Casi escondido frente al Senado, está este pequeño local que no destaca ni mucho menos por su decoración pero que ha conquistado un trocito de mi corazón. Inspirado en el cine(con las paredes llenas de grafittis de personajes del celuloide), el local tiene unas cuantas mesitas, una barra graciosa y una terraza que debe de hacer las delicias de nuestros representantes políticos en las calurosas mañanas, tardes y noches de la primavera y el verano. La carta, súuuuper completa, tiene de todo: desde ensaladas con las que sales bien comido(me gustó mucho la de habitas, vinagreta de mango, bacon y salmón), platos con claras influencias de cocina internacional como la asiática y la peruana y hasta un compendio de potentes hamburguesas que sorprenderán hasta al hamburguesero mayor del reino. Si te mola el picante, no dejes de pedir la burger V de Vendetta, que lleva un pimiento peruano(el rocoto) que pica como el infierno pero que, aún así, deja percibir el sabor de una carne casera que me encantó. Los precios son muy contenidos para la zona de la que estamos hablando y, además, pocos son los locales del hamburguesismo que se prodigan por la zona. Por lo que si estás ansioso por esa carne entre dos panecillos, ¡es tu sitio! Nos han chivado que tienen buenos cócteles…