Skyline Diner

Soy un cuanto escéptico en cuanto a restaurantes de tipo «diner» americano en España. La decoración suele ser chula y divertida pero muchas veces la comida queda en un completo segundo plano.
Muchas veces he pasado por delante de este establecimiento sin atreverme a entrar pero tras las buenas críticas y comentarios me decidí y la verdad es que hay que decir que las hamburguesas están muy buenas. Hay opción de pedirlas de vacuno o buey, creo que también de pollo.
Yo me decidí por una bronx de buey angus por la salsa chipotle. La presentación ya promete, el pan es de los que no se empapa y deshace facilmente, el tamaño de la carne no estaba mal y, aunque para mi gusto estaba un pelín pasada de punto, el sabor era bastante bueno. Ya se que para la siguiente ocasión la tengo que pedir poco hecha.
Como entrantes he probado los aros de cebolla, grandes, crujientes y de generosa ración y los jalapeños rellenos de queso cheddar. No han estado mal pero han quedado en un segundo plano comparados con la hamburguesa.
En cuanto a bebidas decir que tienen «jamonera» de La Virgen y la belga blanca de Barbiere, me gusta que haya cada vez más sitios que apuesten por microcervecerías españolas dando más opciones que las típicas industriales españolas o europeas.

Muy bien, la verdad. He visto a este lugar acumular reseñas desde que empezaron, y ahora que he ido no me extraña lo más mínimo. Y mira que pensaba que en materia de hamburguesas en Madrid estaba ya todo dicho…
El Skyline Diner es, como su propio nombre indica, un diner. Y como tal, esa es la pinta que tiene: con sus sillas de metal, su barra con taburetes estilo los ’50… y una cosa más que no es fácil de encontrar (y menos en Madrid): un personal competente, orgulloso de trabajar donde trabaja y muy resuelto, que también es de agradecer.
Miré la carta por encima pero lo primero que se me antojó fue una Bronx, porque yo es leer la palabra «chipotle» y que me hagan los ojos chipotlebiritas. Así que no lo pensé mucho más, y antes de perderme entre todos los barrios neoyorquinos que dan nombre a las especialidades del Skyline, decidí hacer caso a mi intuición y, en todo caso, volver otro día para continuar mi ruta por la gran manzana.
La Coca-​Cola la ponen de las grandes (esto, para mí, ya da muchos puntos) y la verdad es que cuando llegó la hamburguesa, me sorprendió. La lechuga y el tomate venían aparte («misófitos» de Unilocal,yo os invoco, aquí han escuchado vuestras plegarias) y la carne tenía una pinta espectacular. Patatas fritas muy decentes, carne rica y de calidad y un hamburguesote muy proporcionado: de esos que es suficientemente grande como para que acabes lleno, pero que no te impida comer al día siguiente del empacho.
¿Se puede pedir más? Pues sí, mi quinta estrella va para cinco principios (que aparecen en su carta) que bien podrían ser los míos propios. Desde que me senté y los leí pensé «aquí voy a estar como en casa».

Fuimos al Skyline Dinner un grupo de amigos a ver qué tal aquello de las hamburguesas especiales y el 30% de descuento que ofrecía una web. Salimos happys y bolas de la vida:
El local está en una esquina, y tiene una fachada de vidrio que permite ver el interior perfectamente. Un interior con una decoración original y cuidada, porque no hacen falta los neones para decir «this is an american place», una simple decoración en las paredes de un Skyline (haciendo honor al nombre del local), y unas buenas ideas (como que los asientos nos estén pegados a las pared para poder colgar el abrigo en los percheros) y es más que suficiente. Me gustó que el cuidado llega al diseño de la carta, limpia y ordenada, aunque te la explican para que salgas con la mejor experiencia.
El servicio fue magnífico, sin más. Gente atenta de forma natural, educados y dispuestos en todo momento a ayudar. Recomendaron cervezas y hamburguesas y fue todo un acierto fiarse de su experiencia. Nos trajeron mahonesa para acompañar las burguers sin tener que pedirla, y al final unos chicles para refrescar el aliento. Estas pequeñas cosas junto con la profesionalidad del personal hacen que sea un gustazo visitar negocios así.
La comida fue sublime. Pedí la Liberty con carne de Angus y no me arrepentí, ¡una pasada! Raciones muy generosas y productos de buena calidad cocinados y servidos con cariño.
De postre probamos la carrot cake, la tarta de oreo y la de queso, ¡una auténtica pasada!
¿Volveré? Por supuesto, porque aunque no vayas con oferta, los precios son más que accesibles para la buena calidad de servicio e ingredientes que ofrecen.

