Trattoria Pulcinella

I have two favorite Italian restaurants in Madrid. This is the go to place for casual elegance. They have white tablecloths and the service is … Well … Slow!
On the other hand, you are not rushed through your meal and it really is a great place to take a date. I say that even though I have never taken anyone here!
The food is phenomenal. They actually cook the pasta perfectly and the salads are lightly dressed and vibrant.
I had the arugula and tomato salad and it was very cold and refreshing. A great start to my mean …
Oh, I forgot to mention that they give you olives, bread and a huge portion of what I believe is philly cream cheese! All I know was it tasted great.
My go to Tagliatella Bolognese is the best in Madrid. There was nothing more I could say … Bellissimo!!!
After dinner they give you effectively 4 shots of limoncello per person.
Deserts are always good … Absolutely a can’t miss for Italian in Madrid.

When researching Madrid restaurants, I found something that suggested Trattoria Pulcinella had the best pizza and focaccia in all of Madrid. I believe that is correct.
We arrived shortly after they opened, which was lucky because within minutes, the place was *packed* with people waiting.
No, they don’t have an English menu, so you’ll be ordering Italian food described in Spanish. Buckle up. (The Google translate app isn’t much help since it’s so dark inside. One waiter spoke English, while the others seemed to be Spanish only.)
We began with focaccia, which was not what you’d normally think of as focaccia. It’s basically a pizza without melted ingredients. We got the Caprese (€ 13.90) — it had arugula, cold buffalo mozzarella and Sicilian tomatoes (also cold). The crust was nice and chewy, but it was essentially a flatbread situation. I’d skip this.
We moved on to the diavola (spicy salami) pizza (€ 12.50) which was AMAZING. Chewy crust, slighly sweet sauce, tasty diavola. We opted out of the black olives because those are disgusting.
We followed that up with the Tris Sorrento (choose three pastas to try, € 13.50 per person, minimum of two people). My fiancée loved her tagliatelle alla bolognese, while I think the strozzapreti al pesto was best. We both thought the gnocchi alla sorrentina was a misfire, since the already heavy gnocchi seemed a bad fit with the melted cheese.
Because we are giant Americans careening toward morbid obesity, we also ordered dessert. I got the peccato al cioccolato (€ 6.25) — a small chocolate soufflé with a side of outstanding vanilla gelato. It was fantastic.
Because we basically ordered half the menu, they served up some complimentary lemoncello.
Add four glasses of wine and two bottles of water and our total tab was € 81.90. Not a cheap night out, but it was definitely a highlight of our trip.

Imaginaos, sábado noche, recién salidos del teatro, sin saber muy bien donde calmar el hambre y con ganas de comer pasta ¿Dónde vamos por la zona de Justicia sin que nos cueste un ojo de la cara, un riñón y parte del otro? Y entonces recordé esta trattoria en este rinconcito de Madrid que tanto me gusta por lo tranquilo y bonito que es.
Llegamos y tuvimos que adentrarnos bastante hasta llegar a la escalera que lleva a la planta baja, donde se encuentra la sala más grande para que una camarera un poco tosca pero con trato correcto nos indicara que la única mesa que quedaba libre era una en la sala que hay en la entrada. Y ¡Menos mal! En la planta baja habría como varias mesas alargadas llenas de gente haciendo muchísimo ruido, así que quedarnos en esa mesa arriba, aunque fuese en la entrada, nos vino bien.
El local, como comento, se haya dividido en dos partes, la entrada, con una sala pequeña donde, tras unos biombos, se encuentras varias mesas. Luego, bajando las escaleras, ya te encuentras con una sala más grande y el resto del negocio (barra, cocina, aseos, etc).
La decoración me gusta porque aunque se trata de un local de comida italiana, no te lo intentan asemejar a un restaurante que se encontrara en la misma Piazza Navona o al lado del Gran Canal en Venecia, sino que es una decoración moderna y acertada para mi gusto. Las paredes, mires donde mires, están llenas de fotos de artistas italianos en blanco y negro.
Una vez sentados, nos trajeron la carta, bastante amplia, por lo que tardé en decidir.
Al final de entrante pedimos carpaccio de carne, y luego yo una pasta de la que no recuerdo el nombre rellena de carne de ternera con salsa gorgonzola con nueces, y mi acompañante pidió Rissotto de carne y boletus.
Para beber, pedimos vino tinto, aunque no me preguntéis, ya que no recuerdo el nombre del vino que nos trajeron, y agua.
El entrante nos lo trajeron a la vez que el aperitivo, consistente en mantequilla para untar y aceitunas.
El carpaccio, presentado con rúcula y parmesano y con un poco de vinagre de módena, estaba pegado al plato, por lo que cuando intentabas cogerlo, se deshacía y hacía imposible coger una loncha completa.
Terminado el entrante y casi el aperitivo, nos trajeron los platos. Abundantes, sobre todo el rissotto que estaba muy sabroso.
La pasta, que yo pedí, aceptable, sin mucho sabor pero correcta.
Para postre pedimos ambos panna cotta con salsa de frutas rojas. Buenísimo, desde luego, lo más sobresaliente.
La cuenta un poco cara, unos 30 € por comensal, para la comida, aunque hay que tener en cuenta que también se paga la ubicación.

