Los Amigos

El bar vinagre con comida de batalla a raudales, buen ambiente y económico por excelencia. Nunca vas a salir con hambre, tampoco vas a salir diciendo «qué rico estaba…» porque la verdad es que la calidad de lo que se sirve en Los Amigos es simplemente aceptable. Pero supongo que si has dado con ese sitio, eso ya lo sabías. Ahí se va a zampar sin compasión, sin más pretensiones… y no decepciona. Los rollos de papel de wc colgando encima de la barra sustituyendo a los tradicionales servilleteros es una de sus señas de identidad, asi como la televisión atascada en el canal vh1 vídeos que te asegura buena música mientras comes. Sí amigos, es posible estar zampando tapas y escuchar Deftones a la vez.
Por cierto, la gente siempresuele pedir cerveza sin percatarse de que tienen un Ribeiro que te servirán en sus tradicionales cuencos que sorprende mucho.

Un sitio estupendo para ir y salir cenado, con cada ronda te ponen varias bandejas con comida. Así que sales lleno. La comida no es gourmet, ni mucho menos (croquetas, patas bravas, empanadillas,.) pero esta muy bien para hacer masa, tomar algo y salir cenado gastando poco. Con estas características, esta siempre lleno.

Te pones hasta arriba con las tapas que te dan cuando pides cualquier bebida, y encima están buenísimas. Ideal para echar la tarde-​noche con los amigos. Recomendable.

Qué decir de Los Amigos. No es un bar de tapas. Es EL BAR.
Situado en Ezequiel Solana, una calle ancha entre La Almudena y Ascao plagada de comercios de barrio de todo tipo de productos y en la que no faltan multitud de bares, si bien ninguno es, ni de lejos, tan famoso como éste.
Todo el mundo coincidirá en decirte que es pequeño, pero seguro q has estado en tugurios peores. El problema es que en esos tugurios habría cuatro gatos y no se notaríà la falta de espacio, mientras que aquí está hasta la puta bandera aunque vayas un miércoles a las 6.23 de la tarde y además no hay taburetes.
No obstante, creo que la hora genial para ir es después de comer. Es decir, ese día no comas, porque aquí te vas a inflar, y vete al bar a eso de las cuatro… suele haber espacio de sobrísima. Por si acaso, vente con tu vecino, tu novia, tu padre, tu colega más íntimo o tu compi de curro, no te presentes ahí con 23 colegas el primer día porque lo mismo acabáis en el parque.
La cerveza es Amstel y la jarra de medio litro está en 4,5 euros, si no me equivoco. La jarra pequeña, que es poco más que una caña, debe andar ya pasados los tres euros, igual que los refrescos, para aquellos seres inconscientes que aún los toman.
El principal atractivo del bar es que con cada consumición te ponen una gran cantidad de bandejitas de metal (mínimo 5, pero si vais un grupo de cuatro o más te sacan hasta 8 o 9) con tapas de todo tipo: croquetas, bravas, salchichas con tomate, chorizo frito, ensalada de pepino, aros de cebolla, bacon frito, nuggets, alitas, tortilla, albóndigas, queso… la lista es interminable. Todo de calidad ínfima, pasado por la freidora (sospecho que incluso la ensalada) y de un poder calórico capaz de reventar hasta los estómagos más resistentes (no es una metáfora…).
Pero la gracia no termina en que la cantidad de tapas es brutal con cada consumición, no. El auténtico leit motiv del bar es que no es necesario que sigas pidiendo consumiciones para que sigan poniendo tapas. De esta forma, mientras que tu sigues con tu primera consumición, lo mismo te caen otras seis o siete bandejitas con idénticas tapas. Con tanta comida, te acabas pidiendo una segunda ronda y ahí ya desatas al monstruo: te vuelven a poner otras tropecientas bandejas y, mientras te tomas la segunda, siguen sacando y sacando y sacando. Que quieres una tercera? Pues así continúan hasta que tu estómago se colapse.
Pero pararán en algún momento, ¿No?, se preguntará alguien. Pues, salvo que hagas la mítica de pedirte una y tratar de tirarte ahí toda la tarde comiendo gratis (en cuyo caso se pispan y paran), no, no paran. He visto a gente salir medio llorando de la hasta entonces desconocida impresión de no poder comer más.
Las tapas no las eliges tú, solo faltaba, pero hay tanta variedad q siempre habrá algo que te guste, aunque hay que decir que la calidad no es su fuerte, siendo las patatas bravas y la tortilla lo más destacable junto con el bacon frito, que está especialmente sabroso. En el otro lado están las croquetas, bodrios congelados, y las salchichas, cuyo aroma se te pega a la piel y te acompaña hasta la náusea el resto de la noche.
No tienen raciones. Y no creo que nadie nunca las haya echado de menos.
Los camareros son simpáticos y están sorprendentemente atentos a todo pese al petamiento general del lugar.
Pese a tener asegurada la resaca estomacal, es, de lo visto hasta ahora, el mejor bar de todo Madrid para salir hasta el culo de comida.

