Las Bravas

Una de las tres tabernas que tiene esta marca en apenas 50 metros de distancia. No es la primera y original, aunque tal vez sí la más castiza por encontrarse en el callejón del Gato en el lugar donde se encontraban los famosos espejos por los que Valle-​Inclán vió «el Esperpento» en el que se transformaba España a través de Max Estrella en Luces de Bohemia.
¿Qué decir de las bravas? Evidentemente que son una de las mejores patatas bravas de Madrid, rivalizando con el mismo Docamar. Pero no solo de bravas vive el ser humano. También hacen una tortilla de patata que me gusta mucho y una oreja a la plancha que es una delicia, todo ello castigado con su famosa salsa patentada.
Tal vez no sean las raciones más grandes ni las más baratas pero hay que entender que se encuentra en una zona super turística. Dispone de dos plantas y los fines de semana a la hora del vermú se suele poner hasta arriba.

De los mejores bares de madrid sobre todo si viene gente de fuera y tienes que llevarlos a algun lado, evita ir a hora punta de las comidas

Esta cadena tiene varios locales por el centro de Madrid. Su seña de identidad es su salsa brava patentada, que puede acompañar a casi cualquier plato de su carta.
La verdad es que la comida estaba bastante buena, pero las raciones son muy muy pequeñas para el precio que tienen (supongo que por su céntrica localización) y está bastante lleno de gente, por lo que es complicado encontrar un sitio para sentarse.
No está mal, pero quizás no sería mi primera opción para tapear por la zona.
Desde hace un tiempo se puede hacer un pedido para recoger, que sin duda puede ser de gran ayuda si se presentan unos amigos de imprevisto en casa.

I tried to use Unilocal several times in Spain, and have to say it really disappoint me so far. Notice: this one is just like a fast food restaurant! I tried their tapas sample, very average. And they put too much salt that I can only taste the salt and end up drinking a bottle of water. And guess the price for a sample, almost 14 euro! Don’t go there just because they have tapas sample, if the sample is not good, what’s the point to try them?

No hay visita a Madrid que no pase por las Bravas.
Las primeras íbamos al de Calle Espoz y Mina, 13 que está casi esquina con este.
El de Espoz es el primero y más original ya que es pequeño y el entrar y salir ya te dinamiza el día. Los camareros llevan los pedidos abriéndose paso entre la gente con verdadera maestría.
Como los años no perdonan ahora prefiero sentarme en el de Alvarez que es muy mucho más amplio y dispone de sótano.
Aprovecho para decir que no comparto la propensión en Madrid de usar los sótanos y sub sótanos como comedores.
Recomiendo pedir la tortilla de patatas con salsa brava en vez de las patatas bravas que suelen quedar algo tiesas por dentro. El pulpo, los calamares y los pimientos de padrón también están muy buenos. En la carta tienen un combo que lleva un poco de todo para quien quiera probar casi todas las especialidades.
El servicio de camareros es castizo y vociferante. De precio quizás un pelín caro, en la mesa se encarece hasta casi un euro con la barra.

The sauce they put on these potatoes is like Crack, very addictive. So addictive in fact that all the employees were constantly jamming them into their maws.

Food and ambiance are fast food quality.

The patatas bravas here is good enough but I like the one with allioli salsa. But my favourite is the pig’s ear (orejos). It is so damn good, especially when I got the crispy part. The pig’s ear is really recommended!

LA MEJOR SALSA BRAVA DEL MUNDO! Me encanta! Siempre he venido a este sitio con mis padres de pequeña, y ellos venían de novios, y ahora voy yo con el mío, y espero poder llevar a mis hijos porque es que están de muerte. La oreja también esta exquisita y la tortilla con la salsa. Me entran unas ganas de ir de solo acordarme de lo bien que sabe. Super recomendable!