Mañometro: Ma’ca que piazo de restaurante co !!
Me tiene MUY enamorado esta trattoria y como bien se ha dicho en otras reseñas, no nos engañemos, es tirando a «cara» pero eso sí, es lo mas cerca que vas a estar de la comida italiana en muuuuuuuuucho tiempo.
Comencemos por el personal, que en todo momento es muy atento, educado y simpático, el local esta distribuido como una autentica trattoria italiana, creando ambientes y espacios diferentes dependiendo de la zona, tienen una carta extensa y para todos los gustos, eso sí, intentar reservar, puesto que todas las veces que he ido estaba lleno y he tenido que esperar.
En mi caso, yendo dos personas y quedando satisfechos en cuanto a raciones, nos fuimos a por una pizza Parigina (12,90), compuesta de tomate San Marzano, mozarella y jamon San Danielle, con un toque ahumado riquísimo y bien de tamaño, pasta Fusilotti di Montagna (11,95), que vienen con Speck, gorgonzola y una reducción de coñac, lo que hace que los amantes de los quesos fuertes nos volvamos literalmente locos, y con estos dos platos para dos personas te vas a casa mas augusto que un arbusto, eso sí, toca andar para bajar la comida.
Mención aparte otras pastas de primera línea como Rigatoni all’Indiavolata, que como os imaginareis es uno de los platos picantes «estrella» pero que aparte tiene un sabor de «fondo» muy sabroso, y Spaguetti Cacio e Pepe, con pimienta negra, que me pierde, me pierdeeeeeeeeeeeeeeeeee.
¿Y los postres? Aquí viene la joya de la corona, el tiramisu del que no os diré nada, porque habla por si solo.

Restaurante estupendo italiano, de los mejores en los que he estado.
Tenéis que probara berenjena rellena (no recuerdo el nombre) y las pastas (todas la van a sorprender). Seguro que repetís.

Súper recomendable! Fue como volver a vivir en Italia. Fuimos tres amigas, de entrante pedimos una pizza para compartir, luego cada una un plato de pasta o carne, postre a compartir y cada una dos copas de vino. En total 26 euros por cabeza. La comida excelente, tienen horno de leña por lo que las pizzas son increíbles y nos invitaron a chupitos de limoncillo.
Eso sí, la reserva la hicimoscel mismo día y sólo quedaban horas a las 21:00 ó 23:00. El restaurante estaba hasta arriba.
Y súper mona la mesita que da a la calle, tiene un aspecto muy romántico.

Uno de mis restaurantes favoritos de Madrid. Buena carta, buena comida, precio razonable… Te salva de cualquier situación: con amigos, de trabajo, un ligue… Una madre.
Especialmente buenas su caponata de berenjenas, sus pastas rellenas y sus escalopines.
Un fallo: a pesar de que llevo años yendo habitualmente, nadie demuestra ni un solo gesto de familiaridad…

