S. Barros

Zapatero a tus zapatos, me encanta, ver trabajar a la gente poniendo cuidado y cariño en lo que hacen e intentando no distraerse, como decía Picasso que cuando llegue la inspiración, me encuentre trabajando, no he entrado ni una sola vez en este sitio y he pillado a alguien mano sobre mano, siempre que entro están con un zapato o un bolso entre las manos o cogiendo el encargo a una vecina.
Cuando dejas allí algo para que te lo arreglen lo haces con confianza plena de que lo dejas en buenas manos, de que la persona que lleva su negocio lo atiende con gusto y dedicación, que conoce su trabajo al milímetro y que se sabe todos los pequeños trucos que hacen que un arreglo quede perfecto, que ni se note.
Entras y huele a betún y a piel, huele a tranquilidad y a trabajo.
Me encanta de este sitio la naturalidad la sencillez y la dedicación con que te atienden y con que trabajan, siempre tienen un truco adecuado para que limpies tus zapatos y siempre te hacen un buen arreglo a más que muy buen precio.
Hoy he recogido un zapato con un tacón roto, dos pares para meter en la horma, una suela rota y bolso a coser una trabilla que hacía que no me lo pudiera colgar. Todos los arreglos han sido 6 €, me han regalado una sonrisa que venia desde detrás de unas gafas de pasta muy usadas detrás de un mostrador y me han hecho salir de allí con otra sonrisa puesta, la sonrisa de ver que hay quien te atiende dedicandote el tiempo que necesitas de manera sencilla y de tu a tu.
Yo sí quiero que todo el mundo conozca este sitio, conozca esa sensación y que a mi zapatero le lluevan los clientes del cielo, y que todos sigamos así de contentos.