La Fragua de Sebín

¡Ayer celebramos una reunión de amigos como unos reyes! Conocí la terraza de la «fragua», tan agradable en otras épocas del año, pero he de decir que el interior no se queda atrás. La decoración con los ladrillos a la vista, las contraventanas y puertas de madera decapadas haciendo de tabique forman un comedor acogedor y cálido. Claro que la recepción cordial del equipo de la «fragua de Sebín» apoya esta sensación de sentirte en una celebración y en casa al mismo tiempo. Además, el jefe nos recomendó muy bien: «en vez de tres primeros para compartir porque no pedís dos burrata y dos de chipirones … para ti sola el risotto va a ser mucho … de postre recomiendo el helado de magdalena con colacao, la gente me dice que les devuelve a la infancia y el otro día ¡una clienta hasta se me echó a llorar de emoción!» y tuvo razón en todo lo dicho … bueno no hubo lágrimas en nuestra mesa, pero risas hasta tarde. Salimos los últimos del restaurante.

I really wish there were six starts to describe the experience at La Fragua de Sebin. The restaurant is located on a side street, you feel like you are in a more local part of town with more local shops and a record store nearby, not too touristy at all. The décor was very smooth and modern. The service was excellent all around. I became buddies with my server and the owner actually took my order. Even thought I do not speak Spanish well they were patient with me and made me to feel most welcome. The food was phenomenal, one of the best meals of my life. I started with the grilled Octopus and Wasabi ice cream. Next came Tuna Tartare with Avocado, Wasabi, onion and Soy Sauce, mixed and prepared in front of me. This was all paired with a Finca la Colina Sauvignon Blanc wine from Andalucía. Desert was a cheesecake served with blackberries. I really cannot say enough about the experience here and I hope others check it out. Do your homework, avoid the tourist traps!

Trato cordial, cocina espectacular y precios razonables. Totalmente recomendable. Repito seguro.

We had the best meal of our 10 day stay in Madrid here. From the prix fixe lunch menu we ordered a dish very much like paella but a little more wet called maniero. On this day it was prepared with the skin of bacalao (cod), excellent! The main course came with an entre of the traditional and delicious potato and egg tortilla. The price may have been a little more than other prix fixe lunches we saw but it was more than worth it. Friendly service and great atmosphere topped off a wonderful experience. A little off the beaten path and catering more to locals, but totally worth checking out.

we enjoyed an outstanding dinner here in April. The grilled octopus is like nothing i’ve ever experienced. You don’t want to miss this place. Far exceeds some of the other restaurants in the neighborhood.

paseando por malasaña pasamos por delante buscando donde tomar algo, no si cierto recelo, completamente infundado después de la experiencia.
ya sentados y habiendo pedido un par de platos, miramos reseñas y un sudor frío recorrió mi cuerpo cuando mencionaban el precio por persona (mas bebida) habitual, si es lo q tiene pedir mirando solo los platos y no la parte del precio, pero al final fue mas que razonable: 35 € persona bebida (cerveza) incluida en terraza pidiendo burrata ahumada que estaba sorprendente aun no gustándome mezclar dulce, chipirones rellenos (EXCELENTES) y presa ibérica (demasiado pasada para mi gusto personal) y dos postres… fue ver «helado de magdalenas con colacao» y saber que tenia q pedirlo… impresionante.

La típica terraza que siempre está llena al lado del Dosde, tuvimos suerte y un poco de cara y nos pudimos sentar a picar algo. Digo típica pero creo que cambió el negocio hace relativamente poco. Ya sabéis a lo que me refiero.
La comida correcta, pedimos unas croquetas de jamón y boletus que estaban super buenas, unas tempuras de verduras y trigueros con vinagreta de yogur y albahaca. (éramos seis y la camarera nos recomendó pedir dos por la cantidad, que no es que sea especialmente abundante), y finalmente unos huevos rotos que nos sorprendieron mucho, yo no puedo decir que para bien, pues nos llegó un huevo gigante dentro del cual estaban los supuestos huevos rotos que en realidad eran una especie de masa rara más parecida a unas especie de patatas revolconas con huevo por ahí en medio. No fan.
No recuerdo qué pagamos pero me pareció bien.

Estuvimos comiendo el día 02/​02/​2014, antes de que este restaurante cerrara por reformas. Nos citaron allí unos amigos que nos invitaron a comer. Tengo que decir que la atención por parte del personal fue inmejorable. También es verdad que nuestros amigos y los dueños se conocían mucho. Pero la sensación que me dio, es que el trato con sus clientes es siempre así de bueno.
Empezamos en la barra con unas cañas y unas tapas de tornilla de patatas, rollos de carne. Sentados en mesa nos trajeron para picar, pulpo a la gallega con helado de mostaza, revuelto, gambones a la plancha, jamón serrano, tempura de verduras y rigueros y de plato principal un rape que hacía casi 1,8kg, estaba muy gustoso y de mucha calidad. Acompañado durante toda la comida con vino blanco y vino tinto. Finalmente no tomamos ninguno postre, pasamos directamente a los cafés (muy bueno) que no en todos los lados es así. Para terminar 2 rondas de copas, en mi caso (Gin tonic) también muy bueno!
Llegábamos a las 14:30h al restaurante y nos levantábamos de la mesa pasadas las 20h. Una tarde entre amigos y conocidos maravillosa que siempre se nos quedará grabada. Como colofón final, nos trajeron rotuladores y táker y redecoramos todas las paredes del saloncito en el que comimos! Disfrutamos como niños! Volveremos seguro a comer de nuevo y a probar la terraza, ya que con el buen tiempo se tiene que estar genial.
Siempre recordaremos este restaurante con una sonrisa de oreja a oreja, por su servicio y excelente atención y sobretodo por la compañía con la que fuimos.