«Pero cómo puedes ser de Madrid y no haber ido al Las Bravas? ««Tienen una salsa patentada, imagínate cómo está!» «Es el bar más castizo de toda la zona» y otra serie de prometedores halagos era lo que había oído de este establecimiento antes de visitarlo por primera y única vez hace unos cuantos meses.
He visto que aquí no tiene más que comentarios buenos, por lo que creo q es hora de hacer algo de justicia.
El emplazamiento es tan céntrico, tan bien ubicado en confluencia de calles y tan llamativo para guiris que te tienes que pegar de ostias para entrar adentro. Si logras tal proeza, te encontrarás con el problema de dónde apoyar tu abrigo, tu chaqueta, tu bolso o lo que sea que lleves encima. Si aún así lo has logrado, vete a echar la primitiva… eres un ser afortunadísimo.
Las cañas, que es lo único que tomé, son Mahou en vaso pequeñito y cuestan 1,50 euros, un precio elevado lo mires como lo mires para un recipiente tan pequeño. A ello hay que sumarle que no nos pusieron tapa (tienen una fe ciega en que todo dios pedirá las malditas bravas y me imagino q por eso pasarán de poner aperitivo). Eso es un detalle imperdonable para mí.
Para comer tienen bastantes cosas, calamares, alitas, etc… pero lo que destaca enormemente y es lo que todo dios pide es el plato de bravas y la oreja a la plancha.
Empecemos por lo bueno: el sabor de la salsa brava. Efectivamente, si no has ido, fliparás, la salsa está en su punto, sabe a brava pura y dura, no como en otros sitios, q puedes leer la etiqueta de Orlando en el color anaranjado. Esta es una salsa buena, sabrosa y que no deja indiferente.
Vayamos con lo malo: el tamaño. La ración es ridícula, de risa, es poco más que un plato de café con cinco patatas (q por cierto, no estaban en su punto) agolpadas y un pegote de salsa encima. Eso lo ve mi padre y se descojona en tu cara, te dice que te dejes de bromas y que saques la ración de una vez. Cuesta cuatro euros, creo recordar. Por menos de ese precio he visto fuentes de medio metro repletas de patatas mucho mejor fritas y con salsas que no desmerecen. La oreja tiene una pinta que te cagas, pero adolece del mismo defecto, te entran tres trocitos en un plato minúsculo y te cuesta lo mismo que una ración normal.
Adicionalmente, debo indicar que no es un establecimiento que cuide a su clientela, más que nada porque no es un bar de barrio con parroquianos fijos, sino que se nutre de turistas, visitantes del centro y gente de paso que, probablemente, no repetirá porque no volverá a pisar por ahí.
Por ello entre el petamiento del local, trato, el detalle de no poner tapa, y los tamaños exiguos de las raciones, no me busquéis allí, no pienso volver a pisarlo.

Our first and last tapas in Madrid were here. The pig’s ear was my absolute favorite!!! They also have a sampler type plate where they have octopus, croquettes, pig ear, calamari, peppers and patatas bravas for you to try. There are 2 other locations within 2 blocks from one another but we went to this one cause of the friendly staff and hidden compared to the other 2. Beer and fried stuff. What else can you ask for?

Si lo que te gusta es disfrutar de la historia de Madrid tanto gastronómica como literaria has acertado en elegir tu sitio.
Sin duda uno de los mejores sitios para comer Bravas en la capital, y que mejor sitio que Madrid ya que fue aquí donde se inventaron!
Lo especial para mí de unas buenas bravas es la salsa que se le ponga, y este sitio consigue darle el punto adecuado elaborando una salsa de forma artesanal con productos naturales, que no es ni demasiado picante ni demasiado suave y con un sabor delicioso.
Pero no solo podrás degustar bravas en este sitio, la carta posee numerosas tapas con las que deleitar tus papilas gustativas, de las que yo recomiendo la oreja a la brava (soy un fan incondicional de este manjar), los pimientos del padrón, o la tortilla brava.
Y donde está la parte literaria en una bravas os preguntareis, pues bien a principios del siglo XX en el emplazamiento donde se encuentra hoy el restaurante existía una ferretería cuya característica más llamativa era la fachada, donde se hallaban un espejo cóncavo y otro convexo que deformaban la figura de todo aquel que frente a ellos posase.
Esto, que se convirtió en un entretenimiento de la época y sería utilizado por Valle-​Inclán como metáfora (El Esperpento) llevada a la escena teatral en su obra Luces de Bohemia.
Estos espejos aún se conservan y aunque los que se ven en la fachada son dos copias ya que para proteger los originales se guardan en el interior del restaurante, podréis disfrutar viendo vuestro reflejo distorsionado como hizo Valle-​Inclán en su día.
Además una vez hayáis comido y bebido como es debido, no perdáis la oportunidad de subir la calle de Álvarez Gato hacia arriba (conocida como «El callejón del gato» en la época) hasta la calle cruz, donde se encuentra uno de los Trampantojos más famosos de la ciudad que muestra bajo el cielo azul como una calle imaginaria se abre ante nuestros ojos.
Arte y gastronomía todo junto! Esto merece una visita obligada: D

Exquisita salsa brava! De las mejores que he probado. Recomiendo las patatas bravas sin duda, el resto de raciones son bastante típicas, pero están también ricas.

