La Ida

Yo fui muy fan de este lugar, cuando Carla y Cristina y demás gente entrañable trabajaban allí.tuvo una época muy dorada, muy maravillosa, lleno de gente guapa, se ligaba como en ningún sitio y siempre había alguien conocido… tengo que decir que desde que abrieron El Rincón, aquel espiritu nos lo llevamos para allá.
No obstante, siguen teniendo un té delicioso, una tortilla de patata bastante insuperable, y que cada vez que voy sigue siendo muy agradable pero la verdad, no es lo que era.

Es uno de los sitios más entrañables en los que he estado últimamente. El ambiente es muy tranquilo y relajado y, aunque se puede tomar alcohol, es un sitio qu incita a tomar té o café, leer el periódico y echar la sobremesa.
Es muy original, tienen ropa tendida, que se vende, y el camarero es muy salao. No lo conocía, pero se ha convertido en un lugar para tener en cuenta siempre que ande por el barrio. Es un sitio en el que te sientes cómoda desde que entras.

Uno de mis locales favoritos para tomarme un café a media tarde. También puedes tomarte una copa o un mojito, su especialidad, por la noche, pero yo lo prefiero en horas más tempranas.
Es un bar donde se ha logrado la sintonía perfecta entre el público y el espacio. No te sientes como en uno de esos jerseys que se te han quedado pequeños o demasiado grandes.
Aquí todo encaja perfectamente. La luz cálida, las mesas junto a los ventanales (te recomiendo la del fondo a la derecha. Si tuviese talento y tiempo escribiría una revisión de la máquina del tiempo de Proust, se está tan bien), las exposiciones periódicas de artistas en las paredes, la gente charlando plácidamente.
No sé por qué eligieron este nombre para el local. Yo creo que fue porque buscaban un sitio del que no te planteases dejarlo para regresar. Haz una prueba. Vete un jueves a las 18:00, pídete un té o un café con leche, una de sus tartas, coge la mesa que te dije, saca tu libretita… ¿Cuánto tiempo llevas ya ahí? Te lo advertí