Fuimos dos parejas a tomar algo… la jarra cale 2.60 € fresquita en su punto y de pronto no empezaron a llenar la barra de apertivos unos 8 platos y si ven que se acaba te traen mas jejeje esta de ptm nos tomamos tres rondas y salimos cenados. En estas fechas esta bien ir porque no hay demasiada gente pero normalmente esta petado, lo recomiendo al 100%

Uno de los mejores bares de palillos de la capital. Con cada consumición te ponen unos cinco o seis platos con aperitivos: patatas bravas, ensalada de tomate y pepino, nuggets de pollo, salchillas, empanadillas…

Amigo hay que ver como es el… Tapón.
El sitio, muy castizo con camareros extremadamente amables (siempre comparando con bares de este tipo).
Las tapas no son de la mejor calidad, pero la cantidad es ingente, con una caña (2,50 €) puedes cenar perfectamente, sin ningún tipo de problema.
Experiencia totalmente recomendable y de paso abandonar el mundanal ruido madriñeño.

He ido una sola vez y la verdad que prefiero Los Enemigos. Es verdad que la cantidad de comida que ponen es generosa, pero como bien comenta todo el mundo, no son grandes tapas. Las de sus compis de enfrente estan un poco mas curradas sin sacrificar la cantidad. El bar es pequeño y no tienes donde sentarte, asi que mas te vale ir pronto a coger sitio.

si hubiese escrito la primera vez que salí del bar sin dudarlo le daria cinco estrellas, el ambiente es genial, las tapas abundantes, pero después de ir alguna vez más me doy cuenta de que la variedad en tapas no es muy amplia, siempre ponen lo mismo.
si no fuiste nunca te lo recomiendo, a la larga tu mismo dejarás de ir.

Pues siento discrepar un poco de lo que se comenta. Frecuentaba mucho este bar en mi juventud, y sí es cierto que te ponen mucha comida… pero las cañas están más caras de lo normal. Logico, sí, pero vamos, que lo que comes te incrementa el precio de lo que bebes, y para mi gusto la calidad de las tapas ha bajado.
En cualquier caso, aparte de Los enemigos, otros bares de la zona se han animado a poner tapas a granel para competir, con lo que se puede hacer selección.

Este bar de barrio (en Ciudad Lineal) es de los que hace grande una ciudad. Por bares así es una de las razones por las que no me fui a vivir a Londres. Entras, te pides un botellín o un refresco y ellos empiezan a sacar tapas. ¿Nada especial, no? Espera. La gracia es que sacan, y sacan, y sacan, y sacan tapas por una sola cerveza. Empanadillas, croquetas, queso, chorizo, empanada… Te tomas dos cañitas y te pones hasta las orejas. Se come muchísimo a un precio bajo y, encima, la calidad de las tapas es buena. Está claro que no ganarán una Estrella Michelín, pero nadie va allí esperando alta cocina.
El problema del lugar es que ha acabado siendo muy famoso y, claro, suele estar lleno. Sobre todo si piensas ir en horario de tarde (lo bueno es que la generosidad de las tapas no disminuye cuando aumenta la afluencia de público). En cambio, a la hora del aperitivo se está cómodo. Lo malo es que, normalmente, el aperitivo se te va de las manos y acabas pidiéndole perdón a tu mujer por no poder comerte el estofado tan rico que te había hecho…
Por supuesto, hay que resaltar su cercanía con el bar «Los enemigos».