Empecé a venir aquí cuando era muy, muy pequeñita porque a mi familia le gustaba mucho. Las Bravas del Callejón! Fue el primero que abrieron en Madrid hace mucho tiempo. Me parece que las bravas son únicas, por mucho que algunos se empeñen en desprestigiarlas, son las mejores que he comido. El pulpo está excelente y los calamares también. La tortilla brava, buenísima. ¡Cómo esa salsa no la he tomado en mi vida! Me trae tantos recuerdos que no puedo valorar nada malo en este sitio, pero además es que es para mí, de los mejores de Madrid. Además, nada graso a diferencia de muchos sitios donde las patatas sueltan grasa por doquier. Cierto es que conseguir mesa es difícil, pero una vez dentro el ambiente es bastante agradable. No me parece nada caro de precio viendo el precio del pulpo y los calamares en otros bares más céntricos aun. También, es cierto que han subido pues años atrás la ración de pulpo era bastante barato en comparación con otros sitios de Sol.

Ok wow, Las Bravas really is a WOW place. I loved it. I also love patatas bravas and apparently they invented it. Most definitely my favorite meal in Madrid and it has low prices.
Of course we got the patatas bravas which were good in their unique sauce. We also got a tortilla aioli which was so good and the 5 tapas sampler including croquettes, calamari, squid, pigs ear, and peppers. Everything was so good (although the pigs ear tastes like cartilage… not really my thing). The peppers were really well cooked and not spicy at all. The salt on top was perfect and they were sooo yummy.
Such an amazing meal… a trip to Madrid is not complete without a meal at Las Bravas!

Entramos algo recelosos a este sitio para probar su famosa «salsa patentada» y la verdad es que está muy bien. La cerveza bien tirada. los camareros amables, y las bravas muy muy ricas, con ese puntillo picante que personalmente me encanta, ¿qué más se necesita?
Tengo ganas de probar el resto de raciones, pero es que siempre que voy veo las patatas y… No me puedo resistir.

Pues a mí es que me encantan las bravas y el pincho moruno de este sitio, no lo puedo evitar, y la salsa es una de las razones. El caso es que ayer fui y me di cuenta de que hacía mucho que no iba, así que la cena me supo incluso mejor. Vi que le habían dado un lavado de cara a la carta: había croquetas, que creo que antes no estaban y que estaban muy ricas, y pulpo; tenían trina, que antes tampoco tenían, y también creo que los precios eran un poco más altos, aunque igual eso es cosa del IVA y del suplemento de mesa. Pero bueno, asequible todavía.
El camarero tardó un poco en atendernos (aunque llegamos justo a tiempo para sentarnos), porque estaban hasta arriba y tenía para él solo toda esa salita, pero nos atendió de maravilla.
En fin, que me encanta este sitio y sí que creo que las bravas están muy buenas. ¿Las mejores? Eso no lo sé, tendría que probarlas todas… ¡así que espero poder ir al próximo Bravatón Unilocal

Okay, it was really 3.5 stars. I was studying abroad in Spain this summer and did a quick little weekend trip to Madrid. I was at the bar chilling with a glass of the vino de verano and got the patatas bravas and the calamari bocadillo.
Both were a little dry, I’ve definitely had better patatas bravas. However, it was cheap, fairly quick, and right next to our hostel so not a bad choice! The whole thing came out to maybe 8 Euros so it was perfect for us broke college kids!

There are several locales of the same chain in the area and all serve the same fare. Many other bars serve patatas bravas as well so they do not have the monopoly but they seem to have cornered the market. Las Bravas especializes in tapas, mainly the «patatas bravas» or chunky potatoes in smoky paprika sauce but also other typical tapas fare like anchovies and arenques in vinegar, blood sausage or morcilla, ensaladilla rusa, etc… This is a busy place that caters to working class folk so don’t expect a quiet table. It is messy crowded and friendly. The potatoes are good — it isn’t a complicated dish– and so are the tapas. Portions are hefty for the price. Enjoy with beer or enjoy after a night out for energy and fullness.