Hemos caido aquí por unos amigos y la verdad es que nos han tratado más que genial! No sé si porque se conocían los dueños y nuestros amigos o porque son siempre así pero desde luego, ha sido fascinante. Hemos entrado en el restaurante a las 14h y hemos salido a las 20:15h! Y ni se han quejado! Sobremesa hasta el final!
La calidad de la comida, excelente. Hemos pedido rape para principal y han sacado 1 kg 750 g de rape para dos! Una barbaridad! Y buenísimo…
Hoy cerraban por reformas y nos han dejado pintar en las paredes… Ha sido una pasada.
Si volvemos a Madrid, será visita segura!

Un sitio genial para terracear por Malasaña. Buenos precios, buena atención, rápidos y atentos.
Las tapas están muy bien y suele haber bastante ambiente. Recomendado.

Genial para comer, para tomar algo… Moderno, limpio, con buen servicio… Ni un pero.

Sitio genial en todos los aspectos. La atención, el lugar y por supuesto la comida. Tomamos casi todo fuera de carta a excepción del tartar que estaba simplemente ESPECTACULAR, los demás bacalao también buenisimo. Los entrantes y el aperitivo abundantes y riquisimos. Y los postres buaaaag, Volveré y no tardando mucho

Sitio pequeñito y acogedor, muy para veladas íntimas, sobre todo dentro (hay terraza). Yo estuve en plan de tapeo, aunque también hay restaurante, y lo cierto es que todo estaba muy bueno, estupendamente presentado y servido sin prisas, pero sin pausa. Con las bebidas nos pusieron dos tapas, una de embutidos ibéricos de diez, y un salmorejo con unos pinchos de quiche, todo muy ligero y refrescante. Un detalle éste que se agradece siempre, no cuesta mucho y hace que te sientas cuidado y querido como cliente.
En cuanto a las tapas que probamos, las papas con mojo me parecieron muy buenas, las croquetas, mejorables, y el lacón, espectacular. Me quedé con ganas de probar más, pero yo soy de poco comer por la noche… Así que quizás haya que volver un mediodía y probar más, o algún plato de la carta.

Sólo añadiré a lo dicho por otros comentaristas que la terraza de la Fragua es muy, muy agradable en las noches veraniegas, ya que además de fresca, está lejos del tráfico y su dosis de humo y ruido.

Tengo que reconocer que solo he probado este sitio en la sobremesa, fundamentalmente porque pese a que su puerta de entrada esté en la Calle del Divino Pastor, su terraza da a una de las entradas de la Plaza del Dos de Mayo, mi plaza favorita para echar la tarde del sábado (o del domingo), sobre todo cuando el tiempo acompaña. Quizá la única pega que puedo ponerle es que la terraza está en cuesta. Como contrapunto, casi siempre tiene sitio, mientras que para sentarte en las que están justo en la plaza, tienes que pelear con uñas y dientes a la hora de conseguir una mesa. Así que una cosa por otra, que no se puede tener todo.
El café está muy bueno (parece una tontería, pero NO en todos los sitios se sirve buen café) y los gin tonics son geniales –aunque tirando a caros-​. Tienen una selección de más de treinta ginebras premium y los preparan muy bien (algo que también es muy importante — la ginebra no solo tiene que estar buena, tiene que estar bien preparada).
No se lleva cinco estrellas porque no tienen una carta de ginebras para sacar a la terraza y que te permita decidir (o al camarero no le dio la gana traerla), por lo que al final terminas pidiendo las ginebras que conoces y no hay lugar para la innovación. Porque no, por mucho que sean solo dos pasos, no tengo ninguna intención de meterme en el bar, mirar las ginebras una a una y luego elegir. Prefiero verlas en una carta.

Comida tradicional con toques de modernidad, platos muy ricos pero caros. Este es para mí el resumen del restaurante.
Es un sitio muy romántico, perfecto para ir en pareja, con una música muy suave y relajante. El trato perfecto para combinarlo con una velada romántica, discretos y eficientes, un buen sitio para hacer una larga sobremesa. Es recomendable dejarse aconsejar por los camareros, porque hay platos de temporada fuera de carta que están deliciosos.
Mi plato favorito es el milhojas de calabacín y mango con tres quesos y mermelada de tomate, el toque del mango le da un sabor ácido que contrasta con la mermelada de tomate.
También tienen una terracita estupenda, pero suele estar llena debido a las vistas que tiene de la Plaza del 2 de Mayo está muy codiciada.