras ávidas de ocupar la barra del final del local, pero es que un domingo por la tarde está completamente abarrotado.
Me gustó el servicio, es eficiente y están a lo que están, sacando dulces y bollería a manta de las vitrinas, poniendo bocadillitos en la plancha y un sinfín de dulces desconocidos para mí completamente. El hombre me miró y me preguntó que quería y en menos de un minuto tenía mi cortado encima de la mesa y vi cómo una chica joven conversaba animadamente con un grupo, se notaba que se conocían o eran cliente habituales.
Me entraron ganas de probarlos todos, pero no tenía hambre, así que será en mi siguiente visita en la que me ponga hasta arriba de glucosa. Se nota que el lugar es conocido, que la gente acostumbra a ir a merendar los domingos por la tarde y que todos saben a lo que van. Tenía varios grupos de sevillanos (o, por lo menos, andaluces) a mi alrededor conversando y disfrutando de sus cafés y chocolates. Vi cómo lo servían y olía delicioso. En cuanto al café, en Sevilla un cortado es mucho más fuerte que en Valencia porque allí es café con un hilo de leche, para que lo sepáis. Yo les digo que me echen un poco más de leche normalmente, pero aquí estaba tan rico así fuertote que no lo pedí.
Una cosa que me llamó la atención, es que tienen varias vitrinas distribuidas en el local y algunas son de dulce, otras de salado, otras repiten género ¡pero están por todas partes! No hay manera humana de ir y no tomar nada a no ser que lo tengas muy claro. Vi unos bocatines pequeños en la plancha (llamados agujas de carne) que tenían muy buena pinta, tendré que venir a probarlos. No le puedo poner cinco estrellas porque no he probado sus productos y porque en general da un poco de sensación de desorden y follón, algo que tienen su encanto pero que desde luego relax no te transmite ¡ninguno! A mí para un cortado en el camino me pareció bonito y curiosos, pero no vendría jamás a tener una tarde relajada con una amiga o mi pareja.

Unfortunately, I think this is the kind of place that gets by on their reputation alone. Confitería La Campana barely earned a two star rating due to a good first interaction with one of the staff behind the counter. After that, the service was terrible. I’m patient and willing to wait when things get busy, but there was very little effort made to check in on us. In fact we were hardly acknowledged after our initial order was delivered — given that part of our order was forgotten, I eventually went inside to re-​order. The food itself wasn’t as fresh as expected. I’d stick with some of the smaller, more intimate (and friendly) cafes within Seville.

Mmmh, sehr sehr lecker dieser Süßkram! Eine tolle Konfiserie mit einer grossen Auswahl, am Rande der Fußgängerzone, lädt zum schlemmen und Kaffeetrinken vor/​nach der Shoppingtour oder während dem Sightseeing ein. Die Preise liegen im Schnitt bei nur 1 – 2 Euro/​Stück! Outdoor-​Sitzgelegenheit vorhanden — damit man die Leute schön beobachten kann :)
Personal war auch sehr freundlich, trotz meiner nicht vorhandenen Spanischkenntnisse.

Fantástica pastelería tradicional, donde el hojaldre y en épocas concretas como la Semana Santa tienen todos los productos con el mas puro sabor casero como sus torrijas, pestiños etc…

Charming bakery with a coffee bar in the middle of the shopping district. Perfect for some caffeine or a place to rest while your companion goes to a few stores. When the weather is warm, I’d recommend sitting at the lively tables outside.

Un clásico atemporal, una confitería como «de fondo de armario», el vestido negro que te pones siempre :)
El café es regular (como en la mayoría de sitios), pero los pasteles tradicionales no están mal.
Además, con esa ubicación es imposible que no sea un sitio turístico…

Una de las confiterías más reconocidas de Sevilla. Poco espacio y siempre llena de gente (sobretodo turistas). Las dependientas muy amables, me dieron a probar aún sin comprar nada. Un poco caro.

Confitería con solera de Sevilla en la que te encontrarás a gran cantidad de señoras merendando, los típicos camareros con barriguita, poco pelo (por no decir medio calvillos) y uniforme un tanto anticuados, y gran variedad de pasteles.
Se encuentra en uno de los mejores emplazamientos de Sevilla y destaca su fachada de madera con letreros en dorado. Con respecto al dulce, disponen de gran variedad y añaden algunos para festividades especiales (Semana Santa, día de todos los Santos, Navidad…). No están nada malos, pero la verdad es que es algo carilla. N

La Campana es un sitio mítico, una confitería de las de toda la vida, con señoras merendando y molduras doradas en el techo.
La verdad es que durante el año voy poco, pero si fuera me pediría una de sus palmeras de chocolate, pero en Semana Santa es muy recomendable acercarse para probar sus torrijas. Son bien gordas, pero para nada están secas ni empapochadas en miel, tienen el punto perfecto, la textura ideal y el sabor delicioso de unas torrijas de abuela. Es verdad que si no llueve es casi imposible entrar, así que lo mejor es ir por las mañanas a comprarlas para casa o si se quieren tomar en el sitio ir las semanas previas o posteriores a la Semana Santa.