Having had patatas bravas before in the U.S., we were excited to have the real deal. This place is very much a working man’s tapas bar. The prices are cheap, and you stand to eat your order at the bar or at tall tables. The chunky potatoes (each potato was maybe cut into 6 or 8 pieces, to give you an idea of the size) were piping hot out of the fryer and then ladled with the spicy bravas sauce (made with smoked paprika) We also ordered the anchovies in vinegar and olive oil. The anchovies were good, but the patatas bravas really hit the spot! Washing them down with cheap beer made the experience all the more enjoyable.

Definitely a great spot. I first got introduced to this place through my homestay mother’s boyfriend from Madrid as this was his spot back in his day. The bravas sauce could be a bit spicier, but what i like was that it had a hint of chipotle flavor in it. My favorite go-​to is a bocadillo of calamari, and request them to put some bravas sauce on top. I could eat it all day.

This is kind of a «must do» on any tapas tour while in Madrid… Why? They invented patatas bravas.
I typically try to avoid places that claim they invented anything because they usually turn into tourist traps, but I think we may have been the only tourists there. And the patatas bravas were good. It wasn’t crowded. Food and beer came promptly.
And they also have mussels bravas, something I had never had before. Pretty, pretty good.
The patatas bravas themselves were good, crispy. The potatoes were REALLY hot, and even after waiting many minutes to even try them, I still burnt the roof of my mouth. Oye!
(There are 3 locations)

¿Acaso pensabais que Coca Cola iba a ser la única en ocultar la receta de su producto? Pues cuidado, que llegan las Bravas!!!
Y la verdad que es cierto que el sabor único e inconfundible de esta salsa no sólo me transporta directamente a este bar, sino que también me lleva directo a la infancia, cuando me comía esas tortillitas pequeñas y aprendía a soportar ese picor característico de su salsa.
Por lo demás, el sitio no da mucha impresión de limpieza, pero es más amplio que su hermano-​vecino. En cuanto a servicio un día que entré aquí para preguntar si podía pedir un plato para llevar me dijeron que no de muy malos modos…
No obstante su rica y exclusiva salsa y su historia bien arraigada bien merecen su acogida por parte de los madrileños!
Pero como dicen mis compis, el

En el literario Callejón del Gato de la obra de Valle Inclán «Luces de Bohemia» se sitúa este destacado bar, famoso por sus conocidas bravas.
El bar posee de una zona de barra y otra de mesas donde picar algo más tranquilamente.
Este bar es famosos por su secreta salsa brava la cual adereza las patatas, la tortilla y un sin fin de platos tradicionales. Salsa brava que tienen patentada.
El servicio deja bastante que desear en cuanto a amabilidad, pero es compensado por la exquisitez de su salsa.

La marea naranja invade el barrio de huertas sin necesidad de que haya partido de Holanda. Una salsa patentada es motivo más que suficiente para abrir tan cercanos 3 locales de esta fiebre naranja. Estamos convencidos de que hasta un zapato estaría bueno, si lo pedimos bañado con esta salsa. No obstante casi todas las raciones la llevan o la puedes pedir; tortilla, calamares, oreja, todo bravo sin por supuesto olvidar a las reinas; Unas patatas ligeramente cocidas antes de ser fritas (en su aceite justo) que consiguen deshacerse en la boca de los centenares de fans que no faltan a un pequeño vicio. Si sus acompañantes no son amigos de la salsa, tienen la opción de tomar un riquísimo pulpo, cuya frescura a más de uno ha hecho asomarse a la cocina para comprobar si pasaba una ría gallega por detrás del callejón del gato, que ya puso bravo en su momento a Valle-​Inclán. No son precisamente Ilustrados los parroquianos de este clásico madrileño, más amigo de los palillos que del esperpento

Es el lugar de picoteo por excelencia de la zona centro de Madrid, concretamente de Huertas. Estéticamente, no llama la atención por absolutamente nada, pero sus patatas bravas se han convertido en todo un símbolo. Raciones contundentes a precios razonables para acompañar con jarras de sangría son su principal reclamo y lo que hacen que este sitio esté siempre lleno hasta la bandera y muy animado (los fines de semana de gente joven).

Cerveceria típica madrileña de gran ambiente.
Se llena a la hora del aperitivo.
No hay que irse sin probar sus famosas patatas bravas.