La Fromagerie

El que fuera uno de mis puestos favoritos del mercado de San Miguel que se ha subido algo a la parra del sitio donde está situado, la afluencia de público y el bolsillo del turista extranjero que trae unos durillos para gastar. He de reconocer que, aunque menos, aún me gusta y que tiene una extensa selección de quesos traídos de muchos lugares que se me antojan ahora sí y ahora también.
Durante un tiempo hubo una persona detrás de la barra que se conocía al dedillo todo el material que ponen a disposición de los clientes. Te contaba incluso la historia de cada queso o ciertas particularidades de su fabricación. No era barato, y tampoco me importaba ya que salía con la impresión de estar comiéndome un trozo de historia láctea y ame acostaba sabiendo una cosa más (bueno, una cosa más que después olvidaba pero eso son miserias personales).
Sea como fuere, que me lío y me enrollo… el caso es que esta buena mujer de conocimiento extenso en el tema de los quesos ya no está en el puesto y lamentablemente quien o quienes la sustituyen no están a la altura para nada. Recuerdo la primera vez que les pregunté a los nuevos sobre un queso: me miraron con cara de ¿y este tío? ¿me está preguntando por las características del queso, en serio? ¡y miraban mascando chicle! Irremediablemente, dejé de comprar durante un tiempo. Me encorvé en mi gafapastismo de nuevo entendido en quesos e indignado me dispuse a no regresar, sin mirar atrás ¡o mirando! para que se convirtieran en estatuas de sal.
Ahora ya no voy tanto como iba antes, ahora está más orientado a la tapa de trocito de queso a euro o euro y medio, el sablazo al turista, y tratando de atender a la marabunta arremolinada y hambrienta que con una mano sujeta la copa de vino y con la otra busca enganchar esa mini-​cuña que llevarse al estómago. Vivió tiempos mejores, de eso no tengo duda.

Me gusta en general el concepto nuevo del Mercado de San Miguel, aunque para mi gusto le falta «algo», que si identifico haré llegar a los promotores del mismo…
Mientras lo pienso degusto un poquito de queso y una copita de vino, que para eso estamos sacando a la familia de casa.
Todo tipo de quesetes a vuestra disposición, y para disfrute de la pituitaria de la vecina de arriba, que flipará en cuanto lo abráis en casa.
Aquí encontráis quesos elaborados con leche cruda, sabrosos y de textura particular, así como los tradicionales más comunes.
Yo no soy capaz de venir a picar algo y no salir con el paquetito debajo del brazo, por eso siempre vengo de día.

El mercado de San Miguel se ha convertido en el sitio ideal para picar y comprar productos de un nivel que no se encuentra en todas partes. Desde sushi, hasta embutidos, pasando por quesos.
Y de quesos, saben bastante los dependientes de este puesto, además, coincido con Óscar en lo que al trato se refiere, muy cercano y amistoso.
Yo que todavía no he encontrado un queso que no me guste, me llevé un poco de queso de cabra que quedó delicioso pasado por la plancha. Quesástico diría yo.

Pese a que me gustaba mucho más el mercado antiguo de San Miguel, por el buen rollo que me provocaban los puestos tradicionales, y me provoque un cierto rechazo el rollo delicatessen que ha despachado (nunca mejor dicho) a las castizas abuelitas con sus carritos. Si te gusta de verdad el queso, La fromagerie justifica que te des un paseo por el mercado.
Te recomiendo que pidas consejo, si eres medianamente profano en el tema, pues el mostrador está lleno de quesos, ecológicos, no ecologicos, curados, de pasta blanda, …, españoles, franceses, y de otros lugares.
Yo siempre que acudo, además de mis clásicos siempre le pido a la dependienta (la más mayor) que me recomiende algo, es una mujer superagradable, y seguro que sabe aconsejarte. Además, siempre encuentro un queso diferente que aun no he probado. Me pierde un queso cremoso de la Sierra de Huelva (ecológico).
Además de quesos, también puedes comprar huevos y otros lácteos como yogurt, kefir y mantequilla.