une institution à Seville
tester le chocolat chaud qui est un régal (épais à souhait)
les patisseries sont variées et renouvelées selon les jours.
j’ai adoré leur gâteau aux pignons ainsi que le roulé blanc (je né connais pas son parfum)
pour moi indispensable pour le petit creux en milieu d’après midi, il n’est pas évident d’avoir une place en terrasse.

nada del otro mundo. Demasiado cara para la calidad que tienen, además es imposible tener un buen servicio, es más el nombre que la calidad, sinceramente las he visto y probado mejores… eso si… el sitio es único… han cogido tanta fama que por el. camino han olvidado la calidad… una pena…:(

Another busy pastry shop, not too far from Plaza del Duque de la Victoria, a few minutes walk away from town center. Impressive spread of pastries at the store. The spanish sure do have sweet tooth which is good for me, from all that walk, need more calories and caffeine.

Los pasteles y tartas sorprendentes si no habeis ido a que esperais

Bueno, llama la atención su fachada de madera y sus toques modernistas en espejos y carteles. Llaman la atención también su pasteles y su bollería. Reconozco que he tenido la suerte de que apenas hubiera gente las veces que he ido a pecar a este espacio que ofrece hasta una báscula para que llores, por 10 céntimos, la suerte maldita que alimenta tus triglicéridos, bicéridos y policéridos. Chute de azúcar, alegría de papilas gustativas y luego a confesarte al gimnasio si eres creyente… No creo en idolatrías de cuerpos perfectos.
Aquí compré los mazapanes más ricos que he probado en mi vida. Es cierto que no los fabrican ellos, que son de unas monjitas de Cádiz… ahora bien, el hecho es que aquí fue dónde los hallé y puede comprarlos: pesaban una barbaridad, nada secos, bien tostaditos por fuera. Delicia, al igual que su bollería y sus batidos.
Ah, si, claro… llevan desde 1885 practicando el tema de la pastelería. Lo mismo hasta les sale bien y todo.

La Confitería La Campana es una de las más antiguas y con más historia de Sevilla y es un lugar mítico en el casco antiguo de la ciudad. La calle Sierpes comienza con una Confitería siempre llena de gente con unos grandes ventanales y escaparates donde pueden verse enormes tartas y pasteles con distintas formas: esculturas, edificios emblemáticos, como La Giralda, y según la época del año en la que nos encontremos, hay pasos de Semana Santa, gitanas de la Feria, Belenes… todo hecho con las manos y la masa elaborada artesanalmente en la Confitería.
Parece que os hablo de un sitio de ensueño. Los dulces están buenísimos (probad los pasteles típicos navideños, como las torrijas, y los de Semana Santa, como los pestiños…) y poca variedad hay en plena Calle Sierpes para relajarte tomándote un café y unos dulces tras una tarde de compras. Pero es que La Campana tiene uno de los fallos más grandes que puede tener un establecimiento para mi. Son super elitistas, aunque después sólo veas sentados a guiris o a catetos que se creen que por estar ahí sentados ya son gente de la alta alcurnia. No es normal que en pleno siglo XXI los camareros tengan que servir café con la pinta que llevan y que las camareras vayan de un lado a otro atendiendo en las mesas con una cofia puesta. ¿Pero esto qué es? Entiendo que quieran intentar mostrar un ambiente serio, formal y demostrar de alguna manera la historia de la confitería, que no es una cualquiera. Pero no me parece que ridiculizar así a sus trabajadores sea la mejor forma. A mí en vez de llamarme la atención para bien lo hace para mal. Me niego a que una chavala disfrazada me atienda hablándome como si yo fuera la Duquesa de Alba…
Una pena, porque los pasteles realmente están de muerte…

A mi entender La Campana es la confitería de referencia de Sevilla. Los mejores escaparates, pasteles, bombones, bollería, torrijas, huesos de santo, roscos de reyes,… Todo eso está aquí. Compara con cualquier otro establecimiento del mismo estilo, quizá sea muy bueno, pero La Campana no tiene parangón.
Y si, a pesar de eso no eres muy de dulces, prueba los sabrosísimos sandwiches. ¡Para merendar son un lujo! Los batidos de helado son geniales, sobre todo el de fresa. Se nota el saber hacer de más de cien años.
Cuando me acerco alguna tarde, en vez de estar en el interior junto a la barra prefiero mucho mejor las sillas de fuera, junto al kiosko de prensa. Pasa tanta gente por allí que no te aburrirás ni un segundo. Infaltable.

