Había venido a esta cafetería al menos 6 o 7 veces, es bonita, el trato siempre ha sido bueno, pero tampoco es nada del otro mundo. Para tomarte un café y listo. Hoy he pasado a tomarme un café, y para acompañar he pedido un trozo de torta. No había mucha variedad, 3 o 4 magdalenas, unos cuantos croissants, y el trozo de torta que me disponía a comer. En la vitrina tenía buen aspecto, pero cuando me la han traído a la mesa, le he clavado el tenedor, y estaba seca y dura. El tenedor se ha quedado clavado sin moverse. Así qué, con educación, le he dicho que se la llevase, que así no me la iba a comer. Si bien yo nunca serviría(ni he servido) nada que yo no me comería, y que en mi propia casa tampoco me habría comido, menos todavía voy a pagar por ello. Cuando he ido a pagar los cafés, la dueña me ha dicho que si no me la pensaba comer. Diciéndole que no, que estaba seca, la ha abierto por la mitad diciéndome que la tocase por dentro. Efectivamente, por dentro estaba tierna, no creo que fuese de antes de esta mañana, pero si la tienes sin cubrir, y con el aire acondicionado: SESECA. Y yo, no tengo por qué comérmela ni pagar por ella. Y mucho menos soportar que estés cuestionando el estado del producto, no la quiero, y punto. Ha seguido diciéndome«Entonces cómo tengo que hacerla?»… Le he dicho que me cobrase los cafés, le he dicho gracias, y me he ido, a lo que ella ha añadido un «gracias a vosotras» burlón. No pienso volver. Primero, si el producto no te lo comerías, no lo ofrezcas, o al menos advierte de su estado. Segundo, ten educación. Es MUY importante cara al público.
