Un sitio con estilo y muy acogedor. Perfecto para tomarse unas tapas o un gintonic. El fin de semana tienen brunch
Andrés G.
Tu valoración: 4 Getafe, Madrid
Lo descubrí un sábado por la noche escapando el bullicio de la Gran Vía madrileña. Un local tranquilito para tomarse sentado un cocktail o una cerveza artesana, pues para dentro que vamos. Disponen de una variada carta de cócteles y gin&tonics, así como de diversas opciones de cerveza artesana y de importación. La decoración es un tanto«raruna», con las bombillas colgando de sus cables y las pareces bastante vacías, pero el sitio es tranquilo y se puede charlar tranquilamente mientras se disfruta de lo pedido. Nos sentamos y pedimos un Old fashioned(soy muy fan) y un mojito de pepino. El Old fashioned(típico cóctel de bourbon con naranja y angostura) lo sirven suave, indicado para iniciarse en los cócteles de whisky, pero muy rico de sabor y matices. En cuanto al mojito es cierto que el pepino se hace demasiado protagonista, pero queda un trago fresco y diferente del, para mi, aburrido mojito tradicional. El barman era un tipo muy majo con el que estuve charlando tranquilamente de whiskeys americanos. Repetiré a ver si se hace digno de la quinta estrella en próximas ocasiones.
Daniel M.
Tu valoración: 4 Madrid
Que lo mismo me tomo un gran trozo de tarta con un café que un Gin & Tonic. Y es que me encanta este sitio. Primero por su ubicación. No muy a la vista, de hecho hasta yo me lo he pasado más de una vez de largo. Luego, porque al estar en una calle, la del Barco, entre varias zonas de «marcha» y Gran Vía pero sin pertenecer a ninguna, sirve muy bien como lugar para hacer una parada para seguir luego la tarde o la noche. Y después porque es muy tranquilo. Las veces que he ido siempre he podido coger mesa y eso que el local tampoco es que sea muy amplio. Consta de una barra bastante larga, y unas cuantas mesas distribuidas a lo largo del locar. La decoración, imagináosla, vintange-industrial-almoneda, pero que con la sobria iluminación que mantienen, le da un ambiente muy acogedor. Tienen una amplia carta de ginebras y de cócteles.
Javier S.
Tu valoración: 4 Madrid
Carta de vodkas, cócteles y ginebras muy amplia. Algo caros, pero bien presentados. Sin demasiadas florituras, algo que se agradece hoy en día, esa vuelta a la sencillez. Suele haber gente pero no estar hasta la bandera, así que es una buena opción para tomarse algo después de la cena(o antes) si estás por el barrio.
Maria R.
Tu valoración: 4 Pinto, Madrid
Un bar con encanto, de los que enganchan nada más cruzar la puerta… Y vaya carta de gin tonics! Eso sí, un pelín carete, pero bueno, la calidad bien vale el precio. Muy a favor de este sitio!
José Antonio P.
Tu valoración: 4 Alcobendas, Madrid
Me ha encantado descubrir este sitio. Un local con sabor a barrio, y a la vez una sorpresa. El espacio es cómodo, pese a que en conjunto es estrecho y alargado. Pero no agobia, entre otras cosas porque la decoración no es recargada y eso aligera mucho el ambiente. Y no hablo por hablar, ya que éramos muchísima gente y aún así no era incomodo. Yo no soy de gintonics, así que pedí consejo a la chica que me atendió y ella me sirvió un HorseNeck. DELICIOSO Me he hecho promesa de probar otros cócteles la próxima tarde, pero sé que algún otro horseneck caerá. Gingerale, bourbon, naranja y, creo, unas gotas de angostura, y combina de muerte. Nivel de ruido razonable„ pese a estar lleno, permitiendo charlar y escuchar música. Eso es un punto muy importante, ya que uno no va de copas sin más, sino con compañía, y para disfrutarla. Y está muy bien comunicado, estamos a un tiro de piedra de callao y Sol, así que… Tentado estoy de darle la quinta estrella pero creo que esperaré a prócimas visitas, me da en la nariz que saldré agradablemente sorprendido, sobre todo si tengo ocasión de acercarme una mañana de brunch, porque los que lo han probado me han hablado maravillas.
Sabela N.
Tu valoración: 4 Madrid
La decoración muy cuidada. Llegamos sobre las 8 el viernes y no tuvimos problema para sentarnos, luego se llenó bastante pero sin llegar a ser agobiante ni especialmente ruidoso, cosa de agradecer en un bar de «hablar». Solo bebimos unas cañas(con las que no nos pusieron ni unas patatillas), así que no puedo opinar sobre la comida.
Elena G.
