Platea Madrid

This place is so great. We couldn’t stay away. Found ourself there for tapas and drinks before dinner. Found ourselves there after dinner. Found ourselves there for dinner. Sometimes multiple things same night. Great quality in food, great prices, cool ambiance. Everything that is so snarky and phony in the U.S. tapas environment («We suggest three plates for each person …») is so well-​done (laid back, professional, friendly) here. Currently having withdrawal symptoms.

Enero 2016: Solo de la planta baja. Un sitio que sin lugar a dudas hay que conocer. Espectacular espacio y con mucha oferta gastronómica.
Si eres local, no es para ir todos los días, pero cuando venga alguien de fuera no dudes que es un situado que impresiona.

Lo bueno: La música y espectáculo en vivo.
Lo malo: Los precios son completamente desorbitados respecto a cantidad y calidad.
Había venido a Platea en otra ocasión, nada más lo inauguraron y probé un ceviche del puesto de comida peruana que hay en el piso de abajo. Me pareció bastante caro, peroo había muchísima gente y teníamos mucha hambre y agobio.
Esta vez, fui por la tarde para enseñárselo a una visita de fuera de Madrid y tomar algo mientras.
Vi un puesto de comisa saludable y opciones vegetarianas (ensaladas, platos de verduras preparados de distinta forma) y zumos naturales hechos al momento. Me entró la gusa de un zumo y pregunté en el puesto.
De 2 opciones solo les quedaba 1 (vaya por delante que esto fue el 1 de enero), hecho con piña, pepino, acelgas, y no sé qué más.
Por supuesto, como el resto de puestos, te cobran por adelantado. Bien, 5 € que costaba el zumito de marras.
La «gran» sorpresa vino cuando me lo sirven. 3 dedos de zumo, literalmente, en un vaso de plástico normal de tamaño, por lo que había mucho más espacio sin zumo que con él. Podéis verlo en la foto que he colgado. INDIGNANTE. Pensaba que se trataba de una coña! Se lo comento a la chica que me lo sirve y le digo: pero esto es verdad??? 5 € por ESTO? Ante mi asombro, me dice que me da la razón, pero que tiene marcadas las cantidades de cada cosa y que no puede poner más.
Pues eso: ROBO A MANO ARMADA :(

Que maravilla!!! EL sitio tiene estructura de ex teatro y es como un mercado de San Miguel pero con mucha mucha mas pasta. La verdad que es carisimo, pero que lujo! tengo mucha gana de volver, es un sitio perfecto para ir con alguien a quien quieras dar una buena impresion. Es el sitio ideal para una cita guay con alguien muy especial. Hay un restaurante arriba que no he probabo donde pienso ir una vez que me toque el gordo de Navidad. Hay tambien musica en vivo para dar un toque aun mas especial al sitio.

Vale la pena una visita a Platea Madrid. Una antigua sala de teatro y cine reconvertida en espacio gastronómico.Tiene tres niveles, arriba restaurante con comedor y servicio de camareros y en la planta baja y sótano propuestas diversas con zonas de mesas comunes. En el escenario suelen amenizar al publico con alguna actuación musical.

Le doy 4 estrellas por la decoración, la restauración del cine que hicieron, las vigas vistas, los conciertos de jazz que tienen gratis y el puesto de croquetas (y el de mama framboise).
Los precios disparados y siempre lleno, pero el encanto merece la pena.

Great place for food and drinks on a Friday night in Madrid. A good location in Colon. The place itself is breathtaking it is beautiful it used to be a very old cinema very elegant with severs floors and a huge screen. Which is still playing videos to go to the live music playing quite often or shows. The place is surrounded by different tapas places you can find everything seafood, jamon, all the Spanish food you can imagine we had croquetas different flavored jamon, vegetables, squid, Gorgonzola, mushrooms, morcilla all delicious. Then we tried some pintxos olives filled with feta salmon and some others with jamon. We then went to tapas we tried the crab salad, the morcilla roll, the mushroom filled pastry and the chorizo roll. The place is very interesting with high chairs, good cocktails, nice music. There is also normal tables and couches a little bit for everyone’s taste

Un concepto diferente, atractivo y dinámico. Espectáculo en directo y todo cuidado al detalle, un placer.
Los sitos de Paco Roncero geniales, aunque las mini hamburguesas de Las Trebedes en La Linea siguen siendo mucho mejor.
Totalmente recomendado.