Es la confitería más conocida de Sevilla pero no la más reconocida. Como dice el refran unas llevan la fama y otras cardan la lana.
A veces es infernal comprar algo en ella, está tan promocionada que
siempre está llena y a veces es misión imposible que te sirvan nada.
Yo he comido de allí lo de siempre, los pestiños, pasteles de cidra, etc. Parece que viste más el papel con el sello de la casa que el dulce en sí. Aunque no hay escaparate similar en Sevilla.
Está bien, rollo turista, pero no es la bomba, hay pastelerías incluso de barrio más sugerentes que esta.

Se trata de una de las cafeterías/​pastelerías más tradicionales y antiguas de Sevilla.
Tiene mucha fama pero personalmente a mi me parece igual que cualquier otra que no esté situada tan centrica. Y no es nada barata.

Not that fresh, it was adequate.

The best bakery in all of Sevilla! They have so many options of delicious baked goods to choose from. My sister and I came to get a box of sweets as a gift for some friends. It took us ages to finally choose what we wanted. We were able to eat some of them later and were more than satisfied with our choices. Confiteria La Campana’s location on Calle Sierpes is also very convenient if you are exploring old Sevilla by foot.

Bön OK, je suis d’accord sur le principe du culte des aïeux, de la vénération des ainés et du respect des anciens Mais à condition que ça soit réciproque !
Parce que la confitéria La Campana, elle table un peu trop à mon goût sur la carte du Fondée en 1885 pour jouer la vieille dame respectueuse dont on n’oserait pas se méfier et en profiter pour nous enfler grave sur les tarifs derrière sa jolie façade cossue tout en lambris.
Alors d’accord, quand on pénètre à l’intérieur de cette institution sévillane c’est Très TenTant un Tel éTal de TarTes, Truffes, Tuiles et Tourons (allitération en T au passage pour un salon éponyme ;-), surtout quand le prix affiché des pâtisseries est de 2 euros pièce. Seulement l’astuce c’est qu’on né peut pas les manger au comptoir, il faut les choisir et s’installer en terrasse et attendre que le serveur vous les apporte.
Deux petits Schweppes en sus de 20 cl pour aider la médecine à couler (généralement facturés un euro partout ailleurs en Andalousie) et. supercalifragilisticexpialidocious, comme par magie l’addition passé à 9,30 EUR après que le serveur ait fait un savant calcul mental en regardant longuement en haut à droite (hémisphère du cerveau dédié à l’imaginaire et/​ou au gros vilain mensonge pour tous ceux qui ont lu la PNL pour les nuls).
Bön, en valeur absolue, soit ça reste raisonnable par rapport aux prix de Paris, mais localement ça sent le piège aux pigeons surtout que les pâtisseries étaient convenables mais sans plus. Donc deux étoiles pour la peine et une petite chanson locale en conclusion: Coucouroucoucou Palomaaaaa ! Na !

A really beutiful bakery and café with delicious cakes, cookies, pralines and some Sevillian specialities. If you’re looking for tasty and original souvenir, then this is the right place to shop.
And staff spoke some English!!! (In my experience this is quite rare in that part of Spain:)

Von Mallorca ging unser Flug nach Hamburg, über Spanien, Festland nach Sevilla in die beste Confiserie der Stadt, La Campana in der Calla Sierpes.
Süße kleine Innenhöfe mit Terrasse zum Leckeren essen der Puddingtörtchen und den vielen anderen Köstlichkeiten.
Die 1885 gegründete Confiserie, soll wie viele meinen, die beste in Sevilla sein. Wir können es nicht beurteilen wir waren nur Dort. Und es war sehr Gut. Nette Bedienung, immer fröhlich, auch wenn unser Spanisch, Ihr sehr Spanisch vorkam. Aber wir wollten unsere Bestellung unbedingt in der Landessprache aufgeben. Was fast, mit der Hilfe der netten Bedienung, gelang.
Dann noch Tapas essen bei Doňa Lina in der Calle de Rodrigo, auch eine Klasse für sich.

Si vas al centro de Sevilla, no puedes dejar de parar aquí y tomarte unos buenos dulces y muy rico el café.

Las mejores palmeras de huevo de Sevilla (quitando las de Brenes). Un sitio muy bien situado y de obligatoria parada cuando se visita el centro de Sevilla.

Sabor tradicional. La mítica confitería de La Campana, encabezando la calle Sierpes es uno de los lugares más famosos de Sevilla. Por su ubicación, por la bohemia que lo rodea, por su terraza en verano, o simplemente por sus dulces y helados, creo que es una visita obligada cuando se va a Sevilla.
Además, creo que paralo famoso que es el lugar, y la zona de paso tan turística como la Calle Sierpes, los precios no son excesivos.

Confiteria y cafeteria muy conocida. Muy tipico en Semana santa tomarse una torrija (producto tipico de aqui) Esta justo en el centro de Sevilla.