Tu valoración: 4 Gijón/Xixón, Asturias
Fuimos a tomar algo a una buena hora, cuando todavíà la gente está trabajando o en su casa y tú puedes disfrutar de los locales vacíos y puedes mantener una conversación a un volumen prudente. Gran carta de gin-tonics(especialidad) y cocktails. También infusiones, café, refrescos, comida… Por mi parte pedí un Hendrick’s, bien preparado. Mi amiga una Piña Colada que también triunfó. El té rojo también estaba bueno. El local está bien, el servicio atento. Si tengo que elegir me quedo con el Warehouse, pero me apunto este en mi lista.
Antonio R.
Tu valoración: 3 Tetuán, Madrid
Un sitio tranquilo en el que tomarse una copa(o dos o tres) muy cerca de la Gran Vía. Todo muy hipster, con sus sillas de madera, su mueble de boticario, etc. Tienen la Cibeles, esa cerveza artesanal que tanto gusta. Los cubatas no son baratos, pero si no vas muy tarde puedes pasar unas cuantas horas muy a gusto con tus amigos.
César D.
Tu valoración: 4 Madrid
Sólo he estado de tarde-noche pero el lugar me parece un encanto: es perfecto para una conversación tranquila en un ambiente íntimo y muy cuidado. Los precios no son bajos, pero la calidad es muy buena, y los gintonics muy elaborados. Y las tartas una tentación. Ideal después del trabajo.
Joy F.
Tu valoración: 4 Madrid
¡Otro sitio para brunch! Una querida compañera de brunch, un día que no pudimos comer en nuestra preferida Carmencita(un consejito, ¡siempre ve con reserva!), me llevó a probar el brunch de Martínez. Por 9.90 € tienes el NYC bagel brunch, que viene con un bagel salado, zumo, café o té o un infusión, y un trozo de una de sus varias tartas. ¿Cómo fue? En fin: 4 estrellas. Lamento decir que no hace competencia a esos huevos benedictinos que tanto nos obsesionan, de Carmencita, pero tampoco creo que eso fuera posible. El bagel estaba OK, no me impresionó mucho pero la verdad es que siendo de Nueva York, ningún bagel afuera de esa ciudad me va a impresionar. Pero las opciones de los bagels me gustaban — se puede pedir con queso Philadelphia y salmón ahumado(lo más típico de NYC), jamón con salmorejo, paté, queso brie, o humus. ¿El zumo? Fresco si lo pides de naranja, de botella si no. Nada para quejarme, un zumo muy rico. Los cafés ricos también, probamos un café con leche y un capuchino cada una, y todos nos gustaban. Y entre los postres hay cheesecake de limón, tarta de zanahoria, tarta de dulce de leche, y un tipo de brownie. Y más, creo. Habíamos decidido pedir las de zanahoria y de dulce de leche pero nuestro camarero(un tipo super majo) nos recomendó la cheesecake de limón. ¡Ay, qué decisión! Después de un rato escuchándonos intentando eligir(«Eliges tú.» «No no, tú.» «No no, yo no podría, tú.») nos trajo un trozo de las que al principio pedimos(zanahoria y dulce de leche) y una pequeña muestra de la recomendada(cheesecake de limón). ¿El ganador? Claro que fue el cheesecake de limón. ¡Qué ricooooo! ¿En segunda posición? La tarta de zanahora — también riquísima, con sabores de jengibre, canela, etc. Mmm. Y por último, la de dulce de leche, exactamente tan empalagosa como nos había dicho el camarero. Rica, pero imposible terminarla. En fin, no es mi querida Carmencita, y no goza de tener huevos bendictinos del otro mundo, pero es un sitio super bonito, con gente muy maja, precios razonables, y comida muy, muy buena. Super recomendable. ¡Cuatro estrellas… y mi centésima reseña!
Elena M.
Tu valoración: 4 Madrid
El otro día fue mi primer contacto con este bar del que tengo muchas buenas referencias. He de decir que me sorprendió y me gustó. Claroe stá, fui un sábado a las 5 de la tarde cuando había un rollo muy tranquilo. En cuanto empezó a pasar el tiempo si que se llenó y los camareros empezaron a no dar abasto. En cuanto a la decoración y el ambiente tiene un 10, todo muy cuqui y antiguo, cosa que se lleva muchísimo. El servicio también estuvo bien, rápido y atentos. En cuanto a la bebida, la carta de Gin Tonic y de cócteles está muy muy bien y el precio pues en su línea, es decir, desde 6,7,8,10 euros. Cuanto más elaborado más caro. Yo me pedí un Gin Tonic com me gusta a mí clásico, seco y cítrico. Un Gordons bastante sencillo que me gustó mucho. Mi acompañante se pidió un Cosmopolitan y también estaba muy rico. La música un poco pichí pichá y hacía bastante frío. Lo demás muy muy bien.
Mamba Negra A.
