Las patatas bravas están increíbles, pican mucho pero están muy muy buenas, también hacen zarajos buenísimos y son muy amables. Lo malo es que no puedes pagar con tarjeta de crédito, así que hay que ir preparado. Las raciones son un poco pequeñas para lo que cobran por ellas y en ocasiones la comida no está en muy buenas condiciones, nos sirvieron unas mollejas que estaban terribles(puede ser un caso concreto), pero para ir a comer bravas y algo más de batalla está muy bien.