Jin Jin

Nice!
Centrally located yet reasonable and good. I can’t really say more.
I was recommended to try this place so I decided to go when I was around the area. The place is 5 min walk from plaza de España although it might be difficult to find it without google maps.
We entered, were attended immediately, and the dishes came out quite fast. We ordered pan China, squid brocheta, dumpling soup and crispy chicken. All of them were reasonable and came in good portion. My favorite was pan China. It was crispy outside and fluffy inside. Mmmm.
Our dinner for 2 was 14 euros. I’m sure I’ll stop by again soon.

Malo. No volver.

What a surprise! Been travelling through spain and needed a break from tapas. I’m chinese and know the food very well. I actually expected bad food because the place was empty and one staff was surprised to see anyone coming in. But the food was actually good, better than average good. I come from a city with many many chinese restaurants, and this place can certainly compete with that. All the dishes were flavourful, although they were all on the salty side. Ask for lower salt. I would go back!

Siguiendo la recomendación de unos amigos y con el ánimo de encontrar un chino con sabor propiamente chino alejado de los tradicionales arroz 3 delicias y pollo al limón, me animé a visitar este restaurante muy cercano a Plaza de España.
Ciertamente, la entrada no es realmente apetecible ni el local se encuentra muy decorado pero sí que es el sitio en Madrid que he visto que más se puede acercar a un propio restaurante en China.
La carta es extensísima y un poco difícil de interpretar para principiantes pero esta vez nos dejamos guiar por las recomendaciones:
— Empanadillas a la plancha: son los tradicionales dumplings cocidos pasados un poco a la plancha. La verdad es que son los mejores que he probado hasta la fecha en España y a muy buen precio.
— Tallarines fritos «de la casa»: tallarines finos que llevaban tanto carne como gambas. Muy buenos de sabor, aunque nos hubiera gustado probar en realidad los más gordos.
— Pizza china: una masa con verduras frita. Bastante aceptable como entrante.
— Pollo kung pao: no estaba mal, el picante en su justa medida.
— Búfalo en salsa picante: realmente lo que menos nos gustó.
Nos habían indicado que normalmente suelen haber chinos comiendo en el local, lo que da a entender su autenticidad, pero en este caso no había población local.
Me quedé con ganas de probar las sopas, que realmente tenían buena pinta. Así que seguiré yendo.
El precio medio por persona con bebida es de unos 12 euros.

Es el mejor restaurante chino que he probado, es un chino de chinos para chinos.
Estéticamente es el local mas cutre del mundo hasta el punto de pensar «hay Dios mío donde me he metido», pero la comida es buenísima.
Los camareros no hablan casi nada español así que no intentes pedirles algo sin indicarles el número que aparece en la carta y señalando con el dedo. No esperes encontrar en esta carta los menús tipicos de todos los chinos. Aquí se pide «a la carta» y la primera parte es la mejor.
No podéis dejar de pedir las empanadillas a la plancha, ¡riquísimas! y el resto ¡a improvisar!
Yo he provado allí las gambas con sésamo (como una ensalada de lechuga y fruta con gambas en tempura y una especie de mayonesa con sésamo o semillas de amapola, lo que tengan a mano) los tallarines muy ricos y la ternera al curry buenísima.
Lo mejor de este lugar es el precio, nunca supera los 10 euros.

Este restaurante es, con diferencia, el mejor restaurante chino en el que he comido.
Creo que todo el que lo conoce es por terceros. Cosa lógica, ya que su decoración y su ubicación no destacan en absoluto. Yo fui llevado allí a cenar gracias un frikazo amigo de amigos y que nos enseñó el plato que tengo que pedir cada vez que voy, los «tallarines de harina fritos». Son perfectos. No se donde están en la carta, simplemente pídelos. No pidas «tallarines fritos» o «tallarines de harina». Recuerda, se llaman «tallarines de harina fritos». La calidad de este plato es inigualable.
Las razones por las que ir a este sitio son dos.
Primero, la calidad de la comida. Es, con diferencia, la mejor comida china que he probado y, creerme, soy muy aficionado y he ido a muchísimos sitios. Suelo variar lo que pido cada vez que voy. Yo recomendaría el arroz con jie-​cai, los higaditos picantes (si, son picantes, tengo dos amigos a los que les entró fiebre que lo corroboran), intestino salteado, sopa de wantun y las empanadillas a la plancha.
La segunda razón es su precio. No he encontrado otro sitio en que puedas cenar hasta hartarte por 6 – 7 €. No exagero.
Para concluir, es cierto que no es bonito, que la puerta de la pared del fondo creo que va a Narnia, que los baños dan miedo y que parece que vas a salir con un riñón de menos, pero es que en este restaurante no importa la estética, importa la comida, y no existe mejor sitio en Madrid en el que puedas comer tan bien y tan barato como el Jin Jin.
P.D: Si vas a beber agua pide «una jarra de agua» y no «agua» a secas. Te traerán una jarra de agua del grifo gratuita, mientras que de la otra forma una botella de agua mineral que te cobrarán. Tu quizá no, pero yo me fío del Canal de Isabel II.