Muy rico todo! Estabamos por Castellana y descubrimos este sitio por suerte… Es como un mercado de tapas con musica ambiente estilo lounge! El sitio es muy bonito! Cuando llegas tienes los camareros muy amables que te preguntan por la bebida y luego puedes ir a cada stand de comida a pedir lo que quieras. Nosotros pedimos una tortilla de bacalao y unas alcachofas fritas que estaban exquisitas! Y luego en la planta de abajo tienes tambien otros sitios para pedir y pedimos ceviche que estaba de muerte! Con maiz, batata y platano macho… Delicioso todo! De precio estaba bastante aceptable aun que no sea un sitio barato se paga la calidad de la comida y el ambiente.

We were at the hotel next door and never knew this was here. Found it the last night. Loved the vermouth. Thought the tapas was good. Music was great. Bar was comfy. Wish we found it sooner!

This is an old theater in the Plaza Colon area, turned into a huge & very sophisticated Food Court (the best part of the big space) — plus a regular restaurant (it did not interested me) and a big bar-​lounge floor.
I loved entering Platea through a small door –and finding this huge and dramatic space with amazing lighting, tables and booths. It was great and so modern and different! Waiters bring you the drinks to the tables as one wait for the electronic gadget to vibrate –and one can go and get the food ordered. There are around 30 or more kiosks for all kinds of cold and hot food (the lower level has the best hot food but is not as fun to sit there)…From caviar & stone crabs to Serrano ham, croquetas, cod fritters, canapés, all kinds of cheeses, etc, etc. Downstairs there is Mexican and Peruvian kiosks; Spanish ‘potage’ soups like Lentils or some other ‘stew’; and a grill with roasted chicken and hamburgers.
While we eat in a relaxed ambiance, there are videos playing in the huge screen –and at night there are live shows. The food in itself was fine, basic.

Lo primero: el espacio te sorprenderá (es un teatro refaccionado para el tapeo) Lo segundo tiene 3 plantas para regodiarse en qué elegir y la mayor diversidad la encuentras en el –1 con preparaciones vegetarianas, cocina peruana, mexicana, los potajes de la abuela y una pastelería para tentarte con algo a la hora del postre.
Más arriba estarán las tapas españolas tradicionales y en las plantas superiorea un club de cigarros y un restaurant más exclusivo.
El lugar es increible, pero la relación precio-​calidad-​cantidad no acompaña mucho. Si andas por Madrid debes visitarlo.

En primer lugar hay que reconocer que han sabido aprovechar el espacio de forma genial. La disposición de las barras de comida en los laterales y las mesas en el centro «por debajo» del escenario… sin duda ha sabido mantener intacta su estructura y así su cáracter de espacio de espectáculos.
Pero, vayamos por partes. En invierno es excesivamente agobiante. O el día que estuve yo tenían un problema con el aire acondicionado o realmente deberían replantearse el sistema de ventilación.
Después, el espacio de mesas en la planta inferior está demasiado aprovechado. Las mesas están muy pegadas y mirar lo que ofrece cada bar es una tarea bastante complicada por lo que en general, resulta agobiante.
Por último, la comida. Rica sí, variada sí. Pero algo cara. O muy cara. Estoy pagando por el sitio y soy consciente de ello, pero es que en ese precio no está incluido el servicio a las mesas. Además cada ración, por muy innovadora que sea, es pequeña y para poder «cenar» en condiciones tienes que pedir mínimo 3 por persona.
Enfin! Que es un sitio que por lo menos hay que visitar una vez, por lo menos para poder opinar y presumir en los corillos del trabajo: P

I love the space, and the tapas while slightly overpriced are delicious. Would definitely come back!

Un mercado para tapear original, con un toque distinto respecto a los de san Ildefonso, san anton, etc. Tiene el aspecto de una ópera, dónde en su parte central, la platea, ocurren cosas. El sábado que estuve yo, una equilibrista con un aro se subió hasta las alturas realizando acrobacias en el aire, un espectáculo.
Alrededor de la platea, multitud de locales para degustar pinchos, tacos mexicanos, hamburguesas, platos de cuchara, sushi, etc. Es decir, para todos los gustos, y casi para todos los bolsillos. Porque la verdad, es carete; por dos hamburguesas de 60 gr cada una, 11 €, un plato de cuchara, casi 10 €, y cuatro tacos mexicanos variados, 15 €. Sin embargo, merece pena ir, nos encontramos muy a gusto.
No subimos a la terraza con los Gin Tonics, creo que es uno de sus atractivos. Lo dejare para una segunda visita.