Normal que tengan tantos!!! Si les dan de comer gratis!
Este bar es un mítico, según llegas te ponen 5 bandejitas con tapas, sin exagerar, sólo con dos cañas. Y claro, todo hijo de vecino se pediría una segunda y una tercera… Y tan amigos.
No esperéis glamour ni aquí ni en sus mellizos pero no por ello simpatizantes; «Los enemigos» entre ambos mantienen una simbiosis tal, que nadie se atreve a decir qué fue antes ¿los amigos o los enemigos?
El caso es que si los amistosos están llenos, por norma te pasas a los menos sociables, peor en ambos casos sales con una dosis gratuita de fritanga y de baño de multitudes.
En los amigos no hay servilletas, hay rollos de papel higiénico colgados estratégicamente del techo. Girnaldas escatológicas que se consienten por eso mismo, por que a Los Amigos, se les consiente todo.

Y es que aquí te tratan como si te conocieran de toda la vida. Los Amigos es un bar mítico de la zona, y es que cada vez que pides algo de beber, te sacan 4 ó 5 platos con tapas muy variadas. Aviso a gourmets: tapas abundantes, sí, pero nada de exquisiteces: salchichas, tortilla, calamares, palitos de merluza, croquetas… y… muchas… más… ¡Tantas que ni me acuerdo!
Y yo, que no bebo bebidas con gas, he reconocer que el simple detalle de que sirvan latas de Trina en vez de botellas me cautivó. Pero lo mejor de este sitio es que es MUY barato y que sales cenado. Lo peor: es muy pequeño y suele estar hasta arriba, al menos por la noche.
Dos detalles curiosos: 1. a modo de servilletas, tienen rollos de papel colgando del techo; 2. Enfrente se encuentra el bar «Los Enemigos».
Aunque está un poco apartado, merece la pena visitarlo; eso sí, que no sea un lunes que cierran por descanso.

El mejor bar de tapas de Madrid. No por su calidad precisamente, pero fliparás con la cantidad. Con dos cañas te vas lleno a casa. Hay que verlo.

Este bar me queda muy cerca de casa, y lo mejor es tener hambre y sed, porque cuando te pides dos o tres cañas con los amigos, las tapas ya no caben en la barra. La verdad es que la relación calidad/​precio no está mal, aunque hay mucha fritanga y cosas que jamás comerías en otro sitio
Pero bueno, tal y como está la economía hoy en día, es un buen sitio para pasar la tarde y llenar el buche, sobre todo cuando llega la tabla de patatas fritas con sus salsitas.
Quizás lo peor es que está algo mal comunicado para los que no tenemos coche, aunque el Metro de Ascao queda cerca. Y si está hasta arriba –algo fácil, ya que es pequeñito-​, se puede probar suerte en los ‘Enemigus’, que está enfrente.

Esta cerquita del bar los enemigos, no sé si será la competencia o son del mismo dueño, en el metro de Ascao, la linea naranja (la 7).
Como suelen decir siempre esta lleno y es dificil encontrar sitio, ver un partido de futbol es casi imposible, lo bueno son las tapas que te ponen, eso si casi siempre son fritangas, el precio es muy barato y por 6 euros te pimplas una buena jarra de cerveza y cenas!

Gran sitio para ir con los amigos a tomar unas cañitas, te ponen un par de tapas por cada caña, la comida es un poco fritanga pero merece la pena ir alguna que otra vez

Es un sitio genial, el mayor problema que SIEMPRE esta hasta arriba¡¡¡
Te tomas una caña y sales cenado de alli.

El bar la novedad que presenta y su gracia es que pidiendo la bebida automaticamente te ponen un par de platitos de tapas normalmente ponen tres platitos por bebida que está muy bien si se van un par de amigos y pidiendo más de una ronda se sale contento del bar jejeje. La bebida no es muy cara ya que incluye las tapas. el refresco alrededor de 1’80 la caña me parece que son diez céntimos más barata y los precios así por el estilo. Los refrescos te los ponen en lata (punto su favor!!) asi tienes más bebida que en un botellin de cristal

Mítico Bar de Tapas del Barrio Bilbao! Increible cuando vas con hambre con los amigos que acaban de jugar un partido o simplemente para ver un partido con ellos. Es el típico bar para ir un domingo, aunque cualquier dia de la semana está bien :)
Con la primera bebida te empiezan a dar raciones hasta que ya no puedas más, según se van acabando siguen poniendo más. La leyenda del lugar dice que nadie nunca jamás ha conseguido derrotar al cocinero el cual sigue sirviendo tapas hasta que no puedes más y ya pides la cuenta y te vas (las raciones incluidas en el precio de la bebida).
De dónde sacan beneficio? No lo sé, creo que al cocinero le basta con saber que ha vuelto a derrotar a un grupo de chavales hambriento.
Cómo llegar:
Metro: Ascao