Viniendo de Málaga la verdad es que no sé cómo, pero acabamos comiendo pescaíto aquí. Pensé que no podía ser mejor de lo que hemos probado en la costa del sol, después de diez años viendo casi en la playa, pero no tiene nada que envidiar. La fritura de pescado es muy generosa, aunque para mi gusto algo corta de calamares. El pulpo a la gallega y las berenjenas con miel de caña también se merecen una mención. Cervecitas y aceitunas(éstas últimas, cortesía de la casa). Pues eso, que celebramos que mi niña es medio«boquerona» medio«gato»(vaya mezcla, dios nos pille«confesaos»).