Descubrí este espacio gastronómico en un programa televisivo y acudí raudo a Unilocal para constatar las buenas impresiones.
La estructura teatral le sienta de lujo, con la música en directo como principal reclamo para unos comensales que se las verán y se las desearán para encontrar mesa. Sí, siempre suele estar lleno pese a los precios cuasi prohibitivos. Todo riquísimo, claro está, pero compensa más reservar en el restaurante de la primera planta «Arriba» y disfrutar con la carta de Ramón Freixá (nada excesivamente chic: ensalada, carnes, pescados…).
Restando el bullicio y lo económico, un lugar sorprendente al que acudir también para tomar una copa en la coctelería superior, con unas vistas privilegiadas del escenario.
Nota: si tanta exquisitez ‘mini’ os deja con hambre, cerca tenéis cadenas como Tommy Mel’s, Hard Rock o La Mafia.

Il pleut à Madrid… malheureusement ça arrive :(
Avec une copine on se décide à quitter notre canapé et le dernier greys anatomy pour s oxygéner un peu…
Ni une ni deux on se retrouve près de serrano et comme c est la fête des pères on voit du monde sortir de ce théâtre on décide alors de rentrer pour y jeter un oeil…
Quelle surprise!
L endroit un magnifique et superbement bien aménagé. Les prix né sont peut être pas bon marché mais il est facile d y trouver une place pour s assoir ça change des mercado habituel bondé et où on se sent serré comme des sardines.
Un petit verre de blanc et je me sens revivre ;)
Service impeccable !
Je n ai mis que 3 étoiles car je n ai pas encore mangé sur place mais je modifie ça des que mes papilles auront savourés les mets fraîchement préparés!

Me gusta para conocerlo pues es impresionante el lugar. Caro y algo incomodo tener que ir buscando y esperando fila para que te atienda, pero lo bueno es que puedes comer lo que te apetezca sin tener que especificar un estilo igual a de tus acompañantes.

De un antiguo teatro nace una idea innovadora e original, donde la variedad gastronomica acompañada de musica en directo lo hace un sitio único que merece la pena visitar. La cocina peruana esta muy bien con su tiradita de salmon y las revolconas de la cuchara muy ricas junto con los encurtidos (que ya tenian un puesto en mercado san miguel). El precio es medio-​alto, donde las cañas cuestan 3 €, la tiradita de salmon 12 € y las revolconas 6 €. Para finalizar pedimos en beso de sal (comida mexicana) dos margaritas (7 € cada una) y una ración de tacos carnita (es cerdo con cilantro picado y cebolla sobre tortitas recien hechas) por 10 € te vienen 3uds bien servidas que no te quedas con hambre. Todas estaban muy bien pero para mi la mas destacable esta ultima, esta recien hecho y muy bien de precio. Las margatitas expectaculares!

I was surprised to see many negative reviews of Platea, a converted cinema which now houses several floors of gourmet food courts and restaurants (not unlike Mercado de San Antón).
You can enter through a green grocers filled with attractively arranged fresh fruit and vegetables, the small size of which perfectly contrasts with the spacious elegance of the atrium. We found it pretty buzzing on a Sunday evening, but service was pretty quick and it wasn’t too difficult to find a table for too. At € 6.50 for two sodas, it isn’t cheap and I imagine the food is pricey too, although it looked pretty good to me. However I would definitely visit again simply for the charming ambience. The old screen is still in use and on the occasion I visited was showing some utterly delightful animated shorts about an adorable mole that were made in the Czech Republic in the 1950s (created by illustrator Zdeněk Miler) — good for children too!