Tu valoración: 4 Madrid
Me encanta¡¡¡¡ y todo gracias a mi amiga Cris que llevaba varios días diciendo que teniamos que ir, tengo que decir que fuimos a la hora del café y no es que seamos unas viejunas es que nos fuimos a comer por ahí cerca y decidimos acercarnos… la verdad es que no habia nadie solo nosotras y el camarero pero por lo que he oido por la noche se peta… el sitio esta chulo parece que estas en el berlin de los años 30, sobre la bebida no puedo opinar porque a las 4.30 de la tarde un copazo no pega pero la tarta de chocolate todavia la tengo en el michelo asíq que puedo decir que estaba buenisima¡¡¡¡¡
Ana S.
Tu valoración: 3 Madrid
Menos mal que volví una tercera vez antes de escribir mi reseña porque sino hubiera tenido que rehacerla quitando estrellas. Este bar, especializado en gintonics, me encantó las dos primeras veces(que eran miércoles y un viernes tranquilo): buenos precios, bonita decoración retro, ambiente agradable, música que no molesta, gente interesante, camareros modernos amables. Y el mejor GinFizz que he probado hasta la fecha. Pero volví el sábado pasado y lo que era un apacible sitio para disfrutar de un gintonic fresquito había cambiado bastante. Estaba lleno de gente –normal para un sábado noche– y los camareros estaban desbordados. Tanto que se comportaron como auténticos bordes con nosotros. A ver, majos, que estamos ahí para gastar dinero, no estamos invadiendo el salón de tu casa. Muchas gafas de Terry Richardson y pocos gracias, buenas noches, facilitar los pedidos o despedir con simpatía. A 15 minutos del cierre solo te dejaban pedir cerveza, nada de cócteles. ¿Y si me lo quiero beber en medio segundo? Joder, que no es un cocido completo… Llegaba la hora de cerrar y nos dijo con bastante malos modos que nos fueramos porque cerraban. Entiendo que estén cansados pero mira, yo también me canso en mi trabajo y no trato así a la gente. Me quedé muy decepcionada porque realmente me gustaba este sitio, tanto sus bebidas como su ambiente. Ahora dudo sinceramente que vuelva.
Lolo R.
Tu valoración: 4 Madrid
El Martínez tiene absolutamente todos los ingredientes para llevarse cinco estrellas, pero hay veces que uno se convence de que hay que mirar las cosas bien y ponerlas en perspectiva. Acaba de abrir hace bien poco, y es justo decir que por el momento está genial y recomiendo muchísimo a todo el mundo que se acerque a probar uno de sus gintonics, porque merecen la pena. Pero también quizá sea demasiado pronto para concederles las cinco estrellas, que probablemente se ganaran en una de mis futuras visitas a este lugar(que auguro que serán muchas). Este lugar pedía ya a gritos una buena apertura. Era absolutamente inconcebible que, en plena calle Barco, una de las recientemente remodeladas(y resucitadas) por el TriBall, este local estuviese vacío. Una absoluta lástima, y más cuando fin de semana tras fin de semana, las coctelerías aledañas están hasta arriba a todas horas. Tanto que, en algunas ocasiones, me he visto obligado a irme sin que me sirvieran en alguna de ellas, porque esperar más de cuarenta minutos por una copa, para mí no es una opción. El caso es que, al menos de momento, el Martínez está(un poco) menos concurrido. Ayer fui a visitarlo por primera vez, y la verdad es que quedé gratamente sorprendido. El local deriva entre el vintage(tienen unos cajones como de ferretería bastante monos como decoración, muy propios) junto con lo minimalista(la decoración es bastante parca, pero al mismo tiempo eso es parte de su encanto). Con respecto al producto, es inmejorable así como su precio. Son expertos en ginebras, y tienen muchas, muchísimas. De todas las formas y colores, y muy bien preparadas. Usan medida, que no es muy común en España, y sirven la tónica como hay que servirla, cucharilla de por medio, para que dure más el efecto del gas en la tónica. El resultado es un gintonic perfecto en un atmósfera también perfecta… ¡y a unos precios muy adecuados! Los combinados cuestan entre 8 y 15 €, según el tipo de ginebra que prefieras. Los que no sean muy fans de la bebida inglesa por antonomasia, han de saber que en el Martínez también hay opción a beber otras cosas, todo tipo de combinados o incluso cerveza La Cibeles, que tan de moda se ha puesto en nuestra ciudad. ¡Y no es para menos! Con respecto a la música, es casi imperceptible, pero al mismo tiempo se nota que esta ahí. Lo suficientemente alta como para percibirla, pero no para que empañe una conversación. Y nada de canciones conocidas: una electrónica muy elegantona. Destaca también que no es una coctelería en semipenumbra. ¡Por fin puedes ver la cara a tus acompañantes mientras hablas con ellos! Tiene muchos puntos para convertirse en uno de mis favoritos.