Stromboli Club

Mítico sitio de la zona de Alonso. Esta dividido como en dos zonas y las dos muy modernas en cuanto a si diseño. la primera parte nada mas entrar tiene una barra grande y esta decorado todo en negro: paredes, sillas… y la segunda zona, en blanco, creando un gran contraste que combinado con la iluminación suave queda muy chulo. Las mesas son altas, alargadas y transparentes, excepto 2reservados que hay al fondo, donde hay otra barra. es un sitio ideal para tomarte un cocktail tranquilo por la tarde y después de cenar tomarte copas ya que apartan las mesas para convertirlo en pista de baile. Los cocktail son grandes, no excesivamente caros y muy buenos.

Es un garito que sirve como representante de un modelo de negocio del barrio de Chueca. Estética ultramoderna, gente guapa, música electrónica, atmósfera sofisticada y precios elevados son las características de esta coctelería que si bien es admirable como concepto visual, para nosotros resulta demasiado fría en su administración ambiental.
Demasiado high tech para disfrutar de unas bebidas especiales y sabrosas. Preferimos ambientes más acogedores, sin que eso signifique amar el mármol grasiento ni odiar el néón titanlux.

Un sitio cuya decoración no deja indiferente, en plan retro-​moderno. Personalmente, me intimida un poco este tipo de locales en el que auguras un ambiente demasiado chic y moderno… Pero tengo un buen recuerdo de este sitio, ya que aquí llevé a un amigo de Barcelona en una ocasión y aquella vez en concreto me sentí muy a gusto tanto por la compañía como por el sitio.
Es cierto que hace tiempo que fui, pero tengo entendido que ponen buenos cócteles y que la música no está nada mal (80’s, funk, disco…), así que pinta muy bien como alternativa a los clásicos de la zona para empezar la noche.

Hay veces que es imposible que los planes salgan bien. Cuando has cenado por la zona de Chueca y, como colofón, te quieres tomar una copa en el Areia, resulta que es imposible entrar porque está hasta la bandera, algo nada inusual por cierto.
En ese momento hice lo que todos haríamos, buscar algo cerca. Más cerca que el Stromboli Club creo que es imposible. Moderno, muy moderno, luces de néón, mobiliario de diseño y gente guapa.
El local tiene dos barras, una al principio y otra al final. En el estrecho camino entre una y otra, mesas con taburetes altos, una zona con sillones y mesas bajas y, frente a ésta, una especie de reservado de discoteca con sillones negros. Sólo he estado una vez, pero siempre que he pasado por delante he visto buen ambiente. Tal vez la música está un pelín alta si lo que buscas en mantener una conversación.
Nos tomamos un par de mojitos y estaban bien, aunque quizá deberíamos haber innovado un poco y haber probado otro cóctel de los que sirven. Precios altillos, supongo que es lo normal por la zona y el tipo de establecimiento.