La gente se sorprendía de que viviendo tan cerca no hubiese reparado nunca ahí. La verdad que todo el mundo me hablaba mil maravillas de ese chino diciéndome que era como comer en China, muy auténtico vaya. Así que fui hace unas semanas y la verdad que estoy entre un me gusta y un me la suda.
En cuanto al precio es normal, unos 15 euros entre dos personas y te pones bien jarta de comida. Pero luego me sabe igual que en otros restaurantes. Vale que en la carta hay mogollón de platos raros y el ambientes es un poco cochambroso, pero el arroz tres delicias me sabe igual que el chino de siempre.
Sigo buscando mi restaurante favorito chino, porque el de Plaza de España ha bajado puntos tras su reestructuración y bajada de calidad!

Pues yo ayer pedí comida para traermela a la habitación del hotel y montar una pequeña cena familiar (el resto de miembros estaban demasiado cansados para salir…)
Como al final tiene que comer todo el mundo siempre tengo que pedir arroz, tallarines y sólo me permito arriesgar un poco a medida que (mentalmente) voy calculando que no voy a dejar a la familia sin cenar…
Esta vez le dije al chino que me atendió (majo y cordial, pero no le sobraban las sonrisas) que qué me recomendaba y siguiendo su consejo me lleve unas empanadillas muy ricas. El resto fue comida más convencional que no estaba mala ni especialmente buena.

¡Adoro este chino!
La primera vez que vine entré un poco asustada debido a su estética, porque como ya han comentado, deja muchísimo que desear. La zona de los baños necesita una buena mejora. Se trata de hacer una elección entre ambiente y calidad de la comida. Los precios son muy asequibles.
En mi opinión, no es un chino para pedir arroz tres delicias y pollo con almendras. Lo mejor de este lugar son los platos raros que están fantásticamente hechos, algo muy importante puesto que en otros chinos no les puedes sacar de lo más convencional.
Sí, es verdad que algunas veces la comida viene mejor y otras peor, pero en general siempre suelen atender bien, con rapidez y demás.
Como ya he dicho otras veces, hay que tener en cuenta a donde se va, y este chino es para comer bien, mucho y barato.

Vine a este restaurante chino-​chino súper ilusionada pensando que era de esos súper auténticos y maravillosos… y salí bastante decepcionada. Si bien tenían todos los números para ser de esos auténticos (carta kilométrica con cosas desconocidas, ambiente cutre, camareros antipáticos, mesa redonda giratoria…) luego la comida era de chino clásico-​arroz-​tres-​delicias-​pollo-​almendra.
Una pena, porque con el boom que está teniendo este tipo de restaurantes éste se queda a medias. Sí que tenían cosas más auténticas pero en general todo tenía un regustillo a pollo con limón y fritangueo nada apetecible. En fin, que teniendo tantas cosas en Madrid no creo que pase por aquí más veces.

Tenía infinitas ganas de probar este lugar, porque me habían hablado de él realmente bien, y además algunos Unilocalers en los que confió bastante en los menesteres del comer me habían dicho que este era uno de esos chinos, chinos. De los que antes se llamaban Bar Manolo y ahora son una especie de bar de barrio chino, pero donde la comida es deliciosa. Un estilo Ni Hao, vamos, uno de mis verdaderamente favoritos en cuanto a comer de chinos se refiere.
Es por eso que ayer arrastré a unos cuantos amigos a este lugar, para comprobar si tantas bondades eran ciertas. Nos colocaron en la mesa del fondo, que tiene una parte giratoria que sirve para compartir la comida (¡me encanta!) y allá que nos sentamos los nueve con la mejor de nuestras intenciones.
Yo no sé si es que nos dieron la carta para tolais o qué, pero –si bien es verdad que no es un chino estilo ‘Gran Muralla’, tampoco me pareció que aquello fuera como para tirar cohetes. Algunas cosas llegaron con un más que serio sabor a quemado (como por ejemplo los fideos chinos o las empanadas). Aunque estas ultimas estaban buenas, sí que había algunas que tenían una cierta costra de quemado por debajo… Y la verdad es que en ese caso, el sabor dejaba que desear.
También pedimos Pato estilo Pekín, que los he probado mejores, tallarines fritos, arroz de la casa… Nada estaba malo, pero tampoco lo encontré como para tirar cohetes. Igual nos confundimos en la selección, que también puede ser, pero en mi humilde opinión, los he probado mejores.

Me encantra ir a restaurantes chinos donde hay chinos comiendo, me da mucha confianza. Jin Jin es un restaurante sencillo, sin florituras en la decoración pero con comida china de esa que es igual en mucho restaurantes de todo España. Los precios son más que competitivos, el servicio es bueno y rápido. La variedad de platos es buena y las cantidad de las raciones es abundante. Por poner una pega pedí pollo al limón (mi plato favorito) y les dije que si me lo podían poner con arroz blanco, y me dijeron que no, quizás fuese un problema de comprensión lingüístico o que tienen unas directrices extremadamente comunistas, jajajja.

