La Biotika

Trato perfecto, decoración agradable, sin embargo la comida podría mejorar. Soy vegana desde hace más de quince años con conocimiento de los restaurantes veganos y vegetarianos de Madrid. Hemos pedido menú de 14 euros. Gazpacho sin gracia, ensalada no muy fresca y con salsa también sin sabor. SI quieres comer buenas albóndigas veganas, éste es tu sitio, pero no pidas nada más, ni los espaguetis de arroz, ni el pesto… por no hablar del postre de algarroba que estaba seco, seco, seco.
La decoración del plato deja mucho que desear. Un plato gigante plano donde el cocinero ha plantado cuatro cosas sin sentido. Era como cuando haces en tu casa un plato de las sobras que han quedado el día anterior. Dudo que lo hayan hecho en el mismo día…
Nos hemos quedado algo decepcionadas con el sitio por la comida, repito. Falta de sabor, de alguna salsita, de un no se qué, de un olor, de un buen plato.

Llevo un tiempo «vegetarianizando» mi dieta, así que el otro día me dejé caer por La Biotika, un restaurante macrobiótico y vegetariano en pleno Barrio de las Letras.
Es un lugar informal, decorado sin mucho acierto con cierto aire rústico. La comida es sabrosa, saludable y generosa, una opción perfecta para comer entre semana o para cenar por ahí cuando no tenemos nada en la nevera.
Si sales inspirado de la comilona no dudes en pasarte por su tienda de productos ecológicos en la puerta de al lado: encontrarás todos los ingredientes para hacer la receta en casa.

Veterano restaurante macrobiotico– vegetariano en Madrid. Un menú del día con una sopa o crema, una ensalada, un plato vegetariano o macrobiotico con tres cosas distintas, un postre y una infusión… durante años manteniendo el tipo en la zona de Huertas.
Frecuentado por extranjeros y a buen precio.

No soy vegetariano ni vegano, ni estoy acostumbrado a este tipo de comidas.
El otro día fui con una amiga vegetariana, y por casualidad dimos con este sitio. El sitio no tiene exhaustiva decoración ni detalles que sorprendan, pero es realmente agradable. La gente es cercana.
El menú nos costó unos 12 € por cabeza y comimos hasta llenarnos, con entrantes y postre. La comida es extraña para alguien como yo (hablan de menús macrobióticos y de montón de especies vegetales de las que nunca he oido hablar), pero me gustó mucho por lo general. Parece que saben de lo que hablan.
Le doy 5 estrellas porque repetiría encantado.

We went to La Biotika and I picked this restaurant because it is Vegetarian. I personally am not vegetarian but my daughter is. The server wasn’t very friendly, and the food was bland; seems like it was prep way too ahead of time and comes out tasting stale. We did the prix-​fixe menu of the day and there’s no other options but that. I regret going to this place and would NOT recommend it at all. Even my daughter who is so big into trying out new places — Vegetarian or Vegan — didn’t like it all. That says a lot as far as I’m concerned.

For an American desperate for some healthy food after a week in Spain, this was a godsend. Nothing here is outstanding, but everything is good and it just feels nice to have some fresh vegetables thoughtfully prepared. My partner and I got both of the three-​item (four course) menus (vegan and vegetarian). Marginally prefer the vegetarian, but they’re both decent. Service is excellent. Visa accepted.

