Caprichos

…“castigao” sin chucherías¡¡¡
Con dos niños, y Dani que casi en estos lugares es peor que un niño, decir de este sitio que es uno de los más visitados en mis tardes de paseo.
Desde que entramos por primera vez en esta tienda, el trato es excelente y más con los niños. Recuerdo esa primera vez, que Guille hacia poco que había probado las chuches y al entrar se quedo de piedra, quería de todo, pero claro esta, no se le puede dar a un niño con dos años todo lo que pida. El caso es que compramos una piruleta y el señor o dueño del negocio le regalo a mi hijo un caramelo. Desde ese día pocas son las veces que vamos y no le regala algo, eso es tratar con cariño a su clientela menuda.
Yo algunas veces picoteo y me compro mi kit de supervivencia de frutos secos (anacardos), pero la verdad que aquí puedes encontrar de todo en chuches, frutos secos, globos, artículos para fiestas y cumpleaños (vasos, platos, guirnaldas, etc), y lo mejor las piñatas, las tienen de todos los dibujitos de la tele y ahora las tienen del escudo del R. Betis Balompié y el Sevilla.
No os preocupéis por las caries, en breve reseñare mi dentista.

Salir a pasear o a hacer un recado con tu sobrino tiene muchas ventajas…
Vas en compañía, tu sobrino te va hablando con esa vocecita chillona que le caracteriza, le cuentas cosas que no sabía y se asombra, y el también te cuenta cosas tan divertidas que no crees que un niño de 4 años pueda decir!
Pero también tiene muchos inconvenientes:
— Tita, vamos a entrar ahí y a comprar un juguete
— Tita yo quiero ir al parque
— Tita yo quiero patatas
— Tita yo quiero chuches
Y una larga lista de «tita quiero…» Así, que le prometes que si se porta bien durante todo el día, le comprarás algo de chuches… Y claro, hay días que no cuela. pero otros tienes que resignarte y comprarle chucherías.
La última vez que mi sobrino se portó tan bien en la calle, entré en esta tiendecita que me coge de vuelta a casa. Claro, allí estaba mi sobrino que lo quería todo. Había tanto donde elegir! Gomitas al peso, frutos secos, piñatas, cartuchos de chucherías como los de los cumpleaños, helados. incluso esas piruletas gigantes que dentro tienen muchas piruletas pequeñitas!
— Pedro, solo puedes comprarte 3 cosas, a ver que prefieres.
¡Si por el fuera ya se habría llevado toda la tienda! Por lo menos el dependiente es bastante agradable, un señor no demasiado mayor que vivirá estas situaciones a diario. Tras 10 minutos de vueltas a la tienda (porque muy grande no es que sea)…
— Ea, pues este paquete de gusanitos, este chupachups y una esponjita.
— Te ha costado decidirte eh, Pedro?
Con esa vergüenza que de vez en cuando se le aparece casualmente, mi sobrino se queda quieto, se acerca a mi y se pone a mirar al suelo. Decimos adiós al hombre que nos ha tratado con tanta paciencia y nos vamos.
— Tita, ¿me das ya las chuches para que me las coma?
— No Pedro, son casi las 2… cuando termines de comer te prometo que te las doy…