Muy buen servicio, el personal te atiende de manera super amables, respecto la comida, las hamburguesas increibles! Y los dogos (termino mexicano para hot dog) riquísimo! !

Me ha encantado. Producto bueno, atención buena, resultado perfecto. Postre gratis inclusive. La decoración muy rollo franquicia americana años 80 pero en el producto esta la diferencia. Recomendado.

Muy contento, hamburguesas bien hechas, ingredientes muy bien elegidos. Tienen opciones de hamburguesas internacionalizadas (la francesa, la italiana etc) que prueban que han pensado muy bien tanto el concepto del restaurante como la comida. Las patatas son caseras y son excelentes.
Un punto para mí es que no es otra franquicia más, además la chica que nos atendió no solo era extremadamente amable, sino que supo contestar todas mis dudas a la perfección y se le notaba orgullosa del sitio donde trabaja y de la comida que hacen.
Espero que le vaya bien a este sitio, animo a todo el mundo a probarlo y pronto me pasaré para probar el resto de su comida.

Fuimos a cenar debido a las buenas reseñas que encontramos sobre el sitio y la verdad que están bien fundadas (el 4 en puntuación sería sin duda un 4,5 si pudiera).
El local es muy pequeño, con una decoración estilo años 20 de restaurante americano que queda muy simpática, además de acorde al menú que se oferta en la carta (no sólo por las hamburguesas, que son evidentemente su plato fuerte; también por los entrantes y los postres).
La combinación de ingredientes de las hamburguesas que ofertaban no me llamaban mucho la atención; pero para gran regocijo, tienes la opción de confeccionarlas «a tu gusto» sin que ello te suba mucho el precio y la verdad que el resultado no me decepcionó: se nota a la legua que es un restaurante dedicado a las hamburguesas y que saben lo que hacen para contentar al cliente «hamburguesero» en todos los detalles (por ejemplo, preguntarte cómo de hecha quieres la carne o poner una proporción carne-​pan a favor de lo primero, como debe ser). Por otro lado, además de la carne de vaca clásica, puedes pedirla de Angus).
El precio es el mínimo que te puede ofrecer un sitio de buenas hamburguesas y se paga con gusto una vez has comido.
El servicio es muy amable y atento y como colofón, están adheridos a la iniciativa que ha salido hace poco de «Restaurantes contra el hambre», por lo que puedes acompañar tu plato de un «ingrediente solidario».
En resumen: un sitio imprescindible en la lista de los burguer-​sibaritas y para cualquiera que quiera comerse una buena hamburguesa.

Como amante de las hamburguesas no podia aguantar sin venir a probarlas, ya que habia leido muy buenas criticas (bien merecidas).
Nada mas entrar sorprende la amabilidad del servicio, siempre amable y con una sonrisa en la cara. La decoración, muy propia de los años 20, en un local amplio y acogedor.
De entre el extenso menú, optamos por pedir los aros de cebolla (buenisimos con esa salsa bbq) y otros entrantes.
Yo opte por lanzarme a la aventura y crear mi propia hamburguesa de entre los ingredientes que ofrecen, aunque por el resultado, parece que di en el clavo! ¡Que delicia de hanburguesa! La pedi poco hecha, y ahi es donde realmente se notó la calidad de la carne, blanda y muy sabrosa!
Sin duda, servir la lechuga y tomate separados de la hamburguesa es un acierto, siempre hay algún amigo sibarita que las prefiere sepadas.
Nos parecio un precio bastante competitivo, ¡estoy seguro de que volveremos!
Sin duda creo que es un lugar que todo hamburgués que se precie deberia visitar.

Nos apetecían anoche hamburguesas para cenar y escogimos este restaurante por las buenas reseñas de Unilocalers. Pedimos la comida a través de una conocida app y todo fue sumamente fácil: además, llegó en el tiempo indicado, incluso algo antes. El caso es que nos decantamos por una Bronx Burger (sólo recuerdo que llevaba una salsa riquísima) y una Little Italy Burger (acompañada de lechuga, tomate, rúcula y una salsa de nata y albahaca), con su correspondiente ración de patatas fritas (que encargamos también, aunque después descubrimos que están incluidas con la hamburguesa). Deliciosas ambas, también las patatas. También puedes hacerte tu hamburguesa al gusto con tres ingredientes y escogiendo entre sus tres variedades de carne. Un lugar estupendo donde comer unas hamburguesas buenísimas.