Buscando un buen restaurante napolitano donde pudiera hacerle recordar y disfrutar de la gastronomía a mi chico para cuando tiene morriña, me topé con este restaurante en pleno centro (chueca-​Alonso martinez esta a dos pasos como quien dice de Sol) y me llamó la atención su nombre.
Ya que la pulcinella es una mascara que usaban los comediantes a la hora de hacer comedia, de hacer el payaso y que tiene su origen en Nápoles. Ya que si vas a Nápoles la figura más representativa junto con Maradona (si aquí este hombre es DIOS) y los famosos cuernos rojos (para traer la buena suerte, y que yo creo que soy la mayor compradora xD) es la pulcinella vestida de blanco y con la mascara negra.
Dicho esta introducción histórica y curiosa, decir que el restaurante tiene una decoración maravillosa con fotos de toto peppino (actor super conocido de napoli), sofia loren, dibujos de la costiera amalfitana… Todo te hace adentrarte en un clima muy acogedor mientras que degustas las pizzas con su horno traído desde allí que están muy buenas, las pastas típicas de la zona como friarelli (grelos)con salchichas o otras pastas realmente exquisitas.
La carta es muy variada y se asemeja bastante a la de Nápoles, con productos de calidad como la mozzarella o burrata. El único pero que podría poner es que es un poco caro, pero se ve que aquí en España hay demanda y los precios los inflan un poquito más (allí comes por menos de 10 € y aquí el doble). Saldrás comido por unos 20 – 25 €, eso si ojito si pedís vinos que ya se sabe que es lo que agranda la dolorosa cuenta final.

My husband and I were were visiting from LA and wanted to try something other than tapas after a 2 week stay. We had such a lovely meal! We had some burrata to start, I had their pasta with pesto as an entrée and my husband had a very rich and sweet tortellini. We ended with tiramisu and cappuccino. The prices were very reasonable and the service was very attentive.

Muy bueno. La decoración muy genuina y auténtica. El entrante de berenjena y queso muy bueno. La calzone puede mejorarse pero en general muy bien. Un poco caro.

Uno de los mejores italianos de Madrid con una excelente calidad precio y un trato exquisito.
Cualquiera de los dos locales mantienen el nivel.

Soy nueva por Madrid, pero tengo suerte de tener conocido y amigos con buenos paladares. Y este amigo en concreto me descubrió este gran lugar.
¿A quién no le gusta disfrutar de una buena comida italiana? Y este sitio sin duda es de lo mejor que he probado. Una buena comida italiana, con un restaurante con un estilo muy peculiar. Estar comiendo mientras te trasladas a la italia más profunda, con sus grandes encanto.
El precio del sitio no es excesivo, y la comida esta riquísima.

Auténtica cocina italiana, buenísimos los Gnocci. Veramente italiani! :)

Una compañera propuso irá este lugar. La verdad quehace tiempo no comía pasta así que me animé. En el camino… bueno andaba algo perdida, y un buen hombre me guió y me dijo que es un muy buen restaurante de comida italiana y que la iba a pasar muy bien… y no se equivocó.
El lugar esta muy bien ambientado y se ve que tiene clientela permanente.
Yo ordené pasta casera con ricotta y espinacas en salsa roja, una delicia. Mis amigas ordenaron otros tipos de pasta y la verdad muy bien.
El vino tinto en su punto. Una velada encantadora.
Se recomienda hacer reserva, ya que se pone a tope de lleno.

La comida muy buena, el servicio no estaba mal, además para estas fechas han abierto justo en la otra acera ‘La Cantina’ para poder atender a más gente. Seguro que volveré

Entrar en el Pulcinella es como viajar directamente a Italia. Yo no soy gran fan de la comida italiana (mis años de estudiante han hecho mella en mí y cada vez me atraen menos las pizzas y la pasta), pero tengo que reconocer que este sitio juega totalmente en otra liga en cuanto a cocina italiana. Principalmente porque, aunque podrás encontrar los típicos platos de pasta y pizza, también puedes encontrar otro tipo de cocina italiana tradicional que no es tan normal ver en cualquier restaurante italiano.
Ya solo por eso mereceríà la pena acercarse, pero es que hay más. La decoración del lugar remite claramente a Italia, y en la mesa podrás encontrar los manteles típicos y la bolsa de colines que devorarás antes casi de sentarte. Yo no sé qué tienen estos palitos que vuelven loco a cualquiera, hasta el punto de que rebuscas las migas en la bolsa pese a que ya no quedan más.
Por otro lado, otro de los puntos a favor de este local es su personal, que es atento hasta en el más mínimo detalle, pero que sorprendentemente no agobia nada. Fuimos un grupo bastante grande de personas y tardamos muchísimo en decidir, pero el camarero no puso mala cara en ningún momento. Un punto a su favor, claramente, porque fuimos bastante pesados.
Con respecto a la comida, tanto los platos de pasta como las pizzas estaban exquisitos. Las pizzas son esas típicas con la base muy fina y gigantescas, tal y como se comen en Italia. Los platos de pescado y carne, también muy bien. Y todo llegó a la vez, que teniendo en cuenta que estaba hasta arriba, es otro aspecto a tener muy en cuenta.

