Gran restaurante. Tiene tres plantas. En las dos primeras hacen menú, y en la planta sótano, carta. Cuando voy, bajo directo al sótano. Si quieres tomas el primero en una pequeña bodega que tiene, allí haces el pica-pica inicial mientras eliges el segundo plato. Excelentes anchoas y embutidos, son mi predilección. Para el segundo pasas a un salón Buena carta de pescados. Menos carne, aunque lograda. Servicio atento y familiar. Un lugar para repetir, esta claro!