Esta tiendecita de alimentación me coge de paso en el camino que hago todos los martes para buscar mis verduritas. Cierran más bien tarde así que, cuando vamos de vuelta alguna que otra vez paramos a comprar un refresco, una cervecita o el pan si no nos ha dado tiempo a hacerlo para el día siguiente(está bueno porque el del horno de la Parra es de los pocos que para mi gusto se salvan). Bueno, alguna vez también cae algún dulce, pero eso no me lo tengáis en cuenta, es que hay días bastante duros y yo creo en los autopremios ;-) El local es normalito, tiene dos puertas, una por Gravina y otra por Alfonso XII y puedes encontrar comestibles de estos que te sacan de un desavío, sobre todo esos días en los que llevas un carro lleno de verduras pero no tienes casi nada con que acompañarlas, y una cena totalmente verde es muy pero que muy triste.