Mmm US

This place is almost great. It could be an awesome work café but the lack of wifi negates that. Nice decoration, a great variety of tables and sitting areas, and an interesting concept are reasons why I stopped in but I don’t see myself going back. If they set up wifi this spot would be a real treat and would fill a real need in the barrio where it’s located.

No hay nada (en general) que me duela más que retirar estrellas a los negocios, pero hay veces que (considero) es merecido. Al Mmm US le han quitado uno de sus mayores atractivos, que era el WiFi. Siendo, como es, una cafetería añadida a un centro de coworking, me parece un factor indispensable. Y, citando a un amigo mío, la WiFi debería ser un derecho Universal, y más cuando estás en un sitio moderno y con rollo como este. Eso hace que, después de comer, no te puedas quedar a trabajar ni un momento: tienes que salir pitando a algún sitio donde puedas conectarte a Internet. Para mí es primordial, así que me llevé un chasco bastante gordo al pedir la clave del WiFi y que me dijeran que no tenían. ¡Un drama!
Luego he de decir que la comida es abundante, y está muy rica. Yo tomé un platazo enorme de lentejas al curry, bastante bueno y contundente, y de segundo albóndigas. Muy rico todo, aunque me decepcionó un poco el postre. Eso sí, comimos en una mesa que a mí me gusta mucho y es muy chula (una especie de pizarra sobre en bidón de cerveza) pero tan inestable que a poco no termino tirándome todo por encima.
Me sigue pareciendo, de lejos, uno de los sitios más bonitos e interesantes de Madrid, pero al mismo tiempo temo que termine muriendo de éxito. Sería una auténtica pena.

Muy buen lugar para tomar algo con productos muy frescos y ricos. El Brunch tiene buen precio y está muy rico. Es muy variado, más salado que dulce pero merece la pena. No dudes en aceptar las sugerencias de los camareros. zzzz

Me gustan las columnas del local, y la sensación que me provoca de vacío, aunque está repleto de «apichusques» por todos los lados.
Me gusta ahora en invierno, para por la tarde con amigos, con una buena taza de té y una conversación interesante o nó.
Mesas corridas compartidas y gente con inquietudes.
Tiene «toda una oferta» en desayunos, picoteos, platos, meriendas, etc. Los camareros son siempre amables, no solo cuando te atienden.

Pues mira, sí, un sitio de cinco estrellas que calificaría como «europeo moderno», repleto de cosas vintage, un horror vacui combinado con altísimos techos prácticamente desnudos, frutas, dulces, piezas o minipiezas de arte que los propios artesanos que trabajan en Utopic_​US van dejando por ahí bien para exponer, bien para comprar, bien para admirar y un buen servicio amable y atento que pone la ginda del pastel a este espacio soberbio.
Mi preferencia son claramente los desayunos y los almuerzos de media mañana aunque hay quien lo quiere para tomarse esas primeras copas de la noche antes de lanzarse a otros garitos con la música a un volumen algo más alto. Gafas de pasta, Macs y iPads, barbas, camisetas vintage, pitillos, americanas de cuadros y gente trabajando en proyectos mientras disfrutan de un buen zumo.
Original, muy en la línea de el re-​uso, la reinvención y el requetebién.

Lo mejor de este sitio no es su decoración vintage y curiosa, que lo es y mucho, ni su comida casera y a un precio excelente, que también, sino el conjunto: cuando atraviesas la puerta, sabes que no estás en un restaurante, ni en una cafetería. Es otra cosa. No sabrías muy bien decir qué, pero no te importa, porque da lo mismo. El caso es que estás a gusto, y no tienes prisa ninguna por irte.
Es un local pequeño, con pocas mesas y la sensación de que no sabes qué vas a encontrarte y, lo mejor, es que tampoco te importa. La carta cambia según el día, así que es mejor ir con la mente abierta y dispuesta a escuchar las sugerencias que te hagan y dejar hablar a tu apetito. Cuando fui, elegí unas albóndigas por 6 euros que me dejaron pasmada (a mi no me gustan las albóndigas… ¡ni las de mi madre!, así que desde luego que me dejé llevar por la corazonada y acerté…). Las tartas caseras son estupendas y las raciones para apetitos XXL, así que mejor compartir entre dos para disfrutarlas de verdad y no inflarse malamente.

Un lugar original y muy interesante, tanto el propio local como la comida. Es como comer en casa, o al menos las albónsigas me han parecido maravillosamente caseras. Una carta de vinos cuanto menos curiosa, un trato excelente… eso sí, es más un lugar para grupos pequeños, dada la peculiar distribución del espacio.
Mi único pero viene con los postres: la ración de tarta era ENORME. Personalmente prefiero algo más moderado, lo justo para dejarte un buen final en la boca, pero sin que tengas que empapuzarte o dejarte la mitad en el plato.

En cuanto a alcohol, tienen una fantástica selección de Ginebras y también sirven copas. No solo de cerveza y vino va la cosa. :)

Mmm_​US nace de la filosofía «utópica» de sus miembros, quienes buscan una vuelta sostenible al gusto por la cocina tradicional y en un ambiente muy cercano.
El punto de partida, un antiguo almacén transformado donde han sabido aprovechar todos los materiales pre-​existentes para integrarlos en la decoración actual. Las estanterías se han reutilizado y las vigas han sido transformadas en alargadas mesas que invitan a compartir. Las paredes y muebles son una exposición de objetos de diseño y alimentos locales que pueden ser comprados, aquí todo lo que se expone se vende.
Por supuesto, la comida que pedimos nos encantó (de hecho el catering mmmfood ha sido premiado por sus propuestas 100% naturales). Cada día el menú varía y además lo puedes personalizar. Siempre tienen quiche y tarta de zanahoria porque son dos de sus platos estrella que nunca faltan, salvo cuando se les agotan las existencias. No podemos olvidar la excelente atención y servicio. Aquí las personas que te atienden sorprenden porque compaginan esta actividad con otros proyectos profesionales muy interesantes, están muy abiertos a compartir experiencias y son muy detallistas. La música suele ser muy agradable, la van cambiando según el momento del día, pero si traes tu lista de Spotify o les haces una petición intentarán satisfacerla. ¡Toda una maravilla!
Totalmente recomendable para tomar algo informal por la mañana, al mediodía o sorprender con una cena orgánica en un entorno creativo, a buen precio. Si vienes solo no es problema, seguro podrás charlar con alguien, y puede ser ideal para hacer networking en el afterwork, especialmente los viernes cuando salen todos los «utopicus».
Repetiremos seguro! ;)