La playa del Faro de Maspalomas es bastante difícil de alcanzar: no en vano está precedida de la imponente Reserva Natural de las Dunas de Maspalomas, así que si quieres llegar a ella desde el centro de la ciudad, tendrás que atravesar prácticamente un desierto hasta dar con el agua. La otra opción es bajar en un medio motorizado hasta la zona comercial del faro, en donde hay tiendas y restaurantes, y luego caminar por la playa hasta que encuentres un sitio a tu gusto. La playa está salpicada de chiringuitos, que están identificados con números. El último, el número 7, es de hecho el más popular, y la gente de la zona lo conoce como«el chiringay». Una bandera gay que ha vivido tiempos mejores(está un poco destartalada, la pobre) preside el lugar donde la oferta se reduce a bebidas refrescantes, cerveza, bocadillos y algo de picoteo rápido(frutos secos y patatas fritas, sobre todo). También hay un baño que cuesta 50 céntimos. El chiringuito está bastante hecho polvo, pero sigue reuniendo a diario a su alrededor a cientos de personas. La zona en la que se enclava es mixta(nudista-textil) así que ojo porque si eres pudoroso igual te encuentras con alguna sorpresa. ¿Los precios? La cerveza cuesta tres euritos.