Das Essen ist wirklich lecker und das Ambiente authentisch italienisch. Leider sind die Portionen etwas klein und dafür recht teuer. Qualität ist Top!

Pulcinella es un italiano genuino, en un local agradable y acogedor con una decoración algo recargada pero que de alguna manera le va muy bien al sitio. Aunque su principal aliciente es la comida, especialmente la pasta. Se nota que trabajan con ingredientes de primera, y la pasta es de una calidad difícil de encontrar (sobre todo en este rango de precios). Han tenido tanto éxito que han abierto un local enfrente del primero, y es muy normal que si reservas mesa, te manden al otro. Este segundo local, aunque también acogedor, tiene mucho menos encanto y yo recomiendo pedir que te sienten en el original. Las raciones son muy generosas, y a pesar de no ser un sitio barato, creo firmemente que la relación calidad-​precio es muy buena. Recomiendo en especial el vittelo tonato, que está buenísimo y es uno de esos platos que no encuentras en todos los sitios.

Este es otro restaurante italiano que me encanta.
Me gusta su comida y el ambiente. Las mesas del restaurante siempre están meticulosamente preparadas con su típica bolsita de pan de colines para cada comensal.
Aunque este sitio bien es cierto que me gusta, sólo he ido dos veces. La última vez que fui comí unos raviolis que estaban buenísimos, claro que sólo ese plato me costo 12 euros ¡no está la cosas para ir todos los días!
Lo que más gracia me hace es ver las mesas que han puesto fuera del local, los bancos son prácticamente parte de la fachada.

Esta trattoría italiana lleva ya muchos años en esta tranquila calle. Es tan grande su fama y su éxito que ha tenido que ampliar el negocio, abriendo una «sucursal» justo enfrente. Así que prácticamente la calle Regueros es la de Pulcinella y pasear por esta calle es como hacerlo por alguna ciudad italiana. El secreto de esta trattoría es su estupenda comida italiana: tanto las pizzas como las pastas, las ensaladas, los postres y todos los platos son correctos. Además, la amabilidad del servicio se agradece, pues aunque debería ser la norma general, la verdad es que no es tan común en todas partes. Yo he ido muchas veces a comer o cenar a Pulcinella y siempre he salido satisfecho, así que es una apuesta segura para no fallar. Además, la comida italiana gusta a casi todo el mundo, así que es difícil equivocarse si traes aquí a alguien. Incluso si es muy exigente, tendrá que admitir que la cocina de aquí es italiana cien por cien… ¡Mamma mía!

Este restaurante italiano tiene fama de ser uno de los mejores de Madrid. Yo no podría asegurarlo, no soy experto en este tipo de gastronomía ni conozco muchos otros sitios en la ciudad, lo que si puedo afirmar es que es el mejor de la zona de Chueca, sin duda.
Trattoría Pilcinella se encuentra en la solitaria Calle de Regueros. El local es grande tiene dos salones con varias mesas, además de un local enfrente con dos plantas. Originalmente lo único que diferenciaba a cada sitio era que en uno se podía fumar y en otro no, ahora son prácticamente iguales.
Lo más importante, la carta de comida que es extensa, como típico restaurante italiano cuenta con los típicos entrantes, pastas, pizzas, ensaladas y algunos platos de carne y pescado, además de sopas y risottos.
Lo más recomendable son las plastas frescas, preparadas artesanalmente. Tienen más de 20 variedades, elaboradas con muy interesantes ingredientes –dejando a un lado la boloñesa-​, como la pasta con espárragos y salmón, los rabioles de lubina o la pasta artesanal rellena de trufa.
El servicio es amable, con el toque justo de prepotencia e indiferencia italiana.
Recomiendo ampliamente este lugar, no duden en pedir las pastas frescas.

Muy buen restaurante italiano a precios razonables y una comida excelente. Por lo general está hasta la boca de gente por lo que es mejor reservar mesa incluso haciendo turnos. Lo mejor es la zona para no fumadores y muy buena ambientación.

Que puedo decir ante un italiano de verdad. Si señores, un ITALIANO DE VERDAD. Y todo el que haya comido en Italia me entendera buen precio, buena comida, casero, con calidad dios este fin de semana tengo que volver!
De verdad, es que no le saco ni una pega.