Fixed price lunch: 3 courses Food, Value, service, ambience: 4⁄5 Near Reina Sofia museum, great for a quick bite.
Lucía M.
Tu valoración: 5 Barcelona
¿Por dónde empezar? Fui por casualidad en un viaje a Madrid, y el mes pasado tuve que volver y repetí la Curruteka! La primera vez creo que se nos fue la mano con la comida, creíamos que por el precio estábamos ordenando raciones. pero las raciones son enormes! Todo estaba bueno, pero sobretodo las carrilleras de cerdo en salsa con patatas fritas caseras, que aparentemente todo el mundo suele pedir, ya que veíamos al resto de los clientes mojando pan en esa fabulosa salsa. ¿Lo mejor? El servicio. Cada vez que voy a un local, donde el dueño es que me atiende personalmente, y que para colmo todo es casero y bueno, me enamora. Quedé encantada con el servicio, realmente encantada, y por eso regresé. Esta segunda vez era menú del día por menos de 10 euros, encima, buenísimo, con enorme porciones. Estaba sola en todo el restaurante(era súper temprano) y el chico del bar me trató de maravilla. Vale la pena mencionar que es un bar LGBT friendly!
Vincent D.
Tu valoración: 5 Madrid, Spain
This place definitely deserves top mark! Some friends and I visited this bar/restaurant on a week lunch time and even on weekend evening and we were all highly impressed from start to finish. The service was extremely efficient and attentive but also friendly and down to the earth. A stark contrast to some other restaurants we have visited. As a food, we’ll all I can say is that every course was absolutely fantastic. Good selection of wine and it was also sensibly priced. We will definitely be going back there.
Elena M.
Tu valoración: 3 Madrid
No sabría definir la sensación que me produjo la estética de este bar. Es oscurete en su iluminación, hay mucho color naranja, cosa que no me gusta mucho. Tiene una palmera, mesas como de bar de los 90 y fotos colgadas en la pared mezclado con arte raro. Vamos que el decorador de interiorismo que lo pensó quería abarcar todo. Otra cosa que no me gusta es el nombre, la verdad que no sé si significa algo, pero me parece una elección malísima. Lo que vi mucho es que es un sitio al que va gente en modo pareja y con edad media alta, como de 40 para arriba. Se pillan una botella y empiezan a charlar sobre la vida. Tienen bastante elección de vinos y no suelen ser muy típicos. Yo escogí un tinto de Somontano que no estaba nada mal pero se me hizo muy pesado y luego no hice buen maridaje con la comida. Me pedí una canapé(me hace mucha gracia que siga existiendo este término en algunos bares) de tomate con anchoas. La verdad que el canapé costaba 3, 50 euros y era una especie de rebanada larga, como una tosta delgadita. La copa me costó 2,50 euros. Por lo que me pareció un pelín carete. Mirando la carta la verdad que tienen cosas interesantes para compartir en raciones y por lo que vi en las mesas debe tener buena pinta. Así que a lo mejor pruebo algo más de la carta. El servicio fue majo y rápido, incluso me dejé unas bolsas cuando me fui, que cabeza la mía, y salió en mi búsqueda!