Otro nuevo «gastro-​mercado» en Madrid, éste ubicado en el antiguo cine Carlos III al lado de Colón.
El lugar es bonito, bien adornado y cuidado, con varios niveles, todos hasta arriba.
Trato de conseguir una mesa en el nivel inferior, bien, hay un par libres. Me siento y espero, espero y espero y nadie viene a tomar nota. Cuando ya estamos a punto de desistir viene una camarera por fin y nos toma nota de la bebida. La bebida se pide en la mesa, mientras que la comida hay que levantarse y pedirla en alguno de los diferentes puestos que hay alrededor.
Tras revisar los distintos puestos, que si uno de pizzas, otro de sushi, otro de comida peruana, otro mexicana, otro de carne, nos decidimos por pedir dos croquetones de bacalao. Nos volvemos a la mesa con un cacharrito que nos avisará cuando está nuestra comanda lista. El cacharrito tarda en avisarnos un buen rato y eso que las croquetas nos las sirven simplemente recalentadas, ni siquiera tenían que freirlas, ya estaban fritas desde hacía tiempo.
Al final por una cerveza y una cocacola 7,5 € y 6 € por las dos croquetas, lo esperado en un local así. Lo que no es esperado es que, tras volver a esperar un montón, te den mal las vueltas, eso no parece de recibo en un lugar como este.
En fin, bonito y variado, pero el servicio no está a la altura.

Al oír que habían re-​utilizado un antiguo cine para hacer un espacio gastronómico pensé que era una idea estupenda y traté de visitar este espacio inmediatamente.
La decepción llegó nada más entrar, al ver la distribución por plantas: con cuatro barras mal puestas, un restaurante en el piso superior y un gallinero inferior que dejaba mucho que desear. Poco mérito arquitectónico, porque, de no ser por la pantalla, aquello podría ser cualquier cosa menos un cine. Como encima eran las seis de la tarde, el lugar estaba casi desierto, a excepción de tres hombres encorbatados bebiendo copas y cinco tristes croquetas abandonadas en un mostrador esperando a algún incauto millonario para ser compradas.
Después de pasear por allí con cara de desolación salimos hacia el Mama Framboise, donde estaba todo el mundo, al parecer. Por eso, ni intentamos buscar a un camarero para que nos sentara: obviamente no había sitio, ni camareros, todo sea dicho. Con lo puesto, nos fuimos de allí camino de otro establecimiento mejor.

Es difícil calificar este lugar. Al calor de todos los mercados gastronómicos que a día de hoy pueblan Madrid como setas nace el Platea, el que sea quizá el más premium de todos ellos. Construido sobre un antiguo cine, la reforma del local ha sido espectacular, casi apabullante. El espacio es francamente enorme, ha quedado precioso, y prácticamente te da vergüenza andar por allí si es que vas un poco de trapillo (yo iba en pantalones cortos y cada vez que me encontraba de frente con un segurata de esos vestidos con trajes negros, me daba miedo que me echase).
Sin embargo, es evidente que la reforma hay que pagarla, y también los grandes nombres que están detrás de los sitios de restauración. Mucha estrella Michelín que pone nombre por todos lados a los puestos, para darle más empaque a la propuesta, y poder subir un par de puntitos los precios de los productos.
El lugar, como digo, es espectacular. Hay cosas increíbles, preciosas, puestos de comer francamente grandiosas (aunque yo, precisamente, para evitar aglomeraciones, me pasé a la hora de la merienda). La parte de los dulces es sencillamente espectacular, y el paseo que me di por los salados, fue de alucine. Tengo que volver, y probar más cosas… vestido más apropiadamente y, finalmente, con la cartera bien llena de billetazos.

A ver, el sitio es realmente chulo y han hecho un trabajo de remodelación bonito. Es muy de agradecer que el antiguo cine Carlos III se haya convertido en este espacio antes de en otro Zara, desde luego.
No obstante, dejando de lado este aspecto, no deja de ser un espacio similar en espíritu a tantos otros «mercados» que, bebiendo del veterano Mercado de San Miguel, van naciendo como setas por toda la capital (El de San Antón, el de San Ildefonso…), con la salvedad de que en este caso los precios están aún más inflados que en aquellos, y tomarte un vermutito con una Gilda de guindilla te sale por 5 euros que te dejan el bolsillo tiritando.
Está bien para pasarte a verlo un día y supongo que también si vives o trabajas en las inmediaciones, pero desde luego no es un sitio al que yo volvería a tiro hecho.

