Malababa

Creo que hay cosas que nunca llegaré a entender. Cómo alguien puede alquilar este caro local, dejar las paredes semiderruidas y decorar el amplio espacio con tres muebles viejos, colocar cuatro pares de zapatos que parecen literalmente sacados del cubo de la basura y dos bolsitos que podrían ser de tu bisabuela. Lo más sorprendente no es eso, pues cada uno puede hacer lo que quiera. Lo más increíble es que la tienda despierta la admiración de todo el mundo, que todas las mujeres entran y salen encantadas y, más difícil todavía… ¡que algunas compran! Y si digo esto es porque los zapatitos y bolsitos en cuestión cuestan un ojo de la cara. No dudo que el cuero sea caro y que lo artesano más aún, pero… definitivamente no lo entiendo. Será porque estoy fuera de ese mundo o porque no estoy a la última, pero no me importa. Supongo que esto tiene su público y que para gustos los colores, pero yo reconozco que no me gusta y que lo encuentro excesivamente caro.