La Gran Pulpería

Podría enrollarme mucho y dar una visión completa pero voy a referirme solo a una cosa que me llegó al alma: no lo llaméis tarta de chocolate cuando es de galletas con trazas de chocolate. Casi lloro de la decepción, debí consultar Unilocal antes de pedir, ahí se ve la foto del delito. Además no te traen el café a la vez que el postre aunque lo pidas, ellos siguen su sistema: el café lo último.

Tal vez fui con las expectativas muy altas pero he decir que el sitio me decepcionó un poco. No había nada malo en sí, pero tampoco nada estupendo. Para el precio que tiene sus raciones me parecen normalitas y el local, aunque amplio, me resulta un poco ruidoso cuando comienza a llenarse.

Fuimos para el cumple de mi suegra y era mi primera vez en este restaurante gallego, pedimos los clásicos pulpo, croquetas, quesos, ensalada de ventresca y la tortilla poco hecha. Esta Ok, nada del otro mundo y un detalle importante el pulpo a la gallega no tiene patatas lo cual no es muy «gallego».

Sábado por la noche, hogar de Lucía J.:
— ¿Cenamos fuera?
— Vale, pero no muy lejos.
— Voy a ver qué me recomienda Unilocal por la zona.
Y así acabamos en La Gran Pulpería. A pesar de las grandes reseñas de los Unilocalers, nos habíamos hecho a la idea de encontrarnos con un local más pequeño, quizás más de barrio, así que cuando llegamos nos llevamos una grata sorpresa. El local es elegante y bastante amplio. Tienes la opción de comer en la terraza o dentro.
Si eliges el interior, verás que está lleno de pantallas de televisión, perfecto para seguir un partido de fútbol sin que éste sea el protagonista de la cena, perfecto para seguir las mejores jugadas e ir enterándote del resultado.
Los camareros te atienden rápidamente y, al principio, incluso nos abrumaron. Pedimos pulpo a feira para que lo fuesen preparando y no tardaron ni 2 minutos en traerlo. Lo mismo con los mejillones al vapor. Cuando ya veíamos que nos inundaban la mesa de platos, dejaron de traer. Esperaron a que nos terminásemos ambos platos para servir las zamburiñas a la plancha. A pesar de que en el postre se les olvidó alguna cosa, en general nos ofrecieron muy buen servicio.
La comida está deliciosa, nos encantaron los platos que pedimos y también el vino blanco de la casa (¡recomendado!). De postre probamos la tarta de santiago con el vino Maria Castaña y con una crema de orujo. ¡Perfecto para acabar la noche!
Si vives en Hortaleza, es un sacrilegio que aún no hayas visitado un lugar así. Si vives lejos, hazme caso, el paseo te merecerá la pena.

Colleagues and I were staying at a local hotel for access to the congress Center and airport, and this restaurant was primarily chosen for its location but also based on good reviews. The restaurant was in a suburban/​business area but they have done a nice job of creating a pleasant, lively ambience with a lot of plants, greenery etc, a very large open deck etc. The restaurant is overall big and can easily handle a very large group. We sat on the deck, which is covered so fine for wet weather and the evening was warm. Specialities of course were the variety of seafood, especially the different preparations of octopus, boiled or grilled and both were delicious. We also had a few meat dishes, and a part cooked egg flan with ham. All great. Prices were reasonable for the quality and quantity. So it’s not a fine dining experience but it is tasty, good value, different to typical cuisine, and close to airport or congress center if that is where you happen to be.

Uno de mis restaurantes preferidos por la zona. Todo lo que he probado está muy rico. Un poco caro, aunque lo que sirven es de muy buena calidad. El servicio a veces podría ser un poco mejor. Y sobre todo no entiendo la manía de no tomar nota de lo que se pide. Me imagino que es una ‘gracia’ del dueño, pero no sirve más que para que los camareros (lógicamente) se olviden de cosas de vez en cuando, sobre todo con mesas grandes.

Gallego de lujo, con una terraza increible acondicionada para Invierno y Verano.
La comida es buena y el servicio es atento y profesional.
Mejor reservar antes ya que (al menos los fines de semana) esta de bote en bote.

Me gusta muchísimo este sitio. Soy gallega y puedo decir que este sitio es gallego de verdad. No soy muy aficionada al pulpo, que aquí tiene fama de ser de lo mejor, pero he ido a comer varias veces y siempre he salido muy contenta. La carne asada, los mejillones, los berberechos, la oreja cocida… todo buenísimo y tal y como acostumbra a ser servido en Galicia. El Alvariño en «cunca», por supuesto :). El local es muy bonito, y está impresionantemente bien atendido, cada camarero sabe perfectamente donde debe estar en cada momento. Tremenda gestión. Suele estar abarrotado y conviene reservar. Para repetir muchas veces, porque además tiene una relación calidad-​precio más que justa :)
Sólo echo en falta algo más de marisco!

Si una amiga «galega» te dice que uno de los mejores pulpos se lo ha comido aquí, confía. Yo, antes de ir, y debido a este comentario, ya lo había recomendado a muchos amigos de la zona, y todos me cantaban sus maravillas. Bien, por fin fuimos ayer y salimos encantados, no, lo siguiente.
El sitio es enoooorme, con terrazas varias y un salón muy acogedor. Muy bonito decorado, estilo gallego y tal…
Pero la comida…¡Ay la comida! Ya en la mesa te recibe una tablita de madera con un taco de chorizo y un buen pan gallego.
Nosotros pedimos empanada de bonito y de lomo –porciones bastante generosas para ser aperitivo-​, un pulpo a feira con cachelos –picantito, cuidado los niños-​, unos calamares fritos –sí, al parecer también son típicos, y mi suegro ha dicho que son los mejores que ha probado en su vida-​, unos pimientitos del padrón, un lacón acompañado de unas patatas fritas caseras supercrujientes y nada aceitosas, y la tortilla de betanzos, que yo recordaba con chorizo picado, pero que no la sirven así aquí. Todo riquísimo, vamos, que nos faltó el orujito nada más.
De postre pedí la torrija con helado de vainilla. No estaba mala, por supuesto, pero viene caramelizada y ya no me ilusionó tanto. Eso sí, el helado de vainilla, exquisito.
Salimos rodando, muy felices, y por 25 € por cabeza, incluyendo una botellita de albariño de la casa, refrescos, y un cafelillo.
Ya estoy contando los días para volver.
Es un absoluto «must» de las novedades de Madrid Norte.