En este cine vi yo «Hannibal» y salí encantado de que se comiera los cerebros de sus víctimas. Porque esto era el cine Carlos III, uno de los primeros en caer ante los tiempos modernos, y con esto lo único que han hecho ha sido remozarlo y rediseñarlo, poniéndolo muy mono y moderno-​pijo, aunque sinceramente, tendrían que comerme mucho el cerebro para volver porque una vez dentro del proyecto y el cerebro comido, la calavera está bastante hueca.
O será que yo tengo una cruzada contra este nuevo modelo de mercados que invaden la ciudad, pero si San Miguel ya me parecía un timo, los precios de este me resultan un insulto a la inteligencia y al nivel de vida del español medio: no pienso pagar lo que marca esa croqueta, amigo.
Lo peor es que, tras dar muchas vueltas por el interior viendo los puestos y rasgándonos las vestiduras por los precios, decidimos tomarnos algo rápido e ir a comer a otro sitio donde la sensación de tomadura de pelo sea algo menor, así que fuimos al fondo, donde había una mesa comunal vacía, pedimos un vino, nos vendieron una copa de Ribera envejecido seis meses en barrica que resultó ser vinagre, pagamos y nos fuimos con la promesa de hacer justicia. Y eso estoy haciendo.
No sé si porque les ha quedado muy bonito o porque llevan el sello de calidad de nombres famosos, pero en el fondo les deseo bastante suerte porque tenía muchas ganas de conocerlo y me ha decepcionado profundamente con sus precios, la calidad de su vino e incluso el ambiente, ligeramente rancio en varios sentidos. Volveré (porque yo siempre vuelvo a todas partes) a que otros juzguen si soy un exagerado, pero no me hizo ningún tilín.

En la línea de la capital en la cual los mercados gourmet están cobrando gran protagonismo a la hora de no sólo comprar, si no comer.
Se divide en tres plantas: la principal a nivel calle es más de tapas, arriba el restaurante Arriba de Ramón Freixá, y abajo cocinas del mundo, nos explicó una guapa y agradable chica que nos encontramos.
Nos decantamos por la parte baja, yo venía con mono de comida exótica y tras unas cuantas vueltas decidimos empezar con Fortino, comida italiana.
Pedimos pizza cuatro quesos y la recomendación de manzana, gorgonzola y nueces. La pizza es al taglio, son trozos cuadrados que luego te parten. Estaban buenísimas, la masa impresionante y todos los ingredientes súper ricos.
También pedimos Suppli, una especie de arancinis con forma de croqueta. La mía de gorgonzola y espinacas, rica.
Me apetecía a mí japonés así que el siguiente puesto fue Shikku. Está petado siempre y tardan bastante, la calidad no es para tirar cohetes, me pareció bastante normalito y caro.
Mi amigo había visto unas hamburguesas de Entrecortes que le habían llamado mucho la atención, yo ya estaba perfect así que se pidió una hamburgesita de atún con salsa picante, no la probé pero le dio el OK, aunque extremadamente cara: 5,5 € una minimérrima hamburguesa acompañada de unas patatitas paja. Eso sí, el papel de la bandeja precioso.
Las bebidas van a parte, hay camareros que te las traen a la mesa. Doble de cerveza 3 € si no recuerdo mal. La carta es mentira, te dan varios tamaños de cerveza a elegir pero luego sólo puedes pedir doble.
Está interesante por conocerlo pero a mí tampoco me parece un sitio del cual ser habitual, tanto por precios como porque no tiene el encanto que pueden tener otros espacios del estilo, yo para tomarme unas cervezas me voy al de San Fernando y no me muevo de la silla hasta que me caiga. Y me voy a estar tomando una señora cerveza que eso le falla a éste, no sé cómo andará de vinos pero de cerveza no hay gran selección.

Tapeo de lujo en el nuevo Platea. El sitio es espectacular y ofrece diferentes cocinas en plan tapas. Desde embutidos y quesos españoles, pasando por italiano, peruano, mejicano hasta sushi. Incluso hay cocina con estrellas michelín!
En las mesas se sirven las bebidas pero cada uno se va buscando la tapa a su gusto y la paga en el puesto.
La idea es buena, pero se tarda hasta estar de vuelta reunidos en la mesa y luego da pereza volver a levantarse y buscar más. Además las bebidas hay que pagarlas en el momento, lo cual permite levantarse una vez terminado. Todo tiene sus ventajas y desventajas.
¿Qué más? Escenario para música en vivo y wifi gratis.