Con ganas de cenar algo nuevo, decidí probar Skyline Diner, un restaurante ubicado en el Barrio de las Letras en pleno centro de Madrid. Como sugiere su nombre es comida americana con un ambiente neoyorquino de lo más acogedor.
Entrantes de lo más típico: Nachos, Aros de Cebolla (con una salsa barbacoa excepcional) y Jalapeños rebozados, para chuparse los dedos, ¡que admito haber hecho!
De principal: Un Pull Pork Sandwich. Una hamburguesa algo diferente. Tiernas hebras de carne de cerdo, con salsa de barbacoa de la casa y queso Monterrey Jack derretido, el pan tierno y tostado.
De postre… ¡Como no!, una tarta de manzana (auténticamente estadounidense) que se derretía con tan sólo mirarla, hecha con mucha canela. ¡Una gozada para compartirla o ser goloso y disfrutarla tú sólo!
En resumen, un auténtico diner estadounidense en pleno corazón de la capital de España significa que ya no hay que sufrir más las imitaciones «plásticas».
Relación calidad-​precio: Por unos € 25 por persona creo que se ajusta al bolsillo y teniendo en cuenta la ubicación, es razonable.
Wanting to dine something new, I decided to try Skyline Diner, a restaurant located in the «Barrio de las Letras» in central Madrid. As the name suggests, it’s American food with a New York feel and a most welcoming ambience.
Typical starters: Nachos, Onion Rings (with an exceptional barbecue sauce) and deep fried jalapenos, absolutely delicious!
Main: A Pull Pork Sandwich. A somewhat different hamburger. Tender strands of pork with the house’s barbecue sauce and melted Monterrey Jack cheese. The bread bap, fresh and lightly toasted.
Dessert … An honest-​to-​goodness apple pie (truly American) that melted just by looking at it, made with plenty of cinnamon. A joy to share or to be greedy, and enjoy it by yourself!
In short, an authentic American diner in the heart of the capital of Spain means that you no longer have to suffer those more «plastic» imitations.
Value-​For-​Money: For approx. € 25 per person, taking into account the location and the great quality, it’s a reasonably priced restaurant.

Nueva hamburguesería de la capital que esperemos que haya llegado para quedarse. Ocupan el antiguo local de un Peggy Sue, por lo que han aprovechado parte de su mobiliario, lo que les viene al pelo ya que es una hamburguesería de estilo american diner.
Muy buenas hamburguesas, me ha gustado especialmente la carne (con la competencia que hay hoy en día en las hamburgueserías en Madrid esto es básico) y tienen varias propuestas novedosas, aquí podeis ver la carta:
Yo me pedí la Little Italy Burger y cuando vuelva tendré dudas de si probar otra hamburguesa nueva o volver a pedir esta que estaba buenísima. Los precios muy acordes, entre 8 €-10 € las hamburguesas, entre 4 €-7 € los entrantes o sides; como están arrancando si buscáis un poco podréis encontrar alguna oferta en las típicas páginas de descuentos.
Los postres deliciosos, los típicos de un american diner, y el personal muy atento y muy amable, volveré seguro.

SKYLINE DINER es una nueva hamburguesería abierta hace apenas dos meses en la calle Jesús, entre el Triciclo y la Vinoteca Moratín, ocupando el local donde antes había un Peggy Sue’s.
Varios tipos de hamburguesas, con la carne picada a diario, de ternera gallega o buey Angus. Además tienen perritos calientes, sándwiches y burritos, todo con muy buena pinta.
Tres personas, pedimos unos nachos para compartir, servidos calentitos, con pollo guisado con jalapeños, queso cheddar, guacamole, etc., de los mejores que hemos probado. Nos comentan que los importan congelados de México.
De segundo tres hamburguesas de ternera (todas de 160 g.), servidas al punto solicitado: una con foie y cebolla caramelizada, otra con gorgonzola y rúcula, y otra con doble de bacon. Acompañadas de patatas fritas crujientes y sabrosas, y con un pan de excelente calidad. Francamente buenas, con un excelente sabor, se nota la calidad de la carne.
De postre una «carrot cake» casera y una deliciosa tortita con sirope de chocolate.
Para beber, pedimos el único vino que tienen, un rioja crianza Monologo, servido a su temperatura y en copas decentes. Además tienen refrescos en envase grande de cristal y varias clases de cervezas.
Servicio atento y simpático, les breamos a preguntas (sobre la carne, las patatas, los nachos, etc.) y nos atendieron muy cordialmente.
Nos gustó mucho el sitio. Manejan un producto de muy buena calidad, entienden de hostelería y encima son muy majos. Entra directamente en el «top five» de hamburgueserías de la capital, y desde luego son la mejor opción en la zona de Huertas.
Pagamos 55 euros por todo, una buena relación calidad-​precio. Sin duda volveremos y lo recomendaremos.