Dra. Inmaculada Muñoz

Los dentistas, como los médicos en general, son de las profesiones a las que suelo buscar una segunda opinión, y más cuando crees que lo que pretenden es rascarte el bolsillo.
Acudí a esta clínica buscando una segunda opinión, pues en la primera clínica a la que fui pretendían ponerle ortodoncia a mi hija cuando aún no le habían salido todos los dientes y además, estaba mellada, así que antes de tragar y soltar la pasta, decidí buscar otra opinión.
No solo la doctora Muñoz me desaconsejó la ortodoncia, si no que me justificó la razón por la que contradecía a la primera clínica (que no me dieron motivos del por qué era necesaria la ortodoncia) y, además, el tiempo le ha dado la razón. Su opinión era simplemente esperar a que le salieran primero todos los dientes a mi hija y, ver cómo iban saliendo, ya que en la situación en la que se encontraba mi hija sin algunos dientes, difícilmente se podría sujetar una ortodoncia.
¡Menos mal que pedí una segunda opinión a esta clínica a tiempo por qué si no, aún estaría pagando una ortodoncia innecesaria!
Desde entonces y, viendo que la doctora Muñoz se preocupaba más por mi salud o la de mis hijos que por la mera cuestión económica, mi familia está en sus manos.
Además de las revisiones rutinarias, me han hecho la limpieza bucal y, por primera vez, no salí sudando a mares, ya que soy un poco «cagueta» para los dentistas. En el caso de mi hijo, a pesar del miedo-​asco que tiene a la sangre que le sale cuando se le cae un diente, las veces que le han tenido que quitar algún diente de leche, ha salido con su diente dentro de un estuche en forma de diente para que pudiera dejárselo al ratoncito Pérez y además, diciendo que no le habían hecho daño, así que recomendable 100% por profesionalidad, buen hacer y buen trato.