The service a this place is good, the staff is very friendly, but the food is pretty bad. I had the prix fixe menu which comes with a bland iceberg lettuce salad, with mysterious bright pink dressing, and vegetable soup, which was kind of like French onion but not quite, and way to salty. They bring you a basket of stale bread which should count for something right?
For the main I had stewed lentils which needed some kind of seasoning and some salt, brown rice, which also needed salt, and some kind of fava, cauliflower, potato gratin (minus the delicious cream needed to actually make it a gratin…) nothing really had any flavor to it. For desert I had a roasted apple, which would have been great hot, but it as cold.
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El servicio de este lugar uno es bueno, el personal es muy amable, pero la comida es bastante mala. Tuve el menú de precio fijo que viene con una ensalada de lechuga iceberg suave, con misteriosa vestir de color rosa brillante, y la sopa de verduras, que era una especie de cebolla francesa, pero no del todo, y la forma de sal. Te traen una cesta de pan duro que debe contar para algo ¿no?
Para el principal por la que había lentejas estofadas, que necesitaba algún tipo de condimentos y un poco de sal, el arroz, que también necesitan sal y algún tipo de habas, coliflores, patatas gratinadas (menos la deliciosa crema necesaria para hacer realidad un gratinado …) nada realmente tenía ningún sabor. De postre había una manzana asada, que habría sido un gran calor, pero fría como el.

Un vegetariano de los más antiguos de Madrid.
He ido un par de veces a comer y la verdad es que me ha parecido bastante aceptable.
Nos decidimos por el menú degustación por el módico precio de 14.40 €, este precio es si vas entre semana, los fines de semana sube hasta los 15.70 €
De todo el menú lo mejor para mi fue el bizcocho de naranja de postre, muy rico.
Aparte de lo que es en sí el restaurante también imparten cursos de cocina vegetariana y macrobiótica los domingos a partir de las 17:30 horas, de Feng-​shui los miércoles a partir de las 18:00 horas y de I-​Ching los viernes a partir de las 17:00. Aun no conozco a nadie que haya ido pero no tienen mala pinta.
Aparte del restaurante también cuentan con un espacio de ecotienda en el que encontrar pan integral, frutos secos, productos dietéticos e infusiones entre otros.

Para mí este restaurante ya no es lo que era, no se si habrá cambiado de dueño, de cocinero o de qué, pero la última vez que he estado la cocina ha cambiado. Si en el Artemisia se pasan con el queso para que los platos estén bien sabrosos, aquí los platos llegan a resultar insípidos (todo un drama al paladar).
Tiene además una ecotienda donde puedes encontrar leches de avena, arroz, soja, kefir, seitan, tofú, pastas, legumbres, etc. A pesar de esto, las ecotiendas me gustan, normalmente hasta el momento en el que empiezan a meter libros, incienso y velitas, rollos de meditación, en este momento creo que empiezan a confundir conceptos y a mezclar cosas que por si solas seguro q estaban bien planteadas.
En definitiva, me gustaba mucho más antes.

Aunque no he tenido la ocasión de comer aquí muchas veces, nada más entrar a La Biotika te das cuenta de que en este lugar se respira la armonía, el equilibrio natural.
Lo primero que te encuentras es la ecotienda, en la que puedes comprar un montón de cosas interesantes, desde productos de alimentación hasta libros o inciensos.
Cruzando la tienda llegas al restaurante, un espacio pequeño y tranquilo ideal para una comida íntima y especial, como a mí me gustan. La camarera es agradable y muy atenta, pero lo mejor es que siempre tienen un menú vegetariano y otro macrobiótico/​vegano (da gusto que se acuerden de nosotros!) a un precio más que razonable y aunque no hay gran variedad de platos, todos están deliciosos, especialmente la tarta vegana de algarroba, que está increible!
Y esto no es todo, porque además organizan exposiciones temporales, charlas, curso de cocina macrobiótica, feng-​shui, tantra, yoga, meditación…

Dejamos de ir porque cambiaron de dueños y la cosa empeoro bastante. Hace 10 años era un sitio autentico y soliamos ir de vez en cuando. Ademas el ambiente es algo cutrecillo, sin querer ofender a nadie.

De nuevo una alternativa a la comida tradicional es la que nos ofrece este restaurante de comida vegetariana donde podemos disfrutar de una comida muy saludable y apetitosa.
El restaurante ofrece menús a medio día y por la noche, incluyendo también los fines de semana con lo que en cualquier ocasión podemos probar este tipo de cocina por un precio muy razonable.