Umiko

Que decir de Umiko? Simplemente genial. Cocina japonesa fusion, espectacularmente realizada, un descubrimiento en cada plato.
Personal muy atento, explicandote cada plato.
Una teferencia

A short walk from our hotel, Umiko, was the perfect place for our sushi fix in Madrid. Walking in we were instantly intrigued by the great décor, filled tables, and inviting staff. We were seated in the middle of the restaurant, right next to the sushi bar and were able to watch them prepare all the delicious rolls and dishes.
We enjoyed most the Degustacion de Atunes, three different types of tuna that were laced with soy sauce and yet the taste of the fish still very there. The food was fresh and delicious. Especially the Sardina En Vinagre, a traditional Japanese dish found right here in Spain. Umiko is an excellent choice for sushi in Madrid, and in a great happening neighborhood. Five stars.

Pablo Álvaro y Juan Alcaide, dejaron Kabuki para dar rienda suelta a su imaginación de comida japonesa fusionada en Umiko, un nuevo restaurante japonés fusión (importante esto, al menos para mí) en Madrid.
Estuvimos hace un par de semanas y sinceramente merece muchísimo la pena, nos encantó. ¿Lo mejor? Nos ‘dejamos hacer’ por Pablo y Juan que nos sirvieron sus mejores platos y aquellas cosas que pensaban que mejor nos podrían gustar y disfrutamos de lo lindo. Probamos varios platos calientes, entre los que recomiendo especialmente la porra con cochinillo y sobretodo los mejillones con nata y sake espumoso (es decir, al estilo francés pero ‘japonesizado’ por ese sake) que me parecieron ESPECTACULARES, y un montón de sushi… ¡un montón! Mira que tienen variedad. El sushi me gustó absolutamente todo y debo destacar el punto del arroz, que para mí es un 50% clarísimo del sushi y que a veces no se le da la importancia que merece. El arroz de Umiko (de Toyama, nos dijeron) tenía el punto justo de cocción y especialmente la temperatura ideal, algo muy difícil de encontrar fuera de Japón, así que olé por ellos. Entre el sushi más fusionado destaco el socarrat y el de arroz a la cubana que te transporta directamente a tu infancia, aunque probamos otros de pescado menos fusionados igual de deliciosos.
Calidad, mimo a la hora de tratar los ingredientes y la fusión y muy buena atención, así que cinco estrellas, porque realmente disfruté muchísimo. Quizá les recomendaría, en un futuro, cuando ya estén rodados, una buena carta de sakes para combinar con la comida, pero que sea una oferta divertida como esos murales que decoran sus paredes y que le dan ese toque tan moderno al restaurante.
En fin, no es barato (y menos si acabas comiendo tanto como nosotros), pero merece realmente la pena. ¡Mucha suerte a Pablo y Juan en este nuevo proyecto, la merecen!

Una nueva apertura en Madrid y bastante sonada por los chefs que están al frente, Pablo Álvaro y Juan Alcaide, que ya trabajaron ambos en Kabuki. Es decir, que en lo que se refiere a cocina japonesa fusionada, saben lo que se hacen.
El local todavía no se llena, porque hace muy poco que han abierto pero poco a poco empieza a coger velocidad. Además de la carta, suelen tener cosas fuera de la misma muy interesantes (el nigiri de piel de cochinillo es una de ellas y está delicioso).
Hay platos calientes como la porra con cochinillo y polvo de gambas que es una delicia, o unos mejillones hechos al estilo francés con nata pero que lleva sake espumoso. También tienen wagyu en parrilla, o tuétano de vaca vieja riquísimo, con sake y yuzu fermentado.
Y el sushi, en general, es una pasada. Muy buen pescado y, sobre todo, un arroz japonés que tiene el punto justo, la temperatura justa y está compactado como suele estarlo el japonés pero sin que sea excesivo.
La ventresca de atún con wasabi fresco rallado allí mismo es genial, pero el de ventresca de atún con salmorejo, crujiente de jamón y huevo hilado es un guiño estupendo, así como el de arroz a la cubana, que sabe a infancia. El de socarrat también es curioso.
En realidad, podéis mirar las fotos que he subido de todo lo que cené, porque hay montones de cosas y está todo rico. El precio es muy bueno para el tipo de restaurante que es y la calidad que tiene, pero claro, si tenéis buen apetito y pedís tanto como yo, acabaréis pagando una buena cantidad de dinero.
En cuanto estén un poco más rodados la quinta estrella en la reseña le cae, seguro.