Sushita

Me decidí a probar este sitio después de leer muy buenas reseñas en tripadvisor. La decoración me inspira otra cosa, en vez de comida japonesa pero lo cierto es que no me dexepciono.
Los tallarines de curry estaban buenisimos; al igual que los rolls de sushi! Todo ello a precios asequibles y un servicio correcto.

Parecía que estabamos en el programa de Chicote… ¿Cómo un establecimiento tan chulo, con una decoración exquisita y unos detalles increíbles, pensando incluso en las personas con movilidad reducida (plataforma móvil para salvar los 4 escalones que llevan a los aseos y estos bien grandes y adaptados); puede tener un encargado -¿dueño?- tan sumamente inepto??? Nos preguntó por tres veces qué queríamos beber en un intervalo de diez minutos… menos mal que sólo eramos tres personas y solo había dos mesas. Mucha tecnología: mini pda para las comandas, pantalla táctil para marcar los pedidos (tienen servicio take-​away), mini mando que no soltaba pero que no sé para qué,… todo nuevísimo y limpísimo (=un camarero se entretuvo un buen rato limpiando la pantalla de pedidos, mientras nosotros enfrente seguíamos sin las bebidas y sin que nos tomaran nota…)
Por otro lado, la comida estaba exquisita, recomiendo especialmente los rollitos de pato.
Repetiré pero sólo en servicio take-​away que además es más barato, variado y flexible en lo que a sushi se refiere.

Le pongo 2 estrellas porque la comida en sí está bastante bien, pero si es por el servicio, no le pongo ni uno.
Llegamos como a las 2 menos veinte del mediodía, y en el restaurante sólo había una pareja con dos niños comiendo. Por tanto, no pueden decir que el restaurante estuviera hasta arriba. Nos dieron mesa y allí estuvimos esperando durante unos minutos hasta que nos vinieron a coger nota de la bebida: Una coca-​cola zero y dos aguas.
Pasados los minutos, el camarero decidió tomarnos nota. He de decir que el camarero me pareció bastante descortés, por no decir desagradable en el trato. No es que hiciera o dijera nada incorrecto, pero son las maneras. Pedimos para compartir rollitos de pato crujiente (6 piezas), dumplings de gambas y pollo (6 piezas) y unos tallarines con pollo, gambas y setas para compartir. Y luego, cada uno pidió un plato. Yo pedí la burger Ramen, otro comensal unos nigiris variados (4 piezas) y el último comensal sashimi de salmón (8 piezas). Quizás la queja es absurda pero si hay disponibles por el mismo precio sashimi de salmón, de pez mantequilla y de atún ¿por qué no se puede pedir 4 de uno y otros 4 de otro? Pues el camarero tuvo que ir a preguntar y tras esto, nos vino a decir que no.
Nos trajeron un aperitivo, un pequeño bol con algas wakame con mahonesa de washabi antes que la bebida, e imaginad con lo que puede llegar a picar el washabi lo que echamos en falta durante un buen rato la bebida.
Hasta que trajeron la comida pasó más de cuarto de hora, y mientras, nos dió la sensación que los camareros andaban bastante perdidos y que el encargado no dejaba de dar vueltas por el establecimiento.
A los pocos minutos llegó de nuevo el camarero con una bebida pero le dijimos que no era nuestra.
Nos trajeron los rollitos de pato crujiente y los dumplings a la vez. La verdad es que muy bien presentados y muy buenos. Creímos recobrar la esperanza en este negocio, pero no. Tardaron otros tantos minutos en traer el resto de platos.
Trajeron la Ramen burger y el resto de platos restantes, afortunadamente a la vez. La Ramen Burger me pareció un concepto muy bueno. Consiste en carne de ternera y cerdo con queso edam fundido, rúcula y cebolleta y como pan una pasta de tallarines yakisoba. Acompañando a la hamburguesa sirven ensalada de alga wakame con mahonesa de washabi.
El mismo camarero llegó con un plato que tuvimos que rechazar ya que no lo habíamos pedido.
La verdad es que para mí, los dos entrantes y la Ramen burger fueron más que suficientes; aún así probé los tallarines al curry, que me parecieron bastante suaves, aunque el resto de los comensales se quejaron de que estaban sosos.
Eran ya las tres, teníamos que marcharnos, así que no pedimos postre. Pedimos la cuenta, que también tardaron lo suyo.
El local está muy bien, nuevo y muy amplio, bien decorado con una mezcla de elementos vintage y japoneses, pero no puedo dejar de darles una nota muy baja por el pésimo servicio.

Este restaurante me encantó, fui el otro día al salir de trabajar y ya le había echado el ojo, y la verdad que no me decepcionó. La decoración es bastante chic y moderna, estilo playero/​japonés. El camarero fue encantador, muy amable y servicial, y se preocupó mucho de que nos gustará todo y de que estuviéramos a gusto.
La comida está riquisima y en la carta te recomiendan algunos platos que ayudan bastante a la hora de elegir. Nosotros pedimos: rollitos de pato que estaban deliciosos, pedimos un niguiri de vieira súper bueno, otro de solomillo con parmesano y uno de salmón. Después el spicy tuna y el california especial, los dos platos deliciosos. Lo que menos me gustó fue el niguiri de solomillo, pero aún así estaba bastante bien. La verdad es que tengo muchas ganas de volver y probar otras cosas, que me quedé con las ganas!
Nosotros nos gastamos (20 €) por persona, o sea que el precio me parece muy bueno teniendo en cuenta el precio del sushi en Madrid y la calidad buenísima de todo.

Todo estuvo perfecto. El local bien cuidado, el trato amable, los platos tanto buenos como bien presentados y el precio insuperable.

This sushi café offers very good food. We had 4 rolls and they were super delicious. I can agree a bit that the service needs to get better. I think they just need to be a bit more proactive (efficient). I felt that the waitstaff don’t have tables assigned, therefore I can see that is a bit of a problem. The services was courteous and very friendly, I loved the ambience. I will definitely come back again. :-)

Todo muy rico, excelente relación calidad/​precio. Acaban de abrir, por lo que el servicio debería mejorar un poco, pero es un sitio que promete