Hostal Posada de Oitz

Hace unos meses estuvimos en este establecimiento comiendo. Se que además de restaurante tienen alojamiento pero no lo vi ni puedo opinar sobre el mismo.
La localidad navarra de Oitz (junto a Santesteban) es bastante pequeñita pero está en un entorno digno de visitar, por lo que os recomeindo encarecidamente que os acerquéis por esa zona.
El comedor es muy acogedor, decorado en tonos rojizos, con predominio de la madera y con elementos de la arquitectura rural de la zona, encantador pero: pasamos frío. Era el mes de noviembre y la calefacción no era suficiente para calentar el comedor. Es la única pega que encontramos. Pedimos que subieran algún grado pero si lo hicieron no se notó y todos acabamos poniéndonos alguna ropa encima.
Pese a eso comimos estupéndamente bien. No recuerdo el precio pero si recuerdo que no nos pareció caro para lo satisfechos que salimos. Probamos los mejillones de roca a la plancha (nos los habían recomendado), la cantidad que te sirven es enorme y realmente estaban exquisitos. No dejéis de comerlos! Otros platos que probé fueron una ensalada de rape (muy rica), el foie a la plancha con salsa de oporto y un magret de pato a la plancha. Correctos. De los postres probé el sorbete de cuajada (no me gusta mucho la cuajada y no me pareció estupendo pero a quien le guste seguro que la disfruta) y una rica tarta de queso.
Así que con estos pros y contras os recomendaría visitar este lugar, si puede ser en primavera o verano, y no dejar de comer los deliciosos mejillones.