Una explosión de sabor y pasión por la comida asiática.
El restaurante muestra una asombrosa decoración minimalista de lo más in. La carta cuenta de un sinfín de platos donde detrás de cada uno hay una nueva aventura gastronómica.
Se puede caer en el error de que este restaurante solo es más adinerada, pero no, en el Jin Jin no hay distinciones, puedes comer cuanto quieras y siempre será asequible.
El local tiene un toque vintage, lo que le hace parecer un restaurante chino tradicional, es decir, un restaurante como dios manda. Uno de sus mayores logros decorativos son las fotos de china que decoran la pared y la televisión de plasma donde se escucha buena música china, me sorprendió mucho lo mucho que me gusta esa música ahora, no me la quito de la cabeza.
Entre los platos que recomiendo, están el pollo almendrado, la sopa de fideos, el pollo con salsa de soja, el pulmón de cerdo con chili, la lengua de cerdo y las pizzas chinas están mal para acompañar.
En resumen si quieres vivir una aventura gastronómica este es tu restaurante y hago énfasis en que es muy asequible.
Personalmente pondría un 6 sobre 5 pero no le recomendaria el restaurante a todo el mundo.

Chinos en Madrid hay muchos, pero Jin Jin es único. Como me gusta decir, es un restaurante chino de verdad.
El local es bastante feo, en un bajo de una casa bastante antigua y mal conservada, pero como dice el refrán: «Las apariencias engañan» y debo reconocer que Jin Jin es mi restaurante chino favorito en Madrid y al que más frecuento. Lo descubrí de casualidad, no se que me hizo entrar, pero lo que encontré me sorprendió.
Todo lo que no tiene en decoración lo tiene en la calidad de la comida, con una carta amplísima tanto en chino como en castellano, en la que os invito a indagar y probar, os sorprenderá. Pero si no estais seguros os dejo unas recomendaciones:
–Las sopas son muy baratas (4 €) y muy abundantes, tanto que os llenareis. A mi me encantan las que tienen fideos de arroz y las de tallarines también están muy bien.
–Pizza china.
–Los tallarines fritos (con pollo/​gambas/​cerdo según lo que pidáis) son muy ricos.
–El ku bak está delicioso (el de gambas increíble).
–Empanadillas a la plancha (es un «must»)
El servicio es cordial y rápido, perfecto si uno quiere comer rápido y seguir haciendo sus cosas. Suelen ir bastantes chinos, y como curiosidad tienen una TV donde pasan videoclips de músicos chinos subtitulados en mandarin al puro estilo karaōke.
Si os gusta la comida china (y no sois tremendamente escrupulosos), este es vuestro restaurante.

Fui de la mano (entiendase la expresión como por recomendación) de un amigo. Me lo vendió como Chino de chinos. ¿Eso qué es? Se preguntarán Vdes. Pues eso, un restaurante chino al que van chinos a comer. ¿Se les ocurre mejor garantía de autenticidad y de qué la comida que van a degustar es autenticamente china?
Aunque en la zona siempre se recomienda el chino blade runner de los bajos de plaza España, el descubrimiento de este sitio fue evocador de las escenas de «el cazador». Mientras nuestro grupo de comensales (3 conmigo) nos manteníamos cerca de la puerta para no importunar, un grupo de chinos jugaba una partida de cartas y otro veía un concurso en la tele. Para una escena de Almodovar de ojos rasgados.
Recomendación especial para la pasta de arroz. En lugar de arroz tres delicias, una pasta densa, con textura de calamar (es lo más gráfico que se me ocurre) que llena y acompaña los platos principales. La simpatica camarera nos recomendo unas ostras a 1,50 la unidad que eran frescas. Disfruté (al menos en primera persona) de los efectos afrodisiacos y no sufrí los efectos de una contaminación alimentaria.
Como nota final, en lugar de invitarte a chupitos al final, te invitan a mandarinas.

Cuando vas a una casa de comidas no buscas lujo, lo que buscas es comer ricos platos tradicionales y pagar poco.
Y Jin Jin es una casa de comidas china, que también las hay, donde comen chinos, con TV (en chino), manteles y servilletas de papel, copas con el vidrio rayado de 2 cms de grosor, decoración escasa y lamentable, iluminación con fluorescentes… En fin, que el ambiente es auténtico aunque no muy glamuroso.
Pero hemos venido a comer ¿verdad? Pues vamos a ello.
En la interminable carta encontrarás lo que en todos los chinos de España: arroz tres delicias, rollitos de primavera, cerdo agridulce… y también auténticos platos chinos sin adaptar al gusto europeo, con sabores complicados, texturas diferentes y olores extraños: huevos milenarios (fermentados en turba), patas de pollo (las garras, no el muslo), fondue china, pak choi (verduras)…
La carta está en chino pero traducida, jugáosla y pedid lo que más os llame la atención, dejaos llevar por la curiosidad, probad nuevos platos. Que os guste no es seguro, pero sí que os sorprenderá y que